Autor: Peter Berry
Fecha De Creación: 20 Mes De Julio 2021
Fecha De Actualización: 15 Noviembre 2024
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Contenido

En 2016, se estimaba que alrededor del 30% de los adultos en los Estados Unidos eran obesos (1).

Muchas personas atribuyen la obesidad a las malas elecciones dietéticas y la inactividad, pero no siempre es así de simple.

Otros factores pueden tener efectos poderosos sobre el peso corporal y la obesidad, algunos de los cuales están fuera del control de una persona.

Estos incluyen genética, factores ambientales, ciertas afecciones médicas y más.

Este artículo enumera 9 razones convincentes por las cuales la obesidad no es solo una opción.

1. Genética y factores prenatales.

La salud es especialmente importante durante la vida temprana, ya que esto afecta su salud más adelante. De hecho, se puede determinar mucho mientras el feto todavía está en el útero (2).


La dieta y el estilo de vida de una madre son muy importantes y pueden influir en el comportamiento futuro y la composición corporal de un bebé.

Los estudios muestran que las mujeres que aumentan de peso en exceso durante el embarazo tienen más probabilidades de tener niños pesados ​​de 3 años (3, 4).

Del mismo modo, los niños que tienen padres y abuelos que son obesos tienen muchas más probabilidades de ser obesos que los niños con padres y abuelos de peso normal (5, 6).

Además, los genes que hereda de sus padres pueden determinar su susceptibilidad al aumento de peso (7).

Aunque la genética y los factores de la vida temprana no son los únicos responsables de la obesidad, contribuyen al problema al predisponer a las personas al aumento de peso.

Alrededor del 40% de los niños con exceso de peso continuarán siendo pesados ​​durante su adolescencia, y el 75-80% de los adolescentes con obesidad mantendrán esta condición hasta la edad adulta (8).

RESUMEN La genética, el peso de una madre y los antecedentes familiares pueden aumentar la probabilidad de obesidad infantil y adulta.

2. Hábitos de nacimiento, infancia y niñez.

Aunque se desconoce el motivo, los niños nacidos por cesárea parecen más propensos a la obesidad más adelante en la vida (9, 10).


Esto también es cierto para los bebés alimentados con fórmula, que tienden a ser más pesados ​​que los bebés amamantados (11, 12, 13).

Esto puede deberse a que los dos grupos desarrollan diferentes bacterias intestinales, lo que puede afectar el almacenamiento de grasa (14).

Es importante tener en cuenta que estos factores generalmente no se hacen por elección de la madre o el bebé, pero parecen estar relacionados con el riesgo de obesidad del niño.

Además, la formación de hábitos alimenticios y de ejercicio saludables durante la infancia puede ser la prevención más valiosa contra la obesidad y las enfermedades relacionadas con el estilo de vida.

Si los niños pequeños sienten gusto por los alimentos saludables en lugar de los alimentos chatarra procesados, les ayuda a mantener un peso normal durante toda su vida.

RESUMEN Ciertos factores de la infancia pueden afectar su riesgo de obesidad más adelante. Estos incluyen el método de parto, la lactancia materna y los hábitos alimenticios y de ejercicio de la infancia.

3. Medicamentos o condiciones médicas.

Muchas afecciones médicas solo se pueden tratar con medicamentos farmacéuticos.


El aumento de peso es un efecto secundario común de muchos de estos medicamentos, incluidos los medicamentos para la diabetes, los antidepresivos y los antipsicóticos (15, 16, 17).

Estos medicamentos pueden aumentar su apetito, reducir su metabolismo o incluso alterar la capacidad de su cuerpo para quemar grasa, aumentando su tasa de almacenamiento de grasa.

Además, muchas afecciones médicas comunes pueden predisponerlo al aumento de peso. Un ejemplo clave es el hipotiroidismo.

RESUMEN El aumento de peso es un efecto secundario común de muchos medicamentos, incluidos los medicamentos para la diabetes, los antidepresivos y los antipsicóticos.

4. Potentes hormonas del hambre

El hambre y la alimentación incontrolable no solo son causados ​​por la avaricia o la falta de fuerza de voluntad.

El hambre está controlada por hormonas y sustancias químicas cerebrales muy potentes, que involucran áreas de su cerebro que son responsables de los antojos y las recompensas (18, 19).

Estas hormonas funcionan de manera inadecuada en muchas personas con obesidad, lo que altera su comportamiento alimenticio y provoca un fuerte impulso fisiológico para comer más.

Su cerebro tiene un centro de recompensas, que comienza a secretar dopamina y otras sustancias químicas para sentirse bien cuando come.

Esta es la razón por la cual a la mayoría de las personas les gusta comer. Este sistema también garantiza que coma suficiente comida para obtener toda la energía y los nutrientes que necesita.

Comer comida chatarra libera mucho más de estos químicos para sentirse bien que comer alimentos no procesados. Esto produce una recompensa mucho más poderosa en tu cerebro (20, 21, 22).

Su cerebro puede entonces buscar más recompensa al causar ansias poderosas por estos alimentos chatarra. Esto puede conducir a un círculo vicioso que se asemeja a la adicción (23, 24, 25).

RESUMEN El hambre está controlada por hormonas poderosas. Estas hormonas a menudo funcionan de manera inadecuada en personas con obesidad, lo que provoca un fuerte impulso fisiológico para comer más, lo que resulta en un aumento de peso.

5. resistencia a la leptina

La leptina es una hormona muy importante que ayuda a regular el apetito y el metabolismo (26).

Es producida por las células grasas y envía una señal a la parte de su cerebro que le dice que deje de comer.

La leptina regula la cantidad de calorías que come y quema, así como la cantidad de grasa que almacena su cuerpo (27).

Mientras más grasa contengan las células grasas, más leptina producen. Las personas con obesidad producen mucha leptina.

Sin embargo, también tienden a tener una condición llamada resistencia a la leptina (28).

Por lo tanto, aunque su cuerpo produce mucha leptina, su cerebro no lo ve ni lo reconoce. Cuando su cerebro no recibe la señal de leptina, piensa erróneamente que se está muriendo de hambre, incluso si tiene más que suficiente grasa corporal almacenada (29, 30).

Esto hace que su cerebro cambie la fisiología y el comportamiento para recuperar la grasa que cree que le falta (31, 32, 33).

El hambre aumenta y se queman menos calorías para evitar el hambre. Intentar ejercer fuerza de voluntad contra la señal de hambre impulsada por leptina es casi imposible para muchas personas.

RESUMEN La resistencia a la leptina es común en personas con obesidad. Tu cerebro no siente la leptina que se produce y piensa que te estás muriendo de hambre. Esto provoca un poderoso impulso fisiológico para comer más.

6. Mala educación nutricional

En la sociedad moderna, te enfrentas a un sinfín de anuncios, declaraciones de salud, declaraciones de propiedades nutricionales y alimentos poco saludables.

A pesar de la importancia de la nutrición, a los niños y adultos generalmente no se les enseña cómo comer adecuadamente.

Se ha demostrado que enseñar a los niños la importancia de una dieta saludable y una nutrición adecuada los ayuda a tomar mejores decisiones más adelante en la vida (34, 35, 36).

La educación nutricional es muy importante, especialmente cuando se forman los hábitos alimenticios y de estilo de vida que lleva a la edad adulta.

RESUMEN Enseñar a los niños la importancia de una nutrición adecuada es importante, pero la educación nutricional generalmente no existe en la sociedad.

7. Comida chatarra adictiva

Algunos alimentos pueden ser francamente adictivos.

La adicción a la comida implica ser adicto a la comida chatarra de la misma manera que los drogadictos son adictos a las drogas (37, 38).

Esto es más común de lo que piensas.

De hecho, hasta el 20% de las personas pueden vivir con adicción a la comida, y este número sube a aproximadamente el 25% en personas con obesidad o exceso de peso (39).

Cuando te vuelves adicto a algo, pierdes tu libertad de elección. La química de tu cerebro comienza a tomar decisiones por ti.

RESUMEN La comida chatarra puede ser adictiva, y hasta el 25% de las personas con obesidad o exceso de peso pueden vivir con adicción a la comida.

8. El efecto de las bacterias intestinales.

Su sistema digestivo alberga una inmensa cantidad de bacterias, que se conocen como su microbiota intestinal.

Muchos estudios muestran que estas bacterias son increíblemente importantes para la salud en general.

Curiosamente, las personas con obesidad tienden a tener bacterias intestinales diferentes a las de un peso normal (40).

Las bacterias intestinales en individuos con obesidad o exceso de peso pueden ser más eficientes en la recolección de energía de los alimentos, aumentando el valor calórico total de su dieta (41, 42, 43).

Si bien la comprensión de la relación entre el peso y las bacterias intestinales es limitada, la evidencia convincente sugiere que estos microorganismos juegan un papel importante en la obesidad (41, 44, 45, 46).

RESUMEN Las personas con obesidad tienen bacterias intestinales diferentes que las personas con un peso normal. Esto puede hacer que las personas con obesidad almacenen más grasa.

9. El medio ambiente

En algunas áreas, comprar alimentos saludables simplemente no es una opción.

Estas áreas a menudo se llaman desiertos alimentarios y se encuentran en vecindarios urbanos o pueblos rurales sin acceso fácil a alimentos saludables y asequibles.

Esto se debe en gran parte a la falta de tiendas de comestibles, mercados de agricultores y proveedores de alimentos saludables a poca distancia.

Las personas que viven en estas regiones a menudo son pobres y pueden no tener acceso a un vehículo para viajar lejos para comprar comestibles.

La incapacidad de comprar alimentos saludables y frescos limita sustancialmente su dieta y aumenta su riesgo de problemas como la obesidad.

Otros factores ambientales también pueden desempeñar un papel en la obesidad, incluida la luz artificial de bombillas eléctricas, computadoras, teléfonos y televisores.

Aunque el vínculo entre el uso de la pantalla y la obesidad ha sido bien establecido, la mayoría de los estudios atribuyen esto a la falta de ejercicio.

Sin embargo, la exposición nocturna a la luz y los cambios en su ritmo circadiano interno también pueden contribuir a la obesidad (47, 48).

Los estudios en animales sugieren que la luz artificial puede alterar el reloj circadiano interno, haciendo que los roedores sean más susceptibles a la obesidad y al síndrome metabólico (49).

RESUMEN Varios factores ambientales pueden hacerlo más susceptible a la obesidad, como vivir en un desierto de alimentos y exponerse a la luz artificial.

La línea de fondo

Cuando se trata de la obesidad, hay varios factores en juego, muchos de los cuales están fuera de su control, incluidos la genética, los hábitos infantiles, las afecciones médicas y las hormonas.

Si bien el sobrepeso o la obesidad pueden no ser una opción y eliminar el exceso de peso puede ser difícil, puede perder peso si lo desea.

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