Trasplante de riñón: cómo funciona y cuáles son los riesgos

Contenido

• Cómo se realiza el trasplante
• ¿Cómo se evalúa si el trasplante es compatible?
• Como es el postoperatorio
• Posibles riesgos y complicaciones

El trasplante de riñón tiene como objetivo restaurar la función renal al reemplazar un riñón enfermo con un riñón sano de un donante sano y compatible.

Generalmente, el trasplante de riñón se utiliza como tratamiento para la insuficiencia renal crónica o en el caso de pacientes que se someten a varias sesiones de hemodiálisis por semana. El trasplante suele durar entre 4 y 6 horas y no es muy adecuado para personas que tengan lesiones en otros órganos, como cirrosis, cáncer o problemas cardíacos, ya que puede incrementar los riesgos del procedimiento quirúrgico.

Cómo se realiza el trasplante

El trasplante de riñón está indicado por el nefrólogo en casos de hemodiálisis múltiple por semana o, más frecuentemente, enfermedad renal crónica avanzada tras análisis de la función renal mediante pruebas de laboratorio. El riñón trasplantado puede ser de un donante vivo, sin ninguna enfermedad, y puede estar relacionado con el paciente o no, o de un donante fallecido, en cuyo caso la donación solo se puede realizar previa confirmación de muerte encefálica y autorización familiar.

El riñón del donante se extrae junto con una parte de la arteria, la vena y el uréter, a través de una pequeña incisión en el abdomen. De esta manera, el riñón trasplantado se coloca en el receptor, las porciones de la vena y la arteria se conectan a las venas y arterias del receptor y el uréter trasplantado se conecta a la vejiga del paciente. El riñón no funcional de la persona trasplantada generalmente no se extrae, ya que su función deficiente es útil cuando el riñón trasplantado aún no es completamente funcional. El riñón enfermo solo se extrae si está causando una infección, por ejemplo.

El trasplante de riñón se realiza de acuerdo con las condiciones de salud del paciente, y no es muy adecuado para personas que tienen enfermedades cardíacas, hepáticas o infecciosas, por ejemplo, ya que puede aumentar los riesgos del procedimiento quirúrgico.

¿Cómo se evalúa si el trasplante es compatible?

Antes de realizar el trasplante, se deben realizar análisis de sangre para verificar la compatibilidad de los riñones, reduciendo así las posibilidades de rechazo del órgano.Por tanto, los donantes pueden estar relacionados o no con el paciente a trasplantar, siempre que exista compatibilidad.

Como es el postoperatorio

La recuperación después del trasplante de riñón es simple y dura unos tres meses, y la persona debe ser hospitalizada durante una semana para que se puedan observar de cerca los posibles signos de reacción al proceso quirúrgico y se pueda realizar el tratamiento de inmediato. Además, durante los tres meses está indicado no realizar actividades físicas y realizar exámenes semanales durante el primer mes, espaciando dos consultas mensuales hasta el 3er mes por el riesgo de rechazo de órganos por parte del organismo.

El uso de antibióticos suele estar indicado después de la cirugía, para evitar posibles infecciones, y fármacos inmunosupresores, para prevenir el rechazo del órgano. Estos medicamentos deben usarse de acuerdo con el consejo médico.

Posibles riesgos y complicaciones

Algunas complicaciones del trasplante de riñón pueden ser:

• Rechazo del órgano trasplantado;
• Infecciones generalizadas;
• Trombosis o linfocele;
• Fístula u obstrucción urinaria.

Para evitar complicaciones graves, el paciente debe estar alerta a las señales de alerta que incluyen fiebre superior a 38ºC, ardor al orinar, aumento de peso en poco tiempo, tos frecuente, diarrea, dificultad para respirar o hinchazón, calor y enrojecimiento en el lugar de la herida. Además, es fundamental evitar el contacto con personas enfermas y lugares contaminados y realizar una alimentación correcta y adaptada. Aprenda a alimentarse después de un trasplante de riñón.