Cómo tratar el reflujo gastroesofágico
Contenido
- 1. Cambios en el estilo de vida
- 2. Adaptaciones de la dieta
- 3. Uso de medicamentos
- 4. Uso de remedios caseros
- 5. Cirugía
El tratamiento del reflujo gastroesofágico suele iniciarse con algunos cambios de estilo de vida, así como adaptaciones dietéticas, ya que en muchos casos estos cambios relativamente sencillos consiguen aliviar los síntomas, sin necesidad de ningún otro tipo de tratamiento.
Sin embargo, si los síntomas no mejoran, el gastroenterólogo puede recomendar el uso de algunos medicamentos, que pueden usarse durante un período prolongado o solo durante los síntomas. En los casos más complicados, en los que ni siquiera los medicamentos consiguen mejorar los síntomas, el médico puede aconsejar la realización de una cirugía, para intentar solucionar la causa del reflujo.
Consulta los síntomas más habituales en los casos de reflujo gastroesofágico.
Las principales formas de tratamiento utilizadas en los casos de reflujo incluyen:
1. Cambios en el estilo de vida
Las personas que tienen un estilo de vida menos saludable tienen un mayor riesgo de desarrollar varios problemas de salud. Uno de estos problemas es la producción excesiva de ácido gástrico, que puede acabar provocando síntomas de reflujo.
Por tanto, cualquier persona que sufra de reflujo, o incluso quiera prevenir su aparición, debe seguir estas pautas:
- Mantener un peso adecuado, ya que el exceso de peso provoca mayor presión en la región abdominal, aumentando las posibilidades de que el ácido gástrico regrese al esófago, empeorando los síntomas;
- Evite fumar, ya que el cigarrillo puede afectar la capacidad del esfínter esofágico para cerrarse, permitiendo que el reflujo ocurra con más frecuencia;
- No se acueste hasta 2 horas después de comer, ya que es durante este período cuando hay mayor cantidad de ácido en el estómago;
- Evite usar ropa demasiado ajustada, especialmente camisas y pantalones de cintura alta, ya que pueden ejercer presión en el área del estómago y empeorar el reflujo.
Además, sigue siendo muy importante que, al estar acostado, intente mantener la cabecera de la cama más alta que los pies. Para hacer esto, puede poner algo debajo del colchón, o puede colocar bloques de madera debajo de las patas de la cabecera. Preferiblemente, la cabecera debe elevarse entre 15 y 20 cm.
2. Adaptaciones de la dieta
Además de los cambios de estilo de vida mencionados anteriormente, también existen otras técnicas simples y naturales que ayudan a aliviar los síntomas y que están principalmente relacionadas con la dieta.
Así, es recomendable comer con más regularidad, cada 3 horas, por ejemplo, pero con menos comida. Esto ayuda a mantener el estómago menos lleno y a facilitar su vaciado, evitando el reflujo.
Además, incrementar el consumo de verduras y frutas, así como evitar alimentos menos saludables, como alimentos procesados, carnes rojas y frituras, también permiten reducir la cantidad de ácido gástrico, aliviando los síntomas. Otro consejo importante es regular el consumo de algunas bebidas, especialmente aquellas que se han relacionado estrechamente con la aparición del reflujo, como son los refrescos, las bebidas carbonatadas, el café y las bebidas alcohólicas.
Vea con más detalle cómo debe ser la dieta para quienes padecen reflujo gastroesofágico.
3. Uso de medicamentos
La mayoría de las veces, los medicamentos para el reflujo son indicados por el médico solo como SOS, es decir, para ser utilizados durante una crisis de reflujo, que puede surgir cuando se consume algún tipo de alimento en exceso.
Sin embargo, los remedios también se pueden usar durante períodos de tiempo más prolongados, especialmente en personas que tienen síntomas muy fuertes y frecuentes. Algunos de los más adecuados incluyen:
- Antiácidos como hidróxido de magnesio o hidróxido de aluminio: neutralizar la acidez del estómago y prevenir la sensación de ardor en el esófago;
- Inhibidores de la producción de ácido, como omeprazol, esomeprazol o pantoprazol: inhibir la producción de ácido en el estómago, reduciendo el ardor causado por el reflujo;
- Aceleradores del vaciamiento gástrico, como metoclopramida y domperidona: acelerar el vaciado del estómago, disminuyendo el tiempo que la comida permanece en este órgano;
- Protectores gástricos, como el sucralfato: forman una barrera protectora en el revestimiento del estómago y el esófago, reduciendo el ardor causado por el ácido del estómago.
Así, y dado que los síntomas y las causas del reflujo varían mucho de una persona a otra, los remedios siempre deben ser guiados por un médico, quien evaluará su historial médico e indicará las dosis y duración del tratamiento farmacológico.
Conozca los principales medicamentos que se usan para tratar el reflujo.
4. Uso de remedios caseros
En los casos más leves de reflujo, los remedios caseros pueden ser una excelente forma natural de aliviar los síntomas. Algunos de los más adecuados son el té de jengibre, el té de manzanilla y el jugo de aloe, por ejemplo, que se pueden tomar cuando aparecen los primeros síntomas de ardor. Vea cómo preparar estos y otros remedios caseros para el reflujo.
Aunque los remedios caseros son una buena forma natural de ayudar a aliviar los síntomas, no deben sustituir a los medicamentos recetados por el médico, y solo deben usarse como complemento del tratamiento indicado.
5. Cirugía
La cirugía por reflujo gastroesofágico suele utilizarse solo como último recurso de tratamiento, en los casos más complicados en los que los síntomas no han mejorado con cambios en el estilo de vida, adaptaciones dietéticas o el uso de medicamentos.
En estos casos, el cirujano realiza la cirugía para fortalecer el esfínter esofágico, con el fin de evitar que el ácido gástrico suba al esófago. Esta cirugía se puede realizar de forma clásica, con una incisión en el abdomen, pero también se puede realizar por laparoscopia, en la que se hacen pequeños agujeros en la piel. El tipo de cirugía siempre debe seleccionarse con el cirujano.
Comprenda mejor cómo se realiza esta cirugía y cómo es la recuperación.