9 formas de reducir el riesgo de un segundo ataque cardíaco
Contenido
- 1. No fume
- 2. Controle su presión arterial y niveles de colesterol
- 3. Verificar y controlar la diabetes
- 4. Haga ejercicio físico con regularidad
- 5. Mantenga un peso saludable
- 6. Siga una dieta saludable para el corazón
- 7. Controle su nivel de estrés
- 8. Cumpla con sus medicamentos
- 9. Mantenga un contacto regular con su médico
- La comida para llevar
Recuperarse de un ataque cardíaco puede parecer un proceso muy largo. Su médico puede recomendarle que cambie todo, desde lo que come hasta su rutina normal de actividad física.
Estos cambios pueden mejorar enormemente su salud en general y, lo que es más importante, reducir el riesgo de sufrir otro ataque cardíaco.
Aquí hay nueve pasos que puede seguir para superar las probabilidades.
1. No fume
El tabaquismo es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardíacas y debe evitarse a toda costa. Si fuma, hable con su médico para encontrar un plan que le ayude a dejar de fumar.
El tabaco causa coágulos de sangre, daña los vasos sanguíneos y puede dificultar que la sangre y el oxígeno lleguen al corazón y a otros órganos. La nicotina también aumenta la presión arterial. Y, mientras lo hace, también manténgase alejado del humo de segunda mano. Puede ser perjudicial incluso si no fuma.
2. Controle su presión arterial y niveles de colesterol
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, tensiona el corazón y los vasos sanguíneos. Los cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio, seguir una dieta baja en sodio y mantener un peso saludable, pueden reducir la presión arterial. Su médico también puede recetarle betabloqueantes para ayudar.
Hay dos tipos de colesterol: las lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno" y las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol "malo".
Demasiado colesterol malo aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y otro ataque cardíaco. Su médico puede recetarle estatinas para reducir el nivel de LDL. El ejercicio regular y una dieta saludable para el corazón también pueden contribuir a reducir la presión arterial y el colesterol malo.
3. Verificar y controlar la diabetes
Tanto la diabetes tipo 1 como la tipo 2 están relacionadas con los niveles de la hormona insulina. Las personas con diabetes tipo 1 no producen insulina, mientras que las que tienen diabetes tipo 2 no producen suficiente insulina ni la usan correctamente.
Ambos tipos de diabetes aumentan el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral. Si tiene diabetes, controlarla con medicamentos, ejercicio y cambios en la dieta es vital para reducir la posibilidad de un segundo ataque cardíaco.
4. Haga ejercicio físico con regularidad
Ya sea que camine, trote, corra, monte en bicicleta, nade o baile, el ejercicio cardiovascular regular fortalece su corazón y reduce su nivel de LDL y su presión arterial. También ayuda a aliviar el estrés, aumenta su nivel de energía y ayuda a controlar el peso.
Con tantos efectos positivos, no es de extrañar que la American Heart Association recomiende al menos 150 minutos por semana de ejercicio moderado o 75 minutos por semana de ejercicio vigoroso, unos 30 minutos al día. Antes de comenzar un régimen de ejercicios, asegúrese de obtener la aprobación de su proveedor de atención médica.
5. Mantenga un peso saludable
Cargar peso adicional requiere que su corazón trabaje más y con menos eficiencia. Incluso si no tiene otros factores de riesgo, el exceso de grasa corporal lo pone en mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Hable con su médico si tiene problemas para perder peso. Pueden recomendarle un programa de pérdida de peso o un plan de tratamiento para ayudarlo a cambiar los comportamientos no saludables.
6. Siga una dieta saludable para el corazón
Una dieta rica en grasas saturadas y trans puede provocar la acumulación de placa en las arterias. Esta acumulación ralentiza o impide el flujo de sangre a su corazón y puede resultar en un ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca.
Al reducir las grasas saturadas y las grasas trans, puede reducir su nivel de colesterol malo. Modifique su dieta para incluir menos carnes rojas, sal, azúcar y productos lácteos ricos en grasas. Agregue más frutas, verduras y proteínas magras.
7. Controle su nivel de estrés
Después de un ataque cardíaco, es normal que experimente una amplia gama de emociones.
Puede sentirse deprimido, especialmente si le resulta difícil adaptarse a los nuevos cambios de estilo de vida. También puede preocuparse por tener otro ataque cardíaco y sentirse fácilmente enojado e irritable. Hable sobre sus cambios de humor con su médico y su familia, y no tema pedir ayuda.
8. Cumpla con sus medicamentos
Después de un ataque cardíaco, es probable que su médico le recete un tratamiento para prevenir otro ataque cardíaco. Es importante que siga el tratamiento para mantenerse saludable.
Algunos de los tratamientos que le pueden administrar son:
- Bloqueadores beta. Estos tratan la presión arterial alta y otras afecciones cardíacas al reducir la frecuencia cardíaca y la carga de trabajo del corazón.
- Antitrombóticos (antiplaquetarios / anticoagulantes). Estos ayudan a prevenir la formación de coágulos de sangre. Por lo general, se recetan si se sometió a un procedimiento cardíaco como una angioplastia o recibió un stent.
- Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA). Estos medicamentos tratan la presión arterial alta y la insuficiencia cardíaca al interferir con la producción del cuerpo de angiotensina, una sustancia química en el cuerpo que hace que las arterias se contraigan.
- Estatinas. Estos medicamentos ayudan al cuerpo a procesar y eliminar el colesterol malo. Esto no solo reduce el colesterol, sino que también protege el revestimiento interno de las arterias.
Su médico decidirá qué tratamiento es mejor para usted según su situación.
9. Mantenga un contacto regular con su médico
Su médico no puede controlar su progreso y hacer los ajustes necesarios si no sabe lo que está sucediendo. Cumpla con todas sus citas programadas y asegúrese de que su médico esté al tanto de su progreso o cualquier contratiempo, especialmente si está experimentando algún dolor. La comunicación abierta y honesta es clave para prevenir un segundo incidente cardíaco.
La comida para llevar
Tiene el poder y las herramientas para reducir el riesgo de un segundo ataque cardíaco, ¡utilícelos! Estos cambios no solo reducirán su riesgo de un segundo ataque cardíaco, sino que también ayudarán a aliviar sus preocupaciones sobre otro incidente. Además, le ayudarán a verse y sentirse mejor en general.