Principales síntomas de deshidratación (leve, moderada y grave)
Contenido
- 1. Deshidratación leve
- 2. Deshidratación moderada
- 3. Deshidratación severa
- Cómo identificar la deshidratación del bebé
- Cómo confirmar la deshidratación
- Tratamiento para la deshidratación
La deshidratación ocurre cuando hay poca agua disponible para el buen funcionamiento del cuerpo, generando síntomas como dolor de cabeza severo, cansancio, sed intensa, boca seca y poca orina, por ejemplo.
Para que se produzca una situación de deshidratación se debe perder más agua de la que se ingiere, y esto puede suceder por varias razones, como estar en un ambiente de alta temperatura durante mucho tiempo, hacer ejercicio demasiado intenso o sufrir vómitos y diarreas constantes.
La deshidratación es más común en niños y ancianos, pero esto generalmente se debe a que es común que ellos no sientan sed con tanta frecuencia y terminen por no beber suficiente agua a lo largo del día. Por esta razón, es muy importante estar atento a los signos de deshidratación en esta población.
Según el grado de deshidratación, los síntomas pueden variar:
1. Deshidratación leve
Los primeros síntomas de la deshidratación suelen ser:
- Sensación de sed constante;
- Disminución de la cantidad de orina.
- Orina de color amarillo oscuro.
Estos síntomas pueden pasar desapercibidos fácilmente, especialmente en los ancianos, a quienes les resulta más difícil tener sed, incluso si lo necesitan. Por eso es muy importante beber agua siempre varias veces al día, especialmente si estás enfermo o durante el verano.
Por lo general, este tipo de deshidratación es fácil de tratar, solo se recomienda aumentar la ingesta de agua durante el día.
2. Deshidratación moderada
Cuando la deshidratación continúa empeorando y no hay tratamiento, comienzan a aparecer otros síntomas, que suelen estar relacionados con una condición de deshidratación moderada como dolor muscular, calambres, pérdida del equilibrio, empeoramiento del dolor de cabeza y mareos.
En deshidratación moderada, además de ofrecer más agua, también se recomienda llevar suero casero o una solución de rehidratación oral, vendida en la farmacia, que además de agua también ayuda a restaurar los niveles de minerales.
3. Deshidratación severa
En los casos más graves, en los que hay una pérdida de más del 10 al 15% de agua corporal, los síntomas empeoran y pueden incluir:
- Falta de sudor;
- Piel y labios secos;
- Disminución de la frecuencia cardíaca;
- Círculos oscuros en los ojos;
- Fiebre baja y constante.
En personas más sensibles, como niños y ancianos, pueden ocurrir períodos de delirio, así como desmayos.
En estos casos, el tratamiento por lo general debe realizarse en el hospital con la administración de suero directamente en la vena y debe iniciarse lo antes posible para evitar complicaciones graves.
Cómo identificar la deshidratación del bebé
En el bebé, puede ser más complicado identificar una situación de deshidratación, por lo que los padres deben estar atentos a signos como:
- Lloro sin lágrimas;
- Fácil irritación;
- Somnolencia excesiva;
- Poca orina en el pañal, orinando menos de 5 veces al día y con un olor muy fuerte.
- Moleirinha más suave de lo habitual cuando se toca.
En los niños un poco mayores, puede haber dificultades para concentrarse y aprender en la escuela y pocas ganas de jugar. Vea cómo rehidratar al bebé y sepa cuándo acudir al pediatra.
Cómo confirmar la deshidratación
El diagnóstico de deshidratación lo realiza el médico y se puede realizar observando los síntomas presentados.
Además, uno puede asegurarse de que se trata de deshidratación cuando se pellizca un pliegue de piel en el dorso de la mano y esta piel vuelve lentamente a su estado original y para verificar la gravedad de la deshidratación, el médico también puede ordenar un análisis de sangre y orina.
Tratamiento para la deshidratación
El tratamiento de la deshidratación depende de la edad del paciente, sin embargo en adultos y niños es fundamental ingerir unos 2 L de líquidos al día y la rehidratación debe realizarse mediante la ingesta de agua, té, zumos de frutas, leche y sopa. También es importante comer verduras frescas, como tomates, frutas como sandía, queso fresco y yogur, por ejemplo. Si el paciente tiene dificultad para tragar, hidrátese ofreciéndole gelatina o agua gelificada, que se pueden encontrar en las farmacias.
La hidratación también se puede lograr mediante la ingestión de suero casero o en el hospital con el uso de suero inyectado directamente en la vena. He aquí cómo preparar suero casero en casa: