Espondilosis cervical: que es, síntomas y tratamiento
Contenido
- Cómo confirmar el diagnóstico
- Quién tiene mayor riesgo de desarrollar espondilosis cervical
- Como se hace el tratamiento
La espondilosis cervical, también conocida como artritis del cuello, es un desgaste normal de la edad que aparece entre las vértebras de la columna cervical, en la región del cuello, provocando síntomas como:
- Dolor en el cuello o alrededor del hombro;
- Dolor que se irradia desde el hombro a los brazos o los dedos;
- Debilidad en los brazos;
- Sensación de rigidez en el cuello;
- Dolor de cabeza que aparece en la nuca;
- Hormigueo que afecta los hombros y los brazos.
Algunas personas, con casos más graves de espondilosis, pueden perder el movimiento de brazos y piernas, tener dificultad para caminar y sentir rigidez en los músculos de las piernas. A veces, asociado con estos síntomas, también puede haber una sensación de urgencia para orinar o una incapacidad para retener la orina. En estos casos, es recomendable consultar a un ortopedista, ya que puede haber afectación de los nervios espinales.
Vea otras enfermedades de la columna que también pueden causar estos síntomas.
Cómo confirmar el diagnóstico
Para confirmar el diagnóstico de espondilosis cervical es importante consultar a un ortopedista. Generalmente, el médico comienza por hacer una evaluación física, para comprender cuáles son los síntomas y qué movimientos pueden empeorarlos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, se requieren pruebas de diagnóstico como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para garantizar que no haya otros problemas que puedan estar causando el mismo tipo de síntomas.
Dado que es necesario realizar un cribado de otras enfermedades de la columna, el diagnóstico de espondilosis cervical puede tardar unas semanas o meses en descubrirse, sin embargo, el tratamiento con fármacos puede iniciarse incluso antes de conocer el diagnóstico, para aliviar el dolor y mejorar la situación de la persona. calidad de vida.
Quién tiene mayor riesgo de desarrollar espondilosis cervical
La espondilosis cervical es muy común en los ancianos, debido a pequeños cambios que aparecen de forma natural en las articulaciones de la columna a lo largo de los años. Sin embargo, las personas que tienen sobrepeso, que tienen una mala postura o que tienen trabajos con movimientos repetidos del cuello también pueden desarrollar espondilosis.
Los principales cambios que ocurren en la columna incluyen:
- Discos deshidratados: después de los 40 años, los discos que se encuentran entre las vértebras de la columna se vuelven cada vez más deshidratados y pequeños, permitiendo el contacto entre los huesos, lo que provoca la aparición de dolor;
- Hernia de disco: son cambios muy frecuentes no solo en la edad, sino en las personas que levantan mucho peso sin protegerse la espalda. En estos casos, la hernia puede ejercer presión sobre la médula espinal, provocando varios tipos de síntomas;
- Espuelas en las vértebras: con la degeneración ósea, el cuerpo puede acabar produciendo espolones, que son acumulaciones de hueso, que se producen para intentar fortalecer la columna. Estos espolones también pueden terminar ejerciendo presión sobre la columna y varios nervios en la región de la columna.
Además, los ligamentos de la columna también pierden su elasticidad, provocando dificultad para mover el cuello e incluso la aparición de dolor u hormigueo.
Como se hace el tratamiento
En la mayoría de los casos, el tratamiento de la espondilosis cervical se inicia con el uso de analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares, que ayudan a aliviar el dolor y disminuir la rigidez en el cuello. Sin embargo, también se recomiendan sesiones de fisioterapia para ayudar a estirar y fortalecer los músculos de la región, mejorando en gran medida los síntomas de forma natural.
Dependiendo de la intensidad de los síntomas, el médico también puede recomendar la inyección de corticosteroides directamente en el sitio. En casos más raros, en los que los síntomas mejoran, también se puede recomendar una cirugía para corregir posibles cambios en las vértebras de la columna. Obtenga más información sobre cómo recuperarse de este tipo de cirugía y qué precauciones debe tomar.