¿Qué causa los moretones aleatorios?
Contenido
- Hechos rápidos
- 1. Ejercicio intenso
- 2. Medicación
- 3. Deficiencia de nutrientes
- 4. Diabetes
- 5. Enfermedad de Von Willebrand
- 6. Trombofilia
- Causas menos comunes
- 7. Quimioterapia
- 8. Linfoma no Hodgkin
- Causas raras
- 9. Trombocitopenia inmunitaria (PTI)
- 10. Hemofilia A
- 11. Hemofilia B
- 12. Síndrome de Ehlers-Danlos
- 13. Síndrome de Cushing
- Cuándo consultar a un médico u otro proveedor de atención médica
¿Es esto motivo de preocupación?
Los hematomas esporádicos no suelen ser motivo de preocupación. Estar atento a otros síntomas inusuales puede ayudarlo a determinar si existe una causa subyacente.
A menudo, puede reducir el riesgo de sufrir hematomas en el futuro si se asegura de obtener los nutrientes adecuados en su dieta.
Siga leyendo para obtener más información sobre las causas comunes, a qué prestar atención y cuándo consultar a un médico.
Hechos rápidos
- Esta tendencia puede ser hereditaria. Los trastornos hereditarios, como la enfermedad de von Willebrand, pueden afectar la capacidad de coagulación de la sangre y pueden provocar hematomas con facilidad.
- Las hembras se magullan con más facilidad que los machos. Los investigadores han descubierto que cada sexo organiza la grasa y los vasos sanguíneos de manera diferente dentro del cuerpo. Los vasos sanguíneos están firmemente asegurados en los machos, lo que los hace menos vulnerables al daño.
- Los adultos mayores también se magullan con más facilidad. La estructura protectora de la piel y el tejido graso que protege los vasos sanguíneos se debilita con el tiempo. Esto significa que puede desarrollar moretones después de lesiones menores.
1. Ejercicio intenso
El ejercicio intenso puede dejarlo con algo más que dolor muscular. Si recientemente se ha exagerado en el gimnasio, puede desarrollar hematomas alrededor de los músculos afectados.
Cuando se tensa un músculo, se lesiona el tejido muscular profundamente debajo de la piel. Esto puede hacer que los vasos sanguíneos estallen y goteen sangre al área circundante. Si sangra más de lo normal por algún motivo, la sangre se acumulará debajo de la piel y le provocará un hematoma.
2. Medicación
Ciertos medicamentos lo hacen más susceptible a los hematomas.
Los anticoagulantes (diluyentes de la sangre) y los analgésicos de venta libre (OTC) como la aspirina, el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno (Aleve) afectan la capacidad de coagulación de la sangre.
Cuando la sangre tarda más en coagularse, una mayor cantidad se escapa de los vasos sanguíneos y se acumula debajo de la piel.
Si sus hematomas están relacionados con el uso excesivo de medicamentos, también puede experimentar:
- gas
- hinchazón
- dolor de estómago
- acidez
- náusea
- vomitando
- Diarrea
- estreñimiento
Si sospecha que sus hematomas son el resultado del uso de medicamentos recetados o de venta libre, consulte a un médico. Ellos pueden asesorarle sobre los próximos pasos.
3. Deficiencia de nutrientes
Las vitaminas cumplen muchas funciones importantes en la sangre. Ayudan en la formación de glóbulos rojos, ayudan a mantener los niveles de minerales y reducen el colesterol.
La vitamina C, por ejemplo, refuerza su sistema inmunológico y ayuda en la cicatrización de heridas. Si no obtiene suficiente vitamina C, su piel puede comenzar a tener moretones con facilidad, lo que resulta en moretones "aleatorios".
Otros síntomas de una deficiencia de vitamina C incluyen:
- fatiga
- debilidad
- irritabilidad
- encías hinchadas o sangrantes
Puede comenzar a tener moretones fácilmente si no obtiene suficiente hierro. Eso se debe a que su cuerpo necesita hierro para mantener saludables las células sanguíneas.
Si sus células sanguíneas no están sanas, su cuerpo no podrá obtener el oxígeno que necesita para funcionar. Esto puede hacer que su piel sea más susceptible a los hematomas.
Otros síntomas de la deficiencia de hierro incluyen:
- fatiga
- debilidad
- dolores de cabeza
- mareo
- dificultad para respirar
- una lengua hinchada o adolorida
- una sensación de hormigueo o hormigueo en las piernas
- manos o pies fríos
- antojos de comer cosas que no son comida, como hielo, tierra o arcilla
- una lengua hinchada o adolorida
Aunque es poco común en adultos sanos, las deficiencias de vitamina K pueden disminuir la velocidad a la que se coagula la sangre. Cuando la sangre no se coagula rápidamente, una mayor cantidad se acumula debajo de la piel y forma un hematoma.
Otros síntomas de la deficiencia de vitamina K incluyen:
- sangrado en la boca o encías
- sangre en las heces
- períodos abundantes
- sangrado excesivo por pinchazos o heridas
Si sospecha que sus hematomas son el resultado de una deficiencia, consulte a un proveedor de atención médica. Es posible que le receten tabletas de hierro u otros medicamentos, además de ayudarlo a modificar su dieta, para satisfacer sus necesidades nutricionales.
4. Diabetes
La diabetes es una condición metabólica que afecta la capacidad de su cuerpo para producir o usar insulina.
Aunque la diabetes en sí no causa hematomas, puede retrasar el tiempo de curación y permitir que los hematomas persistan más de lo normal.
Si aún no ha recibido un diagnóstico de diabetes, busque otros síntomas como:
- aumento de la sed
- aumento de la micción
- aumento del hambre
- pérdida de peso involuntaria
- visión borrosa
- hormigueo, dolor o entumecimiento en las manos o los pies
Consulte a un médico u otro proveedor de atención médica si experimenta uno o más de estos síntomas junto con hematomas. Pueden hacer un diagnóstico, si es necesario, y aconsejarle sobre los próximos pasos.
Si ya se ha diagnosticado diabetes, sus hematomas pueden ser simplemente el resultado de una cicatrización lenta de la herida. También puede resultar de pincharse la piel para analizar su nivel de azúcar en sangre o inyectarse insulina.
5. Enfermedad de Von Willebrand
La enfermedad de Von Willebrand es un trastorno genético que afecta la capacidad de coagulación de la sangre.
Las personas con la enfermedad de von Willebrand nacen con la afección, pero es posible que no desarrollen síntomas hasta más adelante en la vida. Este trastorno hemorrágico es una afección de por vida.
Cuando la sangre no se coagula como debería, el sangrado puede ser más intenso o más prolongado de lo normal. Siempre que esta sangre quede atrapada debajo de la superficie de la piel, formará un hematoma.
Alguien con la enfermedad de von Willebrand puede notar hematomas grandes o abultados de lesiones menores, incluso imperceptibles.
Otros síntomas incluyen:
- sangrado severo después de lesiones, trabajos dentales o cirugías
- hemorragias nasales que duran más de 10 minutos
- sangre en la orina o las heces
- períodos abundantes o largos
- grandes coágulos de sangre (más de una pulgada) en su flujo menstrual
Consulte a un médico si sospecha que sus síntomas son el resultado de la enfermedad de von Willebrand.
6. Trombofilia
La trombofilia significa que su sangre tiene una mayor tendencia a coagularse. Esta condición ocurre cuando su cuerpo produce demasiados o muy pocos químicos coagulantes.
La trombofilia generalmente no presenta síntomas hasta que se desarrolla un coágulo de sangre.
Si desarrolla un coágulo de sangre, es probable que su médico le haga una prueba de trombofilia y le recete anticoagulantes (anticoagulantes). Las personas que toman anticoagulantes se magullan más fácilmente.
Causas menos comunes
En algunos casos, los hematomas al azar pueden estar asociados con una de las siguientes causas menos comunes.
7. Quimioterapia
Las personas que tienen cáncer a menudo experimentan sangrado excesivo y hematomas.
Si está recibiendo quimioterapia o radioterapia, es posible que tenga un recuento bajo de plaquetas en sangre (trombocitopenia).
Sin suficientes plaquetas, la sangre se coagula más lentamente de lo normal. Esto significa que un golpe o lesión leve puede causar moretones grandes o abultados.
Las personas que tienen cáncer y tienen dificultades para comer también pueden experimentar deficiencias de vitaminas que afectan la capacidad de coagulación de la sangre.
Las personas que tienen cánceres en partes del cuerpo responsables de la producción de sangre, como el hígado, también pueden experimentar una coagulación inusual.
8. Linfoma no Hodgkin
El linfoma no Hodgkin es un cáncer que se origina en los linfocitos, que son parte del sistema inmunológico.
El síntoma más común del linfoma no Hodgkin es la inflamación indolora de los ganglios linfáticos, que se encuentran en el cuello, la ingle y la axila.
Si el LNH se disemina a la médula ósea, puede reducir la cantidad de células sanguíneas en su cuerpo. Esto puede hacer que disminuya el recuento de plaquetas, lo que afectará la capacidad de coagulación de la sangre y provocará hematomas y sangrado con facilidad.
Otros síntomas incluyen:
- sudores nocturnos
- fatiga
- fiebre
- tos, dificultad para tragar o falta de aire (si el linfoma está en el área del pecho)
- indigestión, dolor de estómago o pérdida de peso (si el linfoma está en el estómago o en los intestinos)
Si el LNH se disemina a la médula ósea, puede reducir la cantidad de células sanguíneas en su cuerpo. Esto puede hacer que disminuya el recuento de plaquetas, lo que afectará la capacidad de coagulación de la sangre y provocará hematomas y sangrado con facilidad.
Causas raras
En casos raros, una de las siguientes condiciones puede causar hematomas al azar.
9. Trombocitopenia inmunitaria (PTI)
Este trastorno hemorrágico es causado por un recuento bajo de plaquetas. Sin suficientes plaquetas, la sangre tiene problemas para coagularse.
Las personas con PTI pueden desarrollar hematomas sin motivo aparente. El sangrado debajo de la piel también puede presentarse como puntos rojos o morados del tamaño de un pinchazo que se asemejan a una erupción.
Otros síntomas incluyen:
- sangrado de las encías
- hemorragias nasales
- períodos menstruales abundantes
- sangre en la orina o las heces
10. Hemofilia A
La hemofilia A es una afección genética que afecta la capacidad de coagulación de la sangre.
A las personas que tienen hemofilia A les falta un factor de coagulación importante, el factor VIII, lo que provoca sangrado excesivo y hematomas.
Otros síntomas incluyen:
- dolor e hinchazón de las articulaciones
- sangrado espontáneo
- sangrado excesivo después de una lesión, cirugía o parto
11. Hemofilia B
A las personas que tienen hemofilia B les falta un factor de coagulación llamado factor IX.
Aunque la proteína específica involucrada en este trastorno es diferente a la asociada con la hemofilia A, las afecciones comparten los mismos síntomas.
Esto incluye:
- sangrado excesivo y hematomas
- dolor e hinchazón de las articulaciones
- sangrado espontáneo
- sangrado excesivo después de una lesión, cirugía o parto
12. Síndrome de Ehlers-Danlos
El síndrome de Ehlers-Danlos es un grupo de afecciones hereditarias que afectan los tejidos conectivos. Esto incluye las articulaciones, la piel y las paredes de los vasos sanguíneos.
Las personas que tienen esta afección tienen articulaciones que se mueven mucho más allá del rango de movimiento típico y piel elástica. La piel también es fina, frágil y se daña fácilmente. Los moretones son comunes.
13. Síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing se desarrolla cuando tiene demasiado cortisol en la sangre. Esto puede deberse a un aumento en la producción natural de cortisol de su cuerpo o al uso excesivo de medicamentos corticosteroides.
El síndrome de Cushing hace que la piel se adelgace, lo que resulta en moretones fáciles.
Otros síntomas incluyen:
- estrías de color púrpura en los senos, brazos, abdomen y muslos
- aumento de peso inexplicable
- depósitos de tejido graso en la cara y la parte superior de la espalda
- acné
- fatiga
- aumento de la sed
- aumento de la micción
Cuándo consultar a un médico u otro proveedor de atención médica
La mayoría de los casos de hematomas al azar no son motivo de preocupación.
Pero si aún encuentra moretones inusuales después de cambiar su dieta o reducir el consumo de analgésicos de venta libre, puede ser el momento de consultar a un médico.
Consulte a un médico u otro proveedor de atención médica de inmediato si experimenta alguno de los siguientes:
- un hematoma que aumenta de tamaño con el tiempo
- un hematoma que no cambia en dos semanas
- sangrado que no se puede detener fácilmente
- dolor severo o sensibilidad
- hemorragias nasales graves o prolongadas
- sudores nocturnos severos (que empapan su ropa)
- períodos inusualmente abundantes o grandes coágulos de sangre en el flujo menstrual