6 causas principales del sudor frío (y que hacer)
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En la mayoría de los casos, el sudor frío no es un signo preocupante, aparece en situaciones de estrés o peligro y desaparece poco después. Sin embargo, el sudor frío también puede ser un signo de un problema de salud, como hipoglucemia, hipotensión, ansiedad o shock.
Siempre que este síntoma sea recurrente o muy intenso, es recomendable consultar a un médico de cabecera para valorar si existe algún problema que pueda estar en su origen, iniciando el tratamiento más adecuado. Algunas de las causas más comunes incluyen:
1. Hipoglucemia
Cuando ocurre hipotensión, más conocida como presión arterial baja, puede haber una disminución del oxígeno que llega al cerebro y algunos órganos, lo que puede causar no solo sudores fríos, sino también mareos, palpitaciones, debilidad, visión borrosa, malestar general, palidez o desmayos.
Que hacer: durante una crisis de hipotensión, la persona debe intentar levantar las piernas para que estén en una posición por encima del tronco y beber líquidos. Sepa lo que puede hacer para evitar tener la presión arterial baja.
3. Estrés y ansiedad
En situaciones de estrés y ansiedad el organismo reacciona produciendo sudores fríos principalmente en la frente, manos, pies y axilas. Además de estos síntomas, la persona que sufre de ansiedad también puede experimentar tensión muscular, malestar, náuseas, arcadas, palpitaciones y temblores. Vea otros síntomas que puede experimentar en situaciones de ansiedad.
Que hacer: Hay algunas formas que pueden ayudar a controlar la ansiedad, como recibir un masaje relajante o tomar un baño tibio, tomar remedios naturales como el té de manzanilla o el jugo de maracuyá. En los casos más graves en los que es difícil controlar la ansiedad, puede ser necesario un seguimiento psicológico o incluso medicamentos que pueda prescribir el médico.
También es importante que en los casos en los que los síntomas de la crisis de ansiedad sean intensos, la persona sea derivada al hospital para que se descarte la posibilidad de un infarto.
4. Disminución de oxígeno
En los casos de hipoxia, que es una disminución del suministro de oxígeno a los tejidos del cuerpo, pueden aparecer síntomas como sudoración fría, dificultad para respirar, debilidad, confusión mental, mareos y, en casos más graves, desmayos y coma que pueden provocar muerte, por ejemplo, se debe acudir a urgencias tan pronto como aparezcan los primeros síntomas.
La disminución de oxígeno puede ocurrir en situaciones en las que la circulación sanguínea es mala, en casos de intoxicación, cuando en lugares con altitudes superiores a los 3000 metros, en personas con enfermedades pulmonares o con anemia.
Qué hacer: o El tratamiento consiste en utilizar una máscara de oxígeno para normalizar los niveles en sangre y resolver la causa de la hipoxia con tratamientos específicos como nebulización para el asma, medicamentos para mejorar el funcionamiento de los pulmones o el corazón, tratamientos para la anemia o antídotos para intoxicaciones, por ejemplo. En casos severos, puede ser necesario el uso de respiración artificial.
5. Infección generalizada
La infección generalizada o sepsis es una infección por bacterias, virus u hongos que afecta a varios órganos del cuerpo, lo que puede llevar a la quiebra y dificultar su oxigenación, lo que puede provocar sudores fríos, fiebre alta, temblores, caída de presión o taquicardia.
Que hacer: El tratamiento de la infección generalizada consiste en tomar antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios y reposición de líquidos. Sin embargo, estas medidas pueden no ser suficientes y puede ser necesaria la respiración artificial en una unidad de cuidados intensivos.
6. Choque
Durante un estado de shock, que puede ocurrir debido a un traumatismo mayor, golpe, reacción alérgica o un accidente, puede ocurrir una caída de oxígeno, impidiendo que los órganos reciban la cantidad suficiente que necesitan para funcionar, lo que puede causar síntomas como el resfriado. sudoración, palidez, aumento del pulso, náuseas y vómitos, debilidad, mareos o ansiedad.
Que hacer: La persona que entra en estado de shock puede estar consciente o no, pero en todos los casos es recomendable buscar ayuda médica de inmediato, llamar a la ambulancia o llevar a la persona al servicio de urgencias para recibir tratamiento lo antes posible.