Rayos X: que es, para que sirve y cuando hacerlo
Contenido
- Cómo funciona la radiografía
- Cuales son los tipos principales
- Cómo prepararse para una radiografía
- Posibles riesgos de los rayos X
La radiografía es un tipo de examen que se utiliza para observar el interior del cuerpo, sin necesidad de realizar ningún tipo de corte en la piel. Existen varios tipos de radiografías, que permiten observar distintos tipos de tejidos, pero las más utilizadas son las radiografías para observar huesos o tejido mamario.
Así, el médico puede solicitar este examen para examinar una determinada zona del cuerpo, donde existe algún tipo de dolor o malestar, para valorar si hay algún cambio y, así, poder llegar a un diagnóstico como:
- Fracturas de hueso;
- Infecciones
- Osteoporosis;
- Tumores;
- Corazón aumentado;
- Cambios en el pulmón, como neumonía.
Además, este tipo de examen también se puede utilizar al tragar algún tipo de objeto, por ejemplo, para identificar la ubicación donde se encuentra y permitir que el médico elija la mejor técnica para retirarlo.
Cómo funciona la radiografía
Para realizar una radiografía, es necesario colocar la parte del cuerpo a examinar, entre una máquina que produce las radiografías y una placa de película dura.
Dado que la radiografía es un tipo de radiación que puede atravesar fácilmente la piel, los tejidos blandos y el aire, pero es absorbida por los tejidos más duros, como los huesos, solo los rayos que atraviesan llegan a la placa de película. Cuando esto sucede, los rayos que lograron pasar provocan una reacción en la plata de la película que la vuelve negra.
Así, cuando se revela la película, las partes blandas y el aire aparecen en negro, mientras que las telas más duras son blancas. Cuando un técnico de imagen especializado evalúa la película, es capaz de referirse a los cambios presentes, lo que permite al médico llegar a un diagnóstico.
Cuales son los tipos principales
Dependiendo de la ubicación a evaluar, existen diferentes tipos de radiografías:
- Radiografía de pecho: se utiliza especialmente cuando tiene síntomas como dificultad para respirar, dolor en el pecho o tos persistente, para evaluar si hay cambios en las costillas, los pulmones o el corazón;
- Radiografía dental: es muy utilizado por el dentista para observar en detalle los dientes y las estructuras de la boca que sujetan los dientes, permitiendo tener una imagen del interior de las encías. Vea cuándo debe hacerse;
- Radiografía renal: se puede solicitar cuando existen síntomas como dolor abdominal, dolor al orinar o cualquier tipo de alteración renal y puede ayudar a diagnosticar cálculos renales o la presencia de tumores, por ejemplo.
En algunos tipos de radiografías, el técnico de imágenes puede necesitar usar algún tipo de contraste, que es un líquido que le permite observar algunas estructuras corporales con mayor detalle. El contraste puede inyectarse directamente en la vena, tragarse o colocarse como un enema en el intestino, según la parte del cuerpo que se va a evaluar.
Cómo prepararse para una radiografía
Por lo general, no existe un tipo especial de preparación para realizar una radiografía, sin embargo, es recomendable usar ropa holgada y cómoda, especialmente donde la radiografía será necesaria.
Las personas con implantes metálicos o prótesis deben informar al técnico o médico, ya que este tipo de material puede alterar la imagen o cubrir los lugares a observar.
En caso de que necesites hacerte una radiografía de abdomen o tracto gastrointestinal, el médico puede recomendarte el ayuno, según lo que quieras evaluar.
Posibles riesgos de los rayos X
La radiación liberada por los rayos X es muy baja y, por lo tanto, esta prueba se considera segura para la mayoría de los adultos, sin riesgo de cáncer. Sin embargo, si necesita usar cualquier tipo de contraste, existe un mayor riesgo de efectos secundarios como:
- Manchas rojas en la piel;
- Picazón intensa;
- Náusea;
- Sensación de desmayo;
- Sabor metálico en boca.
Estos efectos son normales, sin embargo, si se vuelven muy intensos o si se dificulta la respiración, pueden ser un signo de una reacción alérgica grave y, en tales casos, es importante informar al técnico de inmediato.
En el caso de mujeres embarazadas y niños, se deben evitar las radiografías, y se debe dar preferencia a otro tipo de pruebas, ya que la radiación puede provocar cambios en el feto o en el proceso de crecimiento del niño. Compruebe cuántas radiografías puede realizar la mujer embarazada.