Tratamiento de la hepatitis autoinmune
Contenido
- 1. Corticoides
- 2. Inmunosupresores
- 3. Trasplante de hígado
- Signos de mejoría de la hepatitis autoinmune
- Signos de empeoramiento de la hepatitis autoinmune
El tratamiento de la hepatitis autoinmune implica el uso de fármacos corticoides asociados o no a fármacos inmunosupresores y comienza después del diagnóstico realizado por el médico mediante el análisis de los signos y síntomas que presenta la persona y el resultado de las pruebas de laboratorio solicitadas, como la enzimas hepáticas, inmunoglobulinas y anticuerpos, y análisis de biopsia hepática.
Cuando la persona no responde al tratamiento con medicamentos o cuando la enfermedad ya se encuentra en un nivel más avanzado, el hepatólogo o médico de cabecera puede recomendar la realización de un trasplante de hígado. Además, para complementar el tratamiento médico, se recomienda que los pacientes consuman una dieta equilibrada, baja en bebidas alcohólicas y alimentos grasos, como embutidos o snacks.
Obtenga más información sobre la hepatitis autoinmune.
El tratamiento de la hepatitis autoinmune se puede realizar con corticosteroides, inmunosupresores o, en los casos más graves, con trasplante de hígado. Por lo general, el tratamiento con medicamentos para la hepatitis autoinmune debe continuarse de por vida para mantener la enfermedad bajo control.
1. Corticoides
Los medicamentos corticosteroides, como la prednisona, se usan para reducir la inflamación del hígado causada por la acción del sistema inmunológico sobre las células del hígado. Inicialmente, la dosis de corticosteroides es alta, pero a medida que avanza el tratamiento, el médico puede reducir la cantidad de prednisona al mínimo necesario para que la enfermedad permanezca controlada.
Sin embargo, el uso de corticoides tiene efectos secundarios como aumento de peso, debilitamiento de los huesos, diabetes, aumento de la presión arterial o ansiedad y, por lo tanto, puede ser necesario realizar una combinación con inmunosupresores para reducir los efectos secundarios, además de la necesidad. para seguimiento periódico por parte del médico.
El uso de corticoides está indicado en personas que presenten síntomas más incapacitantes, como fatiga y dolor articular, por ejemplo, cuando la persona tiene niveles muy alterados de enzimas hepáticas o gammaglobulinas, o cuando la necrosis del tejido hepático se detiene en la biopsia. .
2. Inmunosupresores
Los fármacos corticosteroides, como la Azatioprina, están indicados con el objetivo de disminuir la actividad del sistema inmunológico y, así, prevenir la destrucción de las células hepáticas y la inflamación crónica del órgano. La azatioprina se usa normalmente en combinación con corticosteroides para reducir los efectos secundarios asociados con este tratamiento.
Durante el tratamiento con medicamentos inmunosupresores, como Azatioprina, el paciente debe realizarse análisis de sangre periódicos para evaluar la cantidad de glóbulos blancos, que pueden disminuir y facilitar la aparición de infecciones.
3. Trasplante de hígado
El trasplante de hígado se utiliza en los casos más graves de hepatitis autoinmune, cuando el paciente desarrolla cirrosis o insuficiencia hepática, por ejemplo, y sirve para sustituir el hígado enfermo por uno sano. Obtenga más información sobre el trasplante de hígado.
Después del trasplante de hígado, el paciente debe ser hospitalizado durante 1 a 2 semanas para asegurarse de que no haya rechazo del nuevo órgano. Además, las personas trasplantadas también deben tomar inmunosupresores durante toda su vida para evitar que el cuerpo rechace el hígado nuevo.
A pesar de ser una forma de tratamiento eficaz, existe la posibilidad de que la enfermedad vuelva a ocurrir, ya que la hepatitis autoinmune está relacionada con el sistema inmunológico de la persona y no con el hígado.
Signos de mejoría de la hepatitis autoinmune
Los signos de mejoría en la hepatitis autoinmune suelen aparecer pocas semanas después del inicio del tratamiento y están relacionados con la disminución de los síntomas, lo que permite al paciente llevar una vida normal.
Signos de empeoramiento de la hepatitis autoinmune
Cuando el tratamiento no se realiza correctamente, el paciente puede desarrollar cirrosis, encefalopatía o insuficiencia hepática, mostrando signos de empeoramiento que incluyen hinchazón generalizada, cambios en el olfato y problemas neurológicos, como confusión y somnolencia.