Vaginitis: que es, principales causas y como tratar
Contenido
- 1. Infecciones
- Vaginosis bacteriana
- Tricomoniasis
- Candidiasis
- Vaginosis citolítica
- 2. Alergias
- 3. Cambios en la piel
- Cómo prevenir la vaginitis
La vaginitis, también llamada vulvovaginitis, es una inflamación en la región íntima de la mujer, que puede tener diferentes causas, desde infecciones o alergias, hasta cambios en la piel, derivados de la menopausia o el embarazo, generando síntomas como prurito, dolor al orinar o presencia de secreciones.
Muchas situaciones cotidianas aumentan el riesgo de padecer una vaginitis, como el uso de pantalones ajustados, el uso muy frecuente de tampones y la mala higiene en la región, por lo que evitar estos hábitos puede ayudar a prevenir este tipo de inflamaciones.
Dependiendo de la causa, el tratamiento debe ser el adecuado y, por ello, siempre es importante consultar a un ginecólogo, para identificar cuál está en el origen del problema e iniciar la terapia más adecuada.
Las principales causas de vulvovaginitis son:
1. Infecciones
Las infecciones son las principales causas de inflamación y flujo vaginal, y son frecuentes en mujeres que tienen varias parejas, que han usado antibióticos, que tienen malas condiciones de higiene o que llevan mucho tiempo hospitalizadas. Los más comunes son:
Vaginosis bacteriana
Es causada por bacterias como la que puede multiplicarse dentro de la vagina, principalmente después de las relaciones sexuales, el período menstrual y provoca secreción amarillenta y mal olor en la región.
Cómo tratar: con antibióticos en pastilla y ungüentos vaginales, como metronidazol o clindamicina, recetados por el ginecólogo.
Tricomoniasis
Es una infección provocada por el parásito, que se transmite a través de relaciones íntimas desprotegidas. Con esta infección, la mujer tiene una secreción bullosa, de color verde amarillento y maloliente intenso, así como irritación de la vagina con ardor y picazón.
Cómo tratar: con pastillas antibióticas, como metronidazol o tinidazol, recetadas por el ginecólogo, y la pareja también debe recibir tratamiento para prevenir nuevas infecciones;
Candidiasis
Es una candidiasis, generalmente candida sp., que provoca una secreción blanca y grumosa en la mujer, mucha picazón y enrojecimiento en la zona vaginal, además de ganas frecuentes de orinar. Es más común en mujeres que tienen baja inmunidad debido al estrés, uso de medicamentos como corticosteroides o antibióticos, diabetes e infección por VIH.
Cómo tratar: con agentes antifúngicos en pomadas o comprimidos vaginales, como nistatina o fluconazol, recetados por el ginecólogo.
Vaginosis citolítica
Es una causa más rara de vaginitis, que provoca síntomas muy similares a la candidiasis, y es importante investigar cuando la mujer presenta picazón constante, ardor y secreción blanca, que van y vienen, pero que no mejoran con el tratamiento de la candidiasis. . Es causada por la proliferación de bacterias lactobacillus, que produce un exceso de ácido y provoca irritación en la vagina.
Cómo tratar: Se utilizan huevos de bicarbonato de sodio, intravaginal, 3 veces por semana o baños de asiento con bicarbonato de sodio en la dilución de una cucharada en 600 ml de agua, dos veces al día.
2. Alergias
Una reacción alérgica a un producto que está en contacto con la región íntima también puede provocar inflamación. Algunos ejemplos son:
- Medicamentos;
- Cosméticos íntimos o jabones perfumados;
- Látex de condones;
- Tejidos sintéticos para bragas;
- Papel higiénico coloreado o perfumado;
- Suavizantes de telas.
Esta inflamación provoca síntomas como picor, ardor y enrojecimiento, que pueden resultar muy incómodos y repetirse varias veces hasta que se identifica la causa. El tratamiento se realiza evitando el tipo de material que provoca la alergia, además de pomadas o pastillas a base de corticoides y antialérgicos, recetados por el ginecólogo, para aliviar los síntomas.
3. Cambios en la piel
Algunas situaciones pueden hacer que la piel de la vagina sea más fina y sensible, como durante la menopausia, en el posparto, durante la lactancia o durante el tratamiento con radio o quimioterapia. En estos casos, llamados vaginitis atrófica, la mujer puede presentar una secreción amarillenta y maloliente, así como irritación en la zona, sequedad, ardor y dolor durante la relación íntima. El tratamiento se puede realizar con lubricantes íntimos, o reemplazo hormonal, que será indicado por el ginecólogo.
Además, el embarazo también provoca cambios en el tejido que forma la vagina, debido a las fluctuaciones hormonales propias de la menstruación, que pueden provocar secreción amarillenta y predisposición a infecciones, especialmente candidiasis. Cuando una mujer embarazada presenta alguno de estos síntomas, debe informar al obstetra lo antes posible, para investigar si existe una infección para su tratamiento y seguimiento.
Cómo prevenir la vaginitis
Para evitar este tipo de inflamación, la mujer debe tomar algunas precauciones, como:
- Evite usar pantalones ajustados en los días calurosos;
- Dormir con ropa ligera o sin bragas;
- No use tampones durante muchas horas seguidas;
- No haga duchas vaginales;
- Evite el uso de antibióticos innecesariamente;
- No tener relaciones íntimas desprotegidas.
Vea algunos consejos más sobre cómo realizar una higiene íntima y evitar enfermedades.
El uso de condones también es importante para evitar varios tipos de enfermedades de transmisión sexual, como el VIH, la hepatitis B y C, la gonorrea, el VPH y la sífilis, que provocan muchas complicaciones y riesgo de muerte. Obtenga más información sobre estas enfermedades y cómo evitarlas.