Adenoma hepático: que es, diagnóstico y tratamiento
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El adenoma hepático, también conocido como adenoma hepatocelular, es un tipo raro de tumor hepático benigno producido por niveles alterados de hormonas y, por lo tanto, es más común que aparezca en mujeres de entre 20 y 50 años después del embarazo o debido al uso prolongado de anticonceptivos orales, por ejemplo.
Normalmente, el adenoma de hígado no produce síntomas, por lo que casi siempre se identifica accidentalmente durante una tomografía computarizada o una ecografía para intentar diagnosticar otro problema.
Como no es grave y se considera un tumor benigno, el adenoma generalmente no necesita ningún tipo de tratamiento específico, solo se recomienda mantener la vigilancia con exámenes periódicos, ya que, aunque es muy bajo, existe el riesgo de volverse maligno o rotura, provocando hemorragia interna.
Síntomas principales
En la mayoría de los casos, el adenoma hepático no causa ningún síntoma; sin embargo, algunas personas pueden informar la presencia de un dolor leve y constante en la parte superior derecha del abdomen.
Aunque es poco frecuente, el adenoma puede romperse y sangrar hacia la cavidad abdominal. En tales casos, es común experimentar un dolor abdominal muy fuerte y repentino, que no mejora y que se acompaña de otros síntomas de shock hemorrágico como aumento de la frecuencia cardíaca, sensación de desmayo o sudoración excesiva. Si se sospecha que el adenoma se ha roto, es recomendable acudir al hospital de inmediato para detener el sangrado.
Conozca otros signos que pueden indicar un shock hemorrágico.
Cómo se hace el diagnóstico
El adenoma hepatocelular casi siempre se identifica durante un examen para diagnosticar otro problema, por lo que si esto sucede, se recomienda consultar a un hepatólogo para realizar un examen más específico y confirmar la presencia del adenoma. Los exámenes más utilizados incluyen ecografía, resonancia magnética o tomografía computarizada.
Durante estos exámenes, el médico también puede identificar el tipo de adenoma hepático para guiar mejor el tratamiento:
- Inflamatorio: es el más común y tiene una mayor tasa de rotura;
- Mutación HNF1α: es el segundo tipo más frecuente, apareciendo más de un adenoma en el hígado;
- Mutación Ss-catenina: son poco frecuentes y aparecen principalmente en hombres que usan esteroides anabólicos;
- No clasificablel: es un tipo de tumor que no se puede incluir en ningún otro tipo.
Por lo general, el médico solo recomienda controlar el tamaño del tumor, sin embargo, en el caso de inflamatorios, por ejemplo, si es superior a 5 cm, el médico puede optar por una cirugía para extirparlo por completo.
Como se hace el tratamiento
Dado que el adenoma hepático casi siempre es benigno, la principal forma de tratamiento es controlar constantemente su tamaño, mediante pruebas como la tomografía computarizada, la resonancia magnética o simplemente la ecografía. Sin embargo, si el adenoma surge en una mujer que está usando anticonceptivos, el médico puede recomendar suspender su uso y elegir otro método anticonceptivo, ya que el uso de la píldora puede estar contribuyendo al desarrollo del tumor. Lo mismo ocurre con las personas que utilizan algún tipo de anabólico, por ejemplo.
Si el tumor crece con el tiempo o si mide más de 5 cm, existe un mayor riesgo de poder romperse o desarrollar cáncer y, por ello, es común que el médico recomiende cirugía para extirpar la lesión y evitar que surja. .Complicaciones. Esta cirugía suele ser bastante sencilla y de poco riesgo, y se realiza bajo anestesia general en el hospital. También se puede recomendar la cirugía a las mujeres que están considerando quedar embarazadas, ya que existe un mayor riesgo de que el adenoma cause complicaciones durante el embarazo.
Si el adenoma se ha roto, el tratamiento utilizado también es la cirugía, para detener el sangrado y extirpar la lesión. En estos casos, el tratamiento debe iniciarse lo antes posible para evitar una pérdida importante de sangre, que puede poner en peligro la vida.
Posibles complicaciones
Hay dos complicaciones principales del adenoma hepático:
- Ruptura: ocurre cuando las paredes del tumor se rompen debido a un tamaño excesivo o un traumatismo directo en el hígado, por ejemplo. Cuando esto sucede, el tumor está sangrando hacia la cavidad abdominal, lo que conduce a una hemorragia interna, poniendo en riesgo la vida. En estos casos, es común sentir un dolor muy intenso y repentino en el abdomen. Si esto sucede, es muy importante acudir al hospital de inmediato para iniciar el tratamiento.
- Desarrollo del cáncer: es la complicación más rara, pero puede ocurrir cuando el tumor continúa creciendo y puede sufrir una transformación a un tumor maligno, conocido como carcinoma hepatocelular. En estos casos, es importante realizar un diagnóstico temprano para aumentar las posibilidades de curación. Obtenga más información sobre este tipo de tumor y cómo se trata.
Estas complicaciones son más frecuentes en los tumores mayores de 5 cm y, por tanto, el tratamiento casi siempre se realiza con cirugía para extirpar la lesión, sin embargo, también pueden ocurrir en tumores más pequeños, por lo que es muy importante vigilar periódicamente al hepatólogo. .