Desorden de conducta
El trastorno de conducta es un conjunto de problemas emocionales y de conducta continuos que se presentan en niños y adolescentes. Los problemas pueden involucrar comportamiento desafiante o impulsivo, uso de drogas o actividad criminal.
El trastorno de conducta se ha relacionado con:
- Abuso infantil
- Consumo de drogas o alcohol en los padres
- Conflictos familiares
- Trastornos genéticos
- Pobreza
El diagnóstico es más común entre los niños.
Es difícil saber cuántos niños padecen el trastorno. Esto se debe a que muchas de las cualidades para el diagnóstico, como "desafío" y "incumplimiento de reglas", son difíciles de definir. Para un diagnóstico de trastorno de conducta, el comportamiento debe ser mucho más extremo de lo que es socialmente aceptable.
El trastorno de conducta a menudo está relacionado con el trastorno por déficit de atención. El trastorno de conducta también puede ser un signo temprano de depresión o trastorno bipolar.
Los niños con trastorno de conducta tienden a ser impulsivos, difíciles de controlar y no se preocupan por los sentimientos de otras personas.
Los síntomas pueden incluir:
- Romper reglas sin una razón clara
- Comportamiento cruel o agresivo hacia personas o animales (por ejemplo: intimidación, peleas, uso de armas peligrosas, forzar la actividad sexual y robar)
- No ir a la escuela (absentismo escolar, comenzando antes de los 13 años)
- Consumo excesivo de alcohol y / o drogas
- Provocar incendios intencionalmente
- Mentir para conseguir un favor o evitar cosas que tienen que hacer.
- Huyendo
- Vandalizar o destruir propiedad
Estos niños a menudo no hacen ningún esfuerzo por ocultar sus comportamientos agresivos. Pueden tener dificultades para hacer amigos de verdad.
No existe una prueba real para diagnosticar un trastorno de conducta. El diagnóstico se realiza cuando un niño o adolescente tiene antecedentes de trastornos de conducta.
Un examen físico y análisis de sangre pueden ayudar a descartar afecciones médicas similares a los trastornos de conducta. En casos raros, un escáner cerebral ayuda a descartar otros trastornos.
Para que el tratamiento tenga éxito, debe iniciarse temprano. La familia del niño también debe participar. Los padres pueden aprender técnicas para ayudar a controlar el comportamiento problemático de su hijo.
En casos de abuso, es posible que sea necesario separar al niño de la familia y colocarlo en un hogar menos caótico. El tratamiento con medicamentos o psicoterapia se puede utilizar para la depresión y el trastorno por déficit de atención.
Muchas escuelas de "modificación de la conducta", "programas silvestres" y "campamentos de entrenamiento" se venden a los padres como soluciones para los trastornos de conducta. No hay investigaciones que respalden estos programas. Las investigaciones sugieren que tratar a los niños en casa, junto con sus familias, es más efectivo.
Los niños que son diagnosticados y tratados temprano generalmente superan sus problemas de conducta.
Los niños que tienen síntomas graves o frecuentes y que no pueden completar el tratamiento tienden a tener el peor pronóstico.
Los niños con trastorno de conducta pueden desarrollar trastornos de la personalidad en la edad adulta, en particular el trastorno de personalidad antisocial. A medida que su comportamiento empeora, estas personas también pueden desarrollar problemas con el abuso de drogas y la ley.
La depresión y el trastorno bipolar pueden desarrollarse en la adolescencia y la adultez temprana. El suicidio y la violencia hacia otros también son posibles complicaciones.
Consulte a un proveedor de atención médica si su hijo:
- Se mete en problemas con regularidad
- Tiene cambios de humor
- ¿Está intimidando a los demás o es cruel con los animales?
- Está siendo victimizado
- Parece ser demasiado agresivo
El tratamiento temprano puede ayudar.
Cuanto antes se inicie el tratamiento, es más probable que el niño aprenda comportamientos adaptativos y evite posibles complicaciones.
Comportamiento perturbador - niño; Problema de control de impulsos - niño
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