Tratamiento de agua pulmonar
Contenido
- Como es el tratamiento
- Fisioterapia para el agua en el pulmón.
- Signos de mejora y empeoramiento.
- Cómo evitar que vuelva a suceder
El tratamiento del agua en el pulmón, también conocido como edema pulmonar, tiene como objetivo mantener niveles adecuados de oxígeno circulante, previniendo la aparición de complicaciones, como paro respiratorio o insuficiencia de órganos vitales. Por tanto, es importante que la persona sea remitida al hospital tan pronto como exista la sospecha de acumulación de líquido en los pulmones.
El tratamiento generalmente consiste en el uso de máscaras de oxígeno y medicamentos que ayudan a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo y restablecer la circulación de oxígeno. Además, en algunos casos, puede estar indicada la fisioterapia respiratoria para fortalecer los pulmones.
Como es el tratamiento
Dado que los pulmones están llenos de líquido y no pueden absorber suficiente oxígeno, el tratamiento debe iniciarse con el suministro de grandes cantidades de oxígeno a través de una mascarilla.
Posteriormente, para que sea posible quitar la máscara de oxígeno y permitir que la persona respire con normalidad, se administran remedios diuréticos, como Furosemida, que eliminan el exceso de líquidos por la orina, permitiendo que los pulmones se llenen de aire.
Cuando este problema causa una gran dificultad para respirar o un dolor intenso, el médico también puede usar inyecciones de morfina directamente en la vena para que el paciente se sienta más cómodo durante el tratamiento.
Fisioterapia para el agua en el pulmón.
Después de un edema pulmonar, los pulmones pueden perder parte de su capacidad para expandirse y no pueden transportar grandes cantidades de aire. De esta forma, el neumólogo puede recomendar algunas sesiones de fisioterapia respiratoria para mejorar la capacidad pulmonar y fortalecer la musculatura respiratoria, a través de ejercicios indicados por un fisioterapeuta.
Estas sesiones se pueden realizar hasta 2 veces por semana, durante el tiempo que sea necesario para recuperar toda la capacidad pulmonar. Vea cómo se realiza la fisioterapia respiratoria.
Signos de mejora y empeoramiento.
Los primeros signos de mejoría aparecen unos minutos u horas después del inicio del tratamiento e incluyen reducción de las dificultades respiratorias, aumento de los niveles de oxígeno, reducción del dolor en el pecho y alivio de las sibilancias al respirar.
Por otro lado, cuando no se inicia el tratamiento, pueden aparecer algunos signos de empeoramiento, incluido un agravamiento de síntomas como sensación de ahogamiento, extremidades violáceas, desmayos y, en los casos más graves, parada respiratoria.
Cómo evitar que vuelva a suceder
Cuando los síntomas están controlados y los niveles de oxígeno en el cuerpo están equilibrados, es importante identificar qué problema está causando la acumulación de líquido en los pulmones, ya que si no se trata este problema, los síntomas de agua en el pulmón pueden regresar.
En la mayoría de los casos, el agua en el pulmón surge debido a un problema cardíaco no tratado, como insuficiencia cardíaca; sin embargo, los cambios en el sistema nervioso o las infecciones en los pulmones también pueden provocar la acumulación de líquido en el pulmón. Conoce las principales causas del agua en los pulmones.
Dependiendo de la causa, el neumólogo también puede usar otros medicamentos como:
- Remedios para el corazón, como nitroglicerina: alivia la presión sobre las arterias del corazón, mejorando su funcionamiento y previniendo la acumulación de sangre en los pulmones;
- Remedios para la presión arterial alta, como Captopril: reducen la tensión arterial, facilitando el trabajo del corazón y previniendo la acumulación de líquidos.
Cuando se conoce la causa del edema pulmonar desde el principio, en personas que llevan algunos años con problemas cardíacos, por ejemplo, se puede hacer un tratamiento con estos remedios desde el principio, para acelerar la eliminación del exceso de líquidos.
Sin embargo, en el caso de personas a las que no se les diagnosticó una enfermedad hasta la aparición de síntomas hídricos en el pulmón, el neumólogo podrá derivar a un cardiólogo u otra especialidad para iniciar el tratamiento adecuado del problema, previniendo la recurrencia de un cuadro de agua de los pulmones.