Los síntomas de la enfermedad renal crónica.
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En la mayoría de los casos, la enfermedad renal crónica progresa sin síntomas hasta que alcanza su etapa más avanzada. Sin embargo, puede haber algunos signos como:
- Náuseas y vómitos;
- Pérdida del apetito sin causa aparente;
- Cansancio excesivo durante el día;
- Dificultad para conciliar el sueño;
- Cambios en la cantidad de orina durante el día;
- Dificultad para concentrarse o pensar;
- Calambres o temblores musculares;
- Prurito constante en todo el cuerpo;
- Hinchazón de pies y manos;
- Sensación de falta de aire constante.
Generalmente, la enfermedad renal crónica es más común en personas que padecen hipertensión arterial o diabetes, pero que no reciben el tratamiento adecuado. Esto se debe a que el exceso de presión en los vasos y los niveles altos de azúcar en sangre causan daño a los pequeños vasos sanguíneos de los riñones que, con el tiempo, pierden su capacidad para filtrar la sangre de forma adecuada y eliminar toxinas.
Así, al tratarse de una enfermedad silenciosa, se aconseja que las personas con mayor riesgo, como los ancianos o los pacientes con hipertensión arterial o diabetes no controlada, realicen un análisis de orina y sangre una vez al año para evaluar la calidad de la filtración renal.
¿Qué puede causar una enfermedad renal?
Los cambios renales generalmente son causados por otros problemas de salud como:
- Diabetes no controlada;
- Hipertensión;
- Inflamación de los riñones;
- Hipertrofia prostática benigna;
- Infecciones renales recurrentes.
Una vez identificada la enfermedad renal crónica, es importante conocer la causa específica que está provocando el daño renal, para poder iniciar el tratamiento adecuado y no agravar la situación.
Como se hace el tratamiento
El paso más importante en el tratamiento de la enfermedad renal crónica es identificar qué está causando el daño renal y comenzar el tratamiento para ese problema. Así, si es posible eliminar la causa, es posible curar la enfermedad renal, si se encuentra en una etapa un poco avanzada.
Además, se recomienda llevar una dieta con más carbohidratos y menos proteínas, sodio y potasio para facilitar el funcionamiento de los riñones. Obtenga más información sobre cómo tratar este problema.
En los casos más graves, donde la enfermedad está muy avanzada o no se puede identificar la causa, el daño renal puede causar insuficiencia renal, que debe tratarse con diálisis frecuente o trasplante de riñón, por ejemplo.