Vaginismo: que es, síntomas y como tratar

Contenido

• Síntomas principales
• Que causa el vaginismo
• Qué hacer si tiene dificultad para penetrar
• Como se hace el tratamiento

El vaginismo corresponde a la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico de la mujer, que no permite la penetración vaginal durante el contacto íntimo ni la penetración de otros objetos, como un tampón o un espéculo vaginal que utiliza el ginecólogo durante los exámenes de rutina.

Este cambio puede ocurrir en cualquier etapa de la vida sexual de la mujer y puede tener causas físicas o psicológicas, como miedo a quedar embarazada, abuso sexual, enfermedades del tracto urinario o hemorroides, por ejemplo. A pesar de tener varias causas, el vaginismo se puede tratar fácilmente, es importante que lo haga el ginecólogo y, en algunos casos, con la ayuda de un psicólogo.

Existen 2 tipos de vaginismo, el primario, en el que la mujer nunca ha sufrido penetración, ya sea a través de exámenes ginecológicos, uso de compresas íntimas o contacto íntimo, y el secundario, que se desencadena por eventos traumáticos, como abuso sexual, parto, cirugía o menopausia, por ejemplo.

Síntomas principales

Los síntomas del vaginismo son fáciles de percibir, y existe principalmente la dificultad o imposibilidad de penetración. Sin embargo, pueden presentarse otros síntomas, como dolor durante el contacto íntimo, contracción o ardor en la vagina y malestar durante los exámenes ginecológicos o la inserción de tampones.

Los síntomas del vaginismo también pueden variar de una mujer a otra según la causa, es importante que el diagnóstico de vaginismo lo realice el médico de cabecera o ginecólogo para que el tratamiento se pueda establecer correctamente y se puedan evaluar los síntomas.

Que causa el vaginismo

El vaginismo puede tener causas tanto físicas como psicológicas, como el recuerdo de relaciones sexuales dolorosas en el pasado, el miedo a quedar embarazada o ser controlado por hombres.

Otras causas de vaginismo incluyen:

• Miedo al dolor por contacto íntimo;
• Miedo a quedar embarazada;
• Ansiedad y estrés;
• Abuso sexual o testimonio de abuso sexual;
• Educación religiosa desequilibrada;
• Enfermedades tales como infección del tracto urinario, endometriosis, tumores pélvicos;
• Trauma relacionado con el parto;
• Malestar en relación con el contacto íntimo;
• Después de la menopausia por atrofia genital;
• Himen rígido;
• Tabique vaginal;
• Hemorroides;
• Carúnculos vaginales;

Es importante aclarar que la contracción de los músculos de la vagina es involuntaria y la mujer no es la responsable de esta contracción, trayendo descontento también a ella.

Qué hacer si tiene dificultad para penetrar

Si la mujer tiene dificultad durante la penetración, es importante buscar ayuda médica porque existen varias estrategias que pueden ayudar a solucionar el problema y hacerla tener una vida sexual sana y placentera. Hacer una cita con un ginecólogo es el primer paso que debes dar porque necesitas investigar si existen enfermedades que están causando esta dificultad.

Cuando está claro que las causas son psicológicas, es fundamental realizar un tratamiento con un psicólogo o psiquiatra para hacer frente a las emociones y curar el trauma, si es necesario. Es importante que la pareja también sea evaluada por el médico porque situaciones como la impotencia sexual y la eyaculación precoz también favorecen el vaginismo, y pueden resolverse.

Como se hace el tratamiento

El tratamiento del vaginismo debe realizarse según la causa y puede incluir el uso de ansiolíticos, anestésicos en forma de pomada, además del uso de vasodilatadores vaginales.

También se puede realizar con el uso de técnicas de dilatación vaginal en asociación con ejercicios de Kegel, que son ejercicios que actúan sobre la región íntima femenina, para permitir la penetración. Inicialmente, se debe instruir a la mujer para que conozca su anatomía íntima y cómo realizar los ejercicios de Kegel, y así lograr la penetración de pequeños objetos como un hisopo de algodón, por ejemplo. Aprenda a hacer los ejercicios de Kegel.

El tratamiento del vaginismo debe ser guiado por un ginecólogo y la ayuda de un fisioterapeuta especializado en la salud de la mujer contribuye a obtener mejores resultados. El asesoramiento psicológico, con técnicas de psicoterapia cognitiva y conductual, puede facilitar, acelerar el proceso y reducir la ansiedad, por lo que también está indicado.