Entender por qué los cambios de temperatura pueden causar dolor
Contenido
- 1. Disminución del diámetro de los vasos sanguíneos y la contracción muscular.
- 2. Mayor sensibilidad de las terminaciones nerviosas de la piel.
- 3. Cambio en la carga eléctrica del aire.
- 4. Cambio de humor
- Cómo aliviar el dolor y la incomodidad.
Las personas más afectadas por el dolor por cambios bruscos de temperatura, son aquellas que presentan algún tipo de dolor crónico como fibromialgia, artritis reumatoide, artrosis, padecen sinusitis o migraña, y también aquellas que se han sometido a algún tipo de cirugía ortopédica en su manos, pies, brazos o piernas, y especialmente aquellos que tengan una prótesis de platino.
El dolor puede aparecer o agravarse incluso 2 días antes de que cambie el clima y aunque la ciencia aún no ha podido aclarar cuál es la relación entre las enfermedades crónicas y los cambios meteorológicos existen 4 hipótesis que pueden explicar este fenómeno:
1. Disminución del diámetro de los vasos sanguíneos y la contracción muscular.
En un cambio brusco de temperatura, los vasos sanguíneos disminuyen levemente su diámetro y los músculos y articulaciones tienden a contraerse más para que haya una temperatura adecuada y más sangre en los órganos, ya que son esenciales para la vida. Con menos sangre y calor en los extremos del cuerpo, cualquier toque o golpe puede ser aún más doloroso y el sitio de la cicatriz está más retraído y los receptores del dolor ubicados en las regiones más profundas del cuerpo son más sensibles y envían el estímulo del dolor al cerebro al menor estímulo.
2. Mayor sensibilidad de las terminaciones nerviosas de la piel.
Según esta teoría, los cambios bruscos de temperatura nos hacen más notorios el dolor porque las terminaciones nerviosas ubicadas en la piel se vuelven más sensibles e incluso el cambio en el peso del aire, con la llegada del frío o la lluvia, conduce a un pequeña hinchazón de las articulaciones, que aunque no se percibe a simple vista, ya es suficiente para provocar la aparición o agravamiento del dolor articular. Esta teoría también puede explicar por qué cuando las personas se sumergen profundamente también se quejan del mismo tipo de dolor, ya que la presión del agua debajo del cuerpo tiene el mismo efecto.
3. Cambio en la carga eléctrica del aire.
Cuando viene frío o lluvia, el aire se vuelve más pesado y hay más electricidad estática y humedad en el ambiente y, supuestamente, esto puede provocar una pequeña contracción de los nervios periféricos, ubicados en los brazos, piernas, manos y pies. Esta contracción, aunque no se percibe fácilmente, puede dejar los nervios más receptivos a cualquier malestar, facilitando la estimulación del dolor.
4. Cambio de humor
En los días más fríos y lluviosos la gente tiende a estar más tranquila, más reflexiva e incluso más triste y propensa a la depresión. Estas sensaciones hacen que la persona esté más quieta, con menos calor producido por la contracción muscular y mayor rigidez en las articulaciones y estos factores combinados pueden disminuir la tolerancia al dolor y por tanto cualquier pequeño estímulo puede ser suficiente para empezar a molestarle mucho.
Cómo aliviar el dolor y la incomodidad.
La mejor manera de prevenir la aparición o agravamiento del dolor que surge cuando el clima se enfría repentinamente y hay pronóstico de lluvia o tormenta de verano, es mantener el cuerpo bien caliente, sin permitirse sentir el frío, y colocar un compresa tibia en la articulación adolorida o en el lugar de la cirugía.
Además, es importante mantenerse activo y en movimiento porque la contracción muscular promueve el calor y aumenta la temperatura corporal al calentar los músculos y las articulaciones, lo que reduce el dolor.
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