Protuberancia del disco (abultamiento): que es, síntomas y como tratar
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La protrusión discal, también conocida como abombamiento discal, consiste en un desplazamiento del disco gelatinoso entre las vértebras, hacia la médula espinal, provocando presión sobre los nervios y dando lugar a la aparición de síntomas como dolor, malestar y dificultad para moverse. Este disco intervertebral tiene la función de amortiguar el impacto entre las vértebras y facilitar el deslizamiento entre ellas, permitiéndote realizar movimientos con facilidad.
Generalmente, el tratamiento consiste en hacer ejercicio, fisioterapia o tomar analgésicos y, en casos más graves, puede ser necesaria la cirugía.
Este problema, cuando no se trata adecuadamente, puede provocar una hernia de disco más grave, en la que el cartílago interno puede proyectarse fuera del disco. Conozca todos los tipos de hernia de disco y los síntomas más comunes.
Síntomas principales
Los síntomas más comunes causados por la protuberancia del disco espinal son:
- Dolor en la región afectada;
- Disminución de la sensibilidad en las extremidades cercanas a la región;
- Sensación de hormigueo en brazos o piernas;
- Pérdida de fuerza en los músculos de la región afectada.
Estos síntomas pueden empeorar gradualmente y, por lo tanto, es posible que algunas personas se tomen un tiempo para ir al hospital. Sin embargo, cualquier cambio en la sensibilidad o fuerza en cualquiera de las extremidades, ya sean brazos o piernas, siempre debe ser evaluado por un médico, ya que puede indicar un problema en los nervios de la región.
Posibles Causas
Generalmente, la protuberancia del disco ocurre por el desgaste de la región externa del disco, lo que ocurre a medida que la persona envejece, pero también puede ocurrir en personas más jóvenes, con algunos movimientos, como levantar objetos pesados, por ejemplo.
Además, las personas con sobrepeso, músculos debilitados o sedentarios también tienen un mayor riesgo de padecer este problema.
Cómo se hace el diagnóstico
Generalmente, el médico realiza un examen físico para identificar dónde se localiza el dolor y puede utilizar otros métodos de diagnóstico, como radiografías, tomografía computarizada o resonancia magnética, por ejemplo.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad de la protuberancia del disco, la región donde se produce y las molestias que provoca, que se puede realizar con ejercicio, fisioterapia o tomando analgésicos.
Si el tratamiento realizado no es suficiente para aliviar las molestias, el médico puede recomendar medicamentos más fuertes como relajantes musculares para aliviar la tensión muscular y opioides, gabapentina o duloxetina, para aliviar el dolor.
El médico también puede recomendar una cirugía si los síntomas no mejoran o si el disco abultado compromete la función muscular. En la mayoría de los casos, la cirugía consiste en extirpar la porción dañada del disco y, en los casos más graves, el disco se puede reemplazar con una prótesis o el médico puede optar por fusionar las dos vértebras entre las que se encuentra el abultamiento del disco.
Mire el siguiente video y aprenda cómo puede prevenir o mejorar una hernia de disco: