Placenta acreta: que es, síntomas, diagnóstico y riesgos
Contenido
- Los síntomas de la placenta acreta
- Cómo se hace el diagnóstico
- Posibles riesgos
- Tratamiento para la placenta acreta
La placenta accreta, también conocida como acretismo placentario, es una situación en la que la placenta no se adhiere correctamente al útero, lo que dificulta su salida en el momento del parto. Esta situación es una de las principales causas de complicaciones y muerte posparto, ya que se asocia a un alto riesgo de hemorragia.
El acretismo placentario se puede clasificar según la profundidad de implantación de la placenta en el útero en:
- Placenta acreta simple, en el que la placenta invade parte del miometrio, que es la capa media del útero;
- Placenta increible, en el que la placenta penetra completamente en el miometrio;
- Placenta percreta, en el que la placenta puede llegar solo a los órganos serosos o adyacentes.
Es importante que la placenta accreta se diagnostique durante los exámenes prenatales para que se pueda programar una cesárea seguida de una histerectomía, que suele ser el tratamiento indicado, y así se evitan complicaciones para la madre y el bebé.
Los síntomas de la placenta acreta
Normalmente, la mujer no experimenta ningún síntoma de cambios en la placenta, por lo que es importante que la mujer realice los cuidados prenatales correctamente para que se pueda identificar este cambio.
Aunque los signos y síntomas no son frecuentes en estos casos, algunas mujeres pueden experimentar un sangrado vaginal leve, sin dolor y sin motivo aparente durante el embarazo, y se recomienda acudir al ginecólogo / obstetra para identificar la causa del sangrado y comenzar tratamiento.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de placenta acreta debe realizarse mediante pruebas de imagen, como ecografía y resonancia magnética, además de la medición de marcadores sanguíneos que puedan indicar el cambio. Estos exámenes se pueden realizar durante la atención prenatal y el diagnóstico temprano de acretismo placentario reduce el riesgo de complicaciones para las mujeres. Infórmese sobre otros exámenes prenatales.
La ecografía suele estar indicada para pacientes considerados de alto riesgo y es una técnica muy segura tanto para la madre como para el bebé. El uso de la resonancia magnética para el diagnóstico de la placenta acreta es controvertido, sin embargo, puede estar indicado cuando el resultado de la ecografía se considera dudoso o no concluyente.
La ecografía para identificar la placenta accreta está más indicada en mujeres que tienen un mayor riesgo de desarrollar este problema, como mujeres mayores, que se han sometido a una cirugía uterina antes, incluida una cesárea, que tienen fibromas uterinos o que han tenido una placenta previa. en el que la placenta se desarrolla parcial o totalmente en la región inferior del útero. Comprenda más sobre la placenta previa y cómo se realiza el tratamiento.
Posibles riesgos
Los riesgos de la placenta accreta están relacionados con el momento en que se identifica la placenta accreta. Cuanto antes se haga el diagnóstico, menor será el riesgo de hemorragia posparto, complicaciones durante el parto, parto prematuro y la necesidad de una cesárea de emergencia.
Además, puede haber infección, problemas relacionados con la coagulación, rotura de la vejiga, pérdida de fertilidad y, si no se identifica y trata correctamente, puede provocar la muerte.
Tratamiento para la placenta acreta
El tratamiento del acretismo placentario puede variar de una mujer a otra, y se puede realizar una cesárea junto con una histerectomía, que es el procedimiento médico en el que se extrae el útero y, según la gravedad, de las estructuras asociadas, como las trompas y ovarios.
En algunos casos, puede estar indicado un tratamiento conservador para preservar la fertilidad de la mujer, con solo cesárea y extracción de la placenta, además de monitorear a la mujer después del parto para vigilar posibles hemorragias o complicaciones.