8 formas de controlar los efectos secundarios del tratamiento de la CLL
Contenido
- 1. Tome medidas para minimizar las infecciones
- 2. Realice ejercicio ligero
- 3. Protéjase de lesiones
- 4. Toma medicamentos
- 5. Duerma lo suficiente
- 6. Reúnase con un nutricionista
- 7. Sepa cuándo llamar a su médico
- 8. Busque apoyo
- La comida para llevar
Los tratamientos para la leucemia linfocítica crónica (CLL) pueden destruir eficazmente las células cancerosas, pero también pueden dañar las células normales. Los medicamentos de quimioterapia suelen provocar efectos secundarios, pero las terapias dirigidas y las inmunoterapias también pueden causar efectos secundarios.
El revestimiento de la boca, la garganta, el estómago y los intestinos son particularmente vulnerables al daño causado por la quimioterapia. Muchos tratamientos para la CLL también pueden dañar las células del sistema inmunológico, lo que puede hacer que corra un mayor riesgo de contraer una infección grave.
Los efectos secundarios más comunes del tratamiento de la CLL incluyen:
- náuseas y vómitos
- Diarrea
- perdida de cabello
- cambios en el gusto o el olfato
- pérdida de apetito
- estreñimiento
- fatiga
- dolor de cuerpo
- erupción
- úlceras de boca
- recuentos de células sanguíneas más bajos, que pueden causar sangrado y hematomas
- fiebre y escalofríos
- reacciones en el lugar de la infusión
Los efectos secundarios pueden ocurrir con cualquiera de los tratamientos para la CLL, pero la experiencia de cada persona será diferente. Junto con estos ocho consejos, su equipo de atención médica puede ayudarlo a controlar de manera proactiva los efectos secundarios de su tratamiento.
1. Tome medidas para minimizar las infecciones
Uno de los efectos secundarios más graves del tratamiento es el daño al sistema inmunológico del cuerpo. Su médico controlará sus recuentos de células sanguíneas con frecuencia mientras recibe quimioterapia. Es fundamental que se cuide adecuadamente para minimizar sus posibilidades de contraer una infección, ya sea causada por virus, bacterias, hongos o parásitos.
A continuación, se indican algunos pasos que puede seguir:
- Lávese las manos con frecuencia y concienzudamente con agua y jabón.
- Evite estar rodeado de niños y multitudes de personas.
- Evite el uso de termómetros, supositorios y enemas rectales, ya que pueden dañar el área rectal y permitir que bacterias dañinas ingresen al cuerpo.
- Cocine todas las carnes a fondo y a la temperatura adecuada recomendada.
- Lave bien todas las frutas y verduras frescas antes de consumirlas.
- Hable con su médico sobre la posibilidad de vacunarse antes de que comience el tratamiento.
- Use una máscara que cubra su boca y nariz cuando esté en un lugar público.
- Lave todos los cortes y raspaduras de inmediato con agua tibia y jabón.
2. Realice ejercicio ligero
El ejercicio puede ayudar a aliviar la fatiga, las náuseas y el estreñimiento. También puede mejorar su apetito y su estado de ánimo en general. Un poco de ejercicio ligero puede ser de gran ayuda.
Algunas ideas de ejercicios a considerar incluyen:
- yoga
- Qigong
- caminando
- nadando
- rutinas aeróbicas ligeras o de entrenamiento de fuerza
Pídale a su equipo de atención médica que lo derive a un fisioterapeuta o instructor de acondicionamiento físico que conozca los programas de acondicionamiento físico para personas con cáncer. Los grupos locales de apoyo para el cáncer también pueden ayudarlo a encontrar un grupo de ejercicios. Siempre consulte con su médico antes de comenzar un programa de ejercicios.
3. Protéjase de lesiones
Las plaquetas bajas son otra preocupación con los tratamientos de CLL. Las plaquetas son necesarias para formar coágulos de sangre, por lo que los niveles bajos de plaquetas pueden provocar hematomas y sangrado fáciles.
Tome las medidas necesarias para protegerse de lesiones siguiendo estos consejos:
- Cepille sus dientes con un cepillo de dientes extra suave.
- Use una afeitadora eléctrica en lugar de una maquinilla de afeitar.
- Evite caminar descalzo.
- Evite el uso de aspirina u otros medicamentos que puedan causar problemas de sangrado.
- Evite los deportes de contacto u otras actividades con alto riesgo de lesiones.
- No beba alcohol sin la aprobación de su médico.
- Tenga cuidado de no quemarse al planchar o cocinar.
4. Toma medicamentos
La quimioterapia a menudo afecta el sistema digestivo. Las náuseas y los vómitos son efectos secundarios comunes, aunque algunas personas también experimentan estreñimiento y diarrea.
Afortunadamente, los efectos secundarios del sistema digestivo se pueden controlar con medicamentos eficaces. Esto incluye antieméticos, medicamentos contra la diarrea y medicamentos para el estreñimiento.
5. Duerma lo suficiente
A veces, sus tratamientos pueden ser físicamente agotadores. Pero dormir puede resultar difícil debido al estrés y la ansiedad.
Estas sugerencias pueden ayudar a mejorar la calidad de su sueño y reducir la fatiga:
- Relájese adecuadamente antes de acostarse tomando un baño tibio y escuchando música relajante.
- Acuéstate a la misma hora todas las noches.
- Mantenga el dormitorio fresco, silencioso y oscuro.
- Invierte en un colchón y ropa de cama cómodos.
- Evite la cafeína y el alcohol antes de acostarse.
- Utilice técnicas para aliviar el estrés, como imágenes guiadas, meditación, respiración profunda y ejercicios de relajación muscular antes de acostarse.
- Evite las pantallas de teléfonos celulares y computadoras antes de acostarse.
- Evite las siestas durante el día; si necesita tomar una siesta, trate de limitar las siestas a 30 minutos.
6. Reúnase con un nutricionista
Muchos tratamientos contra el cáncer provocan pérdida de apetito, náuseas, vómitos e incapacidad para absorber los nutrientes. A veces, esto puede provocar desnutrición.
Debido al bajo recuento de glóbulos rojos, es vital consumir suficiente hierro. Trate de comer alimentos con alto contenido de hierro, como verduras de hoja verde, mariscos, legumbres, chocolate negro, quinua y carnes rojas. Si no come carne o pescado, puede ayudar a la absorción de hierro al incluir una fuente de vitamina C, como los cítricos.
Si es posible, reúnase con un nutricionista o dietista para crear un plan de dieta que garantice que obtendrá suficientes calorías, líquidos, proteínas y nutrientes. Asegúrese también de beber mucha agua. La deshidratación puede empeorar la fatiga.
7. Sepa cuándo llamar a su médico
Hable con su médico sobre qué signos y síntomas justifican una visita al médico y qué se considera una situación de emergencia. La fiebre, los escalofríos o los signos de infección como enrojecimiento y dolor pueden ser graves.
Anote el número del consultorio de su médico en algún lugar al que se pueda acceder fácilmente y que también se programe en su teléfono celular.
8. Busque apoyo
Pida ayuda a sus familiares o amigos con las tareas difíciles. Las personas a menudo quieren ayudar, pero no saben qué pueden hacer por usted. Dales una tarea específica para hacer en tu casa. Esto podría incluir cortar el césped, limpiar la casa o hacer mandados.
Los grupos de apoyo pueden brindarle la oportunidad de discutir sus efectos secundarios con otras personas con CLL que están pasando por una experiencia similar. Comuníquese con el capítulo de la Sociedad de Leucemia y Linfoma local para obtener una derivación a un grupo de apoyo local.
La comida para llevar
Al comenzar el tratamiento, es importante que comunique lo que siente a su equipo de atención médica. Esto les ayudará a adaptar su terapia si es necesario y ayudará a mejorar su calidad de vida en general. Pregúntele a su hematólogo u oncólogo sobre los posibles efectos secundarios de su régimen de tratamiento específico y cómo controlarlos.