Comprender la progresión de la espondilitis anquilosante
Contenido
- Comprender la progresión de la espondilitis anquilosante
- ¿Qué es la espondilitis anquilosante?
- ¿A quién afecta la espondilitis anquilosante?
- Etapas iniciales
- Cuando la espondilitis anquilosante no se trata
- Los peligros de no ser tratado
- Espondilitis anquilosante y osteoporosis
- Trabajando con su doctor
Comprender la progresión de la espondilitis anquilosante
El dolor de espalda es una queja médica común, pero muchas personas lo descartan rápidamente como parte natural del envejecimiento o simplemente como un problema molesto. El dolor de espalda crónico no es normal y no es una condición que deba dejarse sin tratamiento. Puede ser un síntoma de espondilitis anquilosante.
Esta condición es un tipo de espondiloartritis axial. Hasta el 1 por ciento de los estadounidenses, o aproximadamente 2.7 millones de adultos, pueden verse afectados por esta familia de enfermedades. Siga leyendo para aprender sobre la espondilitis anquilosante y los efectos que podría tener en su cuerpo.
¿Qué es la espondilitis anquilosante?
La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria progresiva y una forma de artritis. La enfermedad causa hinchazón en la columna vertebral y las articulaciones cercanas, especialmente donde los tendones y ligamentos se conectan al hueso. Con el tiempo, la inflamación crónica puede hacer que las vértebras de la columna se fusionen. Como resultado, su columna vertebral se vuelve menos flexible.
Muchas personas con la enfermedad se encorvan debido al debilitamiento de ciertos músculos de la columna vertebral. En casos avanzados de la enfermedad, la inflamación puede ser tan grave que una persona no puede levantar la cabeza para ver frente a ellos.
¿A quién afecta la espondilitis anquilosante?
Los factores de riesgo más comunes incluyen:
- Su género: los hombres tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad que las mujeres.
- Sus genes: los investigadores han identificado un gen que es común en personas con espondilitis anquilosante. los HLA-B27 gen se encuentra en aproximadamente el 8 por ciento de los estadounidenses. Sin embargo, solo alrededor del 2 por ciento de las personas nacidas con el gen realmente desarrollarán la enfermedad.
- Su edad: la espondilitis anquilosante generalmente muestra primero signos y síntomas en la edad adulta.
Etapas iniciales
Los primeros síntomas de la espondilitis anquilosante son fáciles de ignorar. Es por eso que la mayoría de las personas no buscan tratamiento hasta que la enfermedad ha progresado.
Los primeros síntomas incluyen:
- dolor de espalda
- rigidez, especialmente en la mañana
- aumento de los síntomas después de dormir o estar inactivo durante un largo período de tiempo
La espondilitis anquilosante a menudo afecta estas articulaciones:
- La articulación entre la columna vertebral y la pelvis, conocida como la articulación sacroilíaca
- las vértebras, especialmente en la parte baja de la espalda
- articulaciones de la cadera
- articulaciones del hombro
- costillas
- el esternón
Cuando la espondilitis anquilosante no se trata
Si no se trata, la inflamación crónica puede hacer que las vértebras de la columna se fusionen. Es posible que haya disminuido el rango de movimiento al doblar, girar o girar. También puede tener un dolor de espalda mayor y más frecuente.
La inflamación de la columna vertebral y las vértebras puede extenderse a otras articulaciones, incluidas las caderas, los hombros y las costillas. La inflamación puede afectar los tendones y ligamentos que se conectan a los huesos. En algunos casos, la inflamación puede extenderse a los órganos, como el intestino o incluso los pulmones.
Los peligros de no ser tratado
Dejar la espondilitis anquilosante sin tratar puede provocar una o más de estas afecciones:
- Uveítis: la inflamación que se propaga a los ojos puede causar dolor, sensibilidad a la luz y visión borrosa.
- Dificultad para respirar: las articulaciones rígidas en las costillas y el esternón pueden evitar que respire profundamente o infle los pulmones por completo.
- Fracturas: los huesos dañados y debilitados pueden romperse fácilmente. Las fracturas en la columna vertebral pueden dañar la médula espinal y los nervios que la rodean.
- Daño cardíaco: la inflamación que se propaga a su corazón puede causar una aorta inflamada. Una válvula aórtica dañada puede afectar la capacidad de su corazón para funcionar correctamente.
Espondilitis anquilosante y osteoporosis
Los huesos debilitados son comunes en personas con espondilitis anquilosante. Estos huesos débiles y frágiles dan paso a la osteoporosis, una afección que aumenta el riesgo de fracturas vertebrales. Hasta la mitad de todos los pacientes con espondilitis anquilosante también pueden tener osteoporosis.
Trabajando con su doctor
La espondilitis anquilosante no tiene cura. Cuanto antes lo detecten y diagnostiquen usted y su médico, mejor. El tratamiento puede ayudar a prevenir el empeoramiento de los síntomas y aliviar lo que está experimentando. También puede retrasar la progresión de la enfermedad y retrasar la aparición de problemas adicionales.
Es importante que trabaje en estrecha colaboración con su médico para encontrar un plan de tratamiento que aborde mejor las molestias y los problemas que está experimentando. Aunque no puede curarlo, puede encontrar ayuda. El tratamiento puede ayudarlo a llevar una vida normal y productiva, a pesar de su diagnóstico.