Niño quisquilloso o irritable
Los niños pequeños que todavía no pueden hablar le harán saber cuando algo anda mal actuando irritables o quisquillosos. Si su hijo está más inquieto de lo habitual, podría ser una señal de que algo anda mal.
Es normal que los niños se pongan quisquillosos o lloriqueos a veces. Hay muchas razones por las que los niños se ponen quisquillosos:
- La falta de sueño
- Hambre
- Frustración
- Pelea con un hermano
- Tener demasiado calor o demasiado frío
Su hijo también puede estar preocupado por algo. Pregúntese si ha habido estrés, tristeza o enojo en su hogar. Los niños pequeños son sensibles al estrés en el hogar y al estado de ánimo de sus padres o cuidadores.
Un bebé que llora más de 3 horas al día puede tener cólicos. Aprenda las formas en que puede ayudar a su bebé con los cólicos.
Muchas enfermedades comunes de la niñez pueden hacer que un niño esté inquieto. La mayoría de las enfermedades se tratan fácilmente. Incluyen:
- Infección en el oído
- Dentición o dolor de muelas
- Resfriado o gripe
- Infección de vejiga
- Dolor de estómago o gripe de estómago
- Dolor de cabeza
- Estreñimiento
- Lombriz intestinal
- Malos patrones de sueño
Aunque es menos común, la irritabilidad de su hijo puede ser una señal temprana de un problema más grave, como:
- Diabetes, asma, anemia (recuento sanguíneo bajo) u otro problema de salud
- Infecciones graves, como una infección en los pulmones, los riñones o alrededor del cerebro.
- Lesión en la cabeza que no vio ocurrir
- Problemas de audición o del habla
- Autismo o desarrollo cerebral anormal (si la irritabilidad no desaparece y se agrava)
- Depresión u otros problemas de salud mental.
- Dolor, como dolor de cabeza o de estómago.
Calme a su hijo como lo haría normalmente. Intente mecer, abrazar, hablar o hacer cosas que le calmen a su hijo.
Aborde otros factores que pueden estar causando irritabilidad:
- Malos patrones de sueño
- Ruido o estimulación alrededor de su hijo (demasiado o muy poco puede ser un problema)
- Estrés en el hogar
- Horario irregular del día a día
Usando sus habilidades de crianza, debería poder calmar a su hijo y mejorar las cosas. Hacer que su hijo tenga un horario regular para comer, dormir y diario también puede ayudar.
Como padre, conoce el comportamiento habitual de su hijo. Si su hijo está más irritable de lo normal y no puede ser consolado, comuníquese con el proveedor de atención médica de su hijo.
Esté atento e informe otros síntomas, como:
- Dolor de vientre
- Llanto que persiste
- Respiración rápida
- Fiebre
- Poco apetito
- Latido acelerado
- Erupción
- Vómitos o diarrea
- Transpiración
El proveedor de su hijo trabajará con usted para saber por qué su hijo está irritable. Durante la visita al consultorio, el proveedor:
- Haz preguntas y haz un historial
- Examina a tu hijo
- Solicitar análisis de laboratorio, si es necesario
Inconsolabilidad; Irritabilidad
- Sistema nervioso central y sistema nervioso periférico.
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