8 primeros síntomas de la malaria
Contenido
Los primeros síntomas de la malaria pueden aparecer de 1 a 2 semanas después de la infección por los protozoos del género. Plasmodium sp.A pesar de ser generalmente leve a moderada, la malaria puede desarrollar condiciones severas, por lo tanto, el diagnóstico debe realizarse lo antes posible, ya que el tratamiento correcto y rápido son las formas más adecuadas para reducir la severidad y mortalidad de esta enfermedad.
El primer síntoma que surge es la fiebre alta, que puede llegar a los 40ºC, pero otros signos y síntomas clásicos de la malaria incluyen:
- Temblores y escalofríos;
- Sudor intenso;
- Dolores en todo el cuerpo;
- Dolor de cabeza;
- Debilidad;
- Malestar general;
- Náuseas y vómitos.
Es común que la fiebre y la intensificación de los síntomas se presenten repentinamente cada 2 a 3 días, durante unas 6 a 12 horas, tiempo durante el cual los glóbulos rojos se rompen y los parásitos circulan por el torrente sanguíneo, situación muy característica de la malaria.
Sin embargo, los patrones de la enfermedad varían según el tipo de malaria, ya sea complicada o no, y las complicaciones pueden ser fatales.
Signos y síntomas de la malaria cerebral
En algunos casos, la infección puede desarrollar complicaciones graves, siendo la malaria cerebral la más común e importante. Algunos síntomas que indican malaria cerebral incluyen:
- Rigidez en el cuello;
- Desorientación;
- Somnolencia;
- Convulsiones;
- Vómitos |;
- Estado de coma.
La malaria cerebral puede causar riesgo de muerte y comúnmente se confunde con otras enfermedades neurológicas graves como la meningitis, el tétanos, la epilepsia y otras enfermedades del sistema nervioso central.
Otras complicaciones de la malaria incluyen anemia, plaquetas reducidas, insuficiencia renal, ictericia e insuficiencia respiratoria, que también son graves y deben controlarse durante toda la enfermedad.
¿Qué pruebas confirman la malaria?
El diagnóstico de malaria se realiza mediante un análisis microscópico del análisis de sangre, también conocido como gota espesa. Esta prueba debe estar disponible en el centro de salud o en el hospital, especialmente en las zonas más afectadas por la malaria, y se realiza siempre que aparecen síntomas indicativos de la infección.
Además, se han desarrollado nuevas pruebas inmunológicas para facilitar y acelerar la confirmación del paludismo. Si el resultado indica que realmente se trata de malaria, el médico también puede ordenar otras pruebas para monitorear y evaluar posibles complicaciones, como hemograma, análisis de orina y radiografía de tórax.
Cómo tratar la malaria
El objetivo del tratamiento de la malaria es destruir el Plasmodium y prevenir su transmisión con medicamentos antipalúdicos. Existen diferentes esquemas de tratamiento, que varían según la especie de Plasmodium, edad del paciente, gravedad de la enfermedad y si existen condiciones de salud asociadas, como embarazo u otras enfermedades.
Los fármacos utilizados pueden ser cloroquina, primaquina, artemeter y lumefantrina o artesunato y mefloquina. Los niños, bebés y mujeres embarazadas pueden ser tratados con Quinina o Clindamicina, siempre de acuerdo con las recomendaciones médicas y generalmente se sugiere el ingreso hospitalario, ya que se trata de una enfermedad grave y potencialmente fatal.
Las personas que viven en lugares donde esta enfermedad es común pueden tener malaria más de una vez. Los mosquitos pican fácilmente a los bebés y los niños y, por lo tanto, pueden desarrollar esta enfermedad varias veces durante su vida. Es importante recordar que el tratamiento debe iniciarse lo antes posible porque puede haber complicaciones que pueden conducir a la muerte. Obtenga más detalles sobre cómo se realiza el tratamiento y cómo recuperarse más rápido.