Agua de rodilla: síntomas y opciones de tratamiento
Contenido
- Síntomas de agua en la rodilla
- Tratamiento para eliminar el agua de la rodilla.
- 1. Remedios
- 2. Fisioterapia
- 3. Cirugía
- 4. Tratamiento domiciliario
El agua de la rodilla, científicamente llamada sinovitis en la rodilla, es una inflamación de la membrana sinovial, un tejido que recubre la rodilla internamente, lo que provoca un aumento en la cantidad de líquido sinovial y provoca síntomas como dolor, hinchazón y dificultad para moverse. . El agua de la rodilla es curable y su tratamiento incluye reposo, fisioterapia, medicación y, en algunos casos, cirugía.
La acumulación de agua en la rodilla puede ser provocada por un golpe en la rodilla o por situaciones como el traumatismo directo, que es cuando la persona cae de rodillas al suelo o tras un esguince de tobillo, sin embargo, también puede surgir en caso de de enfermedades crónicas como artritis reumatoide, osteoartritis u osteoartritis, gota, hemofilia, esfuerzo repetitivo.
El líquido sinovial es un líquido lubricante presente en la rodilla, que es transparente o de color amarillo pálido. Su cantidad varía entre 2 a 3,5 ml pero en caso de sinovitis esta cantidad puede llegar a 20, 40, 80 e incluso 100 ml provocando molestias dolorosas.
Síntomas de agua en la rodilla
Los síntomas de la sinovitis en la rodilla surgen debido al aumento de líquido sinovial dentro de esa articulación, causando:
- Dolor de rodilla;
- Dificultad para caminar y estirar completamente la pierna;
- Hinchazón en la rodilla;
- Debilidad de los músculos de los muslos y piernas.
Si se identifican estos síntomas, la persona debe acudir al médico ortopédico para una evaluación. El médico puede realizar una punción del líquido sinovial extrayendo una porción de esta "agua de la rodilla" y enviándola a pruebas de laboratorio para identificar si hay glucosa o un aumento de proteínas o anticuerpos en ese líquido.
Tratamiento para eliminar el agua de la rodilla.
El tratamiento para el agua de la rodilla lo indica el ortopedista según los síntomas de la persona y la cantidad de líquido acumulado en la rodilla debido a la inflamación. Por tanto, algunas opciones de tratamiento son:
1. Remedios
El tratamiento de la sinovitis de rodilla se inicia con el uso de antiinflamatorios, corticosteroides (orales o inyectables), seguido de fisioterapia. En algunos casos, el médico puede eliminar el exceso de líquido intraarticular mediante una punción.
2. Fisioterapia
En cuanto al tratamiento fisioterapéutico, la electroterapia será una parte importante del tratamiento, así como el fortalecimiento muscular y la ganancia de amplitud articular. Ultrasonido, TENS, corriente farmacéutica y láser son algunos ejemplos de dispositivos que están generalmente indicados en el tratamiento fisioterapéutico de la sinovitis de rodilla, antes o después de la cirugía.
3. Cirugía
La cirugía está indicada en el caso de sinovitis crónica, cuando el dolor de rodilla persiste durante más de 6 meses por artritis reumatoide o artritis, sin mejoría con medicación, fisioterapia o punción. La cirugía se puede realizar de forma abierta o mediante artroscopia y consiste en extirpar buena parte del tejido sinovial y si los meniscos también se ven afectados también se puede extirpar.
Después de la cirugía se venda la pierna durante 48 horas con la pierna elevada para combatir la hinchazón, se recomienda mover los pies para evitar una trombosis venosa profunda. Vea cómo es la recuperación de la artroscopia.
En las 73 horas posteriores a la cirugía se puede comenzar a caminar con muletas y se pueden iniciar los ejercicios isométricos, sin el movimiento de la rodilla, y a medida que la persona mejora, se pueden iniciar los ejercicios doblando la rodilla y usando pesas, siempre bajo la guía del fisioterapeuta . El tiempo de recuperación de esta cirugía es de aproximadamente 6 a 8 semanas, en cirugía abierta, y de 7 a 10 días, en caso de artroscopia de rodilla.
4. Tratamiento domiciliario
Un buen tratamiento casero para sacar el agua de la rodilla consiste en colocar una bolsa de agua fría sobre la articulación hinchada y dolorida, de 3 a 4 veces al día. Para ello, basta con comprar una bolsa de gel en la farmacia o droguería y dejarla en el congelador durante unas horas. Cuando esté congelado, envuélvalo con toallas de papel y colóquelo directamente sobre la rodilla, dejando actuar hasta 15 minutos a la vez.
La mayoría de las veces no se recomienda ponerse una bolsa de agua caliente en la rodilla, solo bajo recomendación del médico o fisioterapeuta.
Un buen ejercicio es acostarse boca arriba y doblar la pierna hasta el límite del dolor, que es el punto en el que empieza a molestarle, para luego volver a estirar. Este movimiento debe repetirse unas 20 veces, sin forzar demasiado la pierna, para no aumentar el dolor.