Riesgos de la luz pulsada y cuidados necesarios
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La Luz Pulsada Intensa es un tratamiento estético indicado para la eliminación de algunos tipos de manchas en la piel, para el rejuvenecimiento facial y también para la eliminación de las ojeras y como forma prolongada de depilación. Sin embargo, este tipo de tratamiento tiene sus riesgos, que pueden provocar manchas en la piel o quemaduras importantes cuando el procedimiento no se realiza correctamente.
La mejor época del año para utilizar el tratamiento de luz pulsada es en otoño e invierno, cuando las temperaturas son más bajas y la exposición al sol es menor, ya que la piel bronceada es una contraindicación para el uso del dispositivo LIP debido al riesgo de aumento del número de quemaduras. que puede ser causado por el dispositivo.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento con Luz Pulsada Intensa debe ser realizado por un dermatólogo o fisioterapeuta especializado en dermato funcional y se produce a partir de la aplicación de rayos de luz sobre la piel, que son absorbidos por las células y sustancias presentes en la piel. Cada sesión tiene una duración media de 30 minutos, que puede variar según el objetivo de la persona, y debe realizarse a intervalos de 4 semanas.
La IPL es menos dolorosa que el láser tradicional y durante el tratamiento puede sentir una ligera sensación de ardor que desaparece en menos de 10 segundos.
No se recomienda el tratamiento con luz pulsada intensa para personas que estén usando Roacutan, corticosteroides, anticoagulantes o remedios fotosensibilizantes, ya que la piel es más sensible, lo que puede resultar en manchas en la piel si se realiza el procedimiento. Además, la IPL no está indicada para personas que tengan la piel bronceada, que tengan canas en la región a tratar, que presenten signos de infección en la piel o alrededor de las heridas o que tengan cáncer de piel. Sepa cuándo no se debe utilizar la luz pulsada.
Estas contraindicaciones deben tenerse en cuenta a la hora de valorar al paciente por parte del profesional para que se eviten complicaciones durante o después del tratamiento como, por ejemplo, mucho enrojecimiento en la zona tratada, picor y ampollas, que pueden indicar quemaduras en la piel. El tratamiento se suspende hasta que la piel vuelva a estar sana.
Posibles riesgos para la salud
El tratamiento con láser o Luz Pulsada Intensa no provoca ni aumenta el riesgo de cáncer y ya se han realizado varios estudios que demuestran que se trata de un procedimiento seguro. Sin embargo, cuando el tratamiento no se realiza correctamente existe el riesgo de:
- Quemadura de la piel: Esto puede suceder si el equipo está mal calibrado, cuando la piel está bronceada o cuando el equipo se usa incorrectamente. Si durante la aplicación de la técnica la sensación de ardor tarda más de 10 segundos en pasar y es similar a la sensación de una quemadura de fuego, el equipo debe graduarse nuevamente para no causar más quemaduras. Si la piel ya está quemada, detenga el tratamiento y use una pomada cicatrizante para quemaduras, bajo la guía del dermatólogo. Descubre una pomada casera para quemaduras que puede ayudar a complementar el tratamiento.
- Manchas claras u oscuras en la piel: Si el área del tratamiento se vuelve más clara o un poco más oscura, es una señal de que el equipo no tenía la mejor longitud de onda para el tono de piel de la persona. El riesgo de que aparezcan manchas es mayor en personas morenas o bronceadas, por lo que es importante ajustar el dispositivo si hay cambios en el tono de piel de la persona entre sesiones. En caso de mancha oscura en la piel, se pueden utilizar cremas blanqueadoras indicadas por el dermatólogo.
- Daño ocular: Cuando el terapeuta y el paciente no llevan gafas durante todo el tratamiento, pueden aparecer cambios graves en los ojos que afecten al iris. Pero para eliminar este riesgo, utilice las gafas correctamente durante todo el procedimiento.
Los dispositivos que tienen la posibilidad de enfriar después de cada disparo de flash son más cómodos porque la punta fría alivia la sensación de ardor después de cada disparo.
Cuidados durante el tratamiento
Durante la sesión el terapeuta y el paciente deben llevar gafas adecuadas para proteger los ojos de la luz emitida por el equipo. Si es necesario realizar el tratamiento en regiones con tatuajes, puede ser necesario colocar una sábana blanca para cubrir el tatuaje, para evitar quemaduras o despigmentaciones.
Después del tratamiento, es normal que la piel se enrojezca e hinche, por lo que es necesario utilizar cremas cicatrizantes o ungüentos con protector solar para proteger la piel. No se recomienda la exposición al sol durante 1 mes antes y después de cada sesión, la piel puede desprenderse y aparecer pequeñas costras, que no se deben arrancar manualmente, esperando que se caigan por sí mismas. Si la piel del rostro se despega, no se recomienda el maquillaje, dando preferencia al uso de cremas hidratantes con efecto refrescante o calmante varias veces al día.
Además, no es recomendable bañarse en agua muy caliente el mismo día de tratamiento y se recomienda llevar ropa ligera que no roce la piel.