¿Es curable la arritmia cardíaca? ¿es grave?

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La arritmia cardíaca es curable, pero debe tratarse tan pronto como aparezcan los primeros síntomas para evitar posibles complicaciones provocadas por la enfermedad, como infarto de miocardio, ictus, shock cardiogénico o muerte.
El tratamiento de la arritmia cardíaca dependerá de la gravedad de los síntomas, de la asociación o no con otras enfermedades cardíacas y del tipo de arritmia, que puede ser:
- Arritmia benigna, en el que los cambios en la frecuencia cardíaca pueden incluso desaparecer espontáneamente, y pueden controlarse fácilmente con medicamentos indicados por el médico y la práctica de actividades físicas regulares. Sin embargo, conviene realizar consultas periódicas con el cardiólogo para que se realicen exploraciones cardíacas periódicas con el fin de evaluar la actividad del corazón y comprobar si es necesario realizar algún tipo de procedimiento quirúrgico;
- Arritmia maligna, en el que los cambios no desaparecen espontáneamente y se agravan con el esfuerzo o la práctica de ejercicios físicos, lo que puede conducir a la muerte si no se trata de forma rápida y correcta.
La arritmia corresponde a cambios en los latidos del corazón, que hacen que los latidos del corazón sean más rápidos, más lentos o incluso paran el corazón, lo que conduce a síntomas como cansancio, dolor en el pecho, palidez, sudor frío y dificultad para respirar. Aprenda a identificar la arritmia cardíaca.

¿Cuándo es grave la arritmia?
En la mayoría de los casos de arritmia, no existe ningún riesgo para la salud. La mayoría de las arritmias desaparecen espontáneamente, generan pocos síntomas y mejoran con algunos cambios en el estilo de vida, como la actividad física regular, asegurando una buena noche de sueño, eliminando cigarrillos y bebidas, además de evitar el uso de energía y estimulantes, como el café.
La arritmia se puede considerar grave o maligna cuando surge debido a un cambio en el funcionamiento eléctrico del corazón o cuando el músculo cardíaco se ve afectado por una enfermedad. En estos casos, la causa es más difícil de evitar y, por tanto, existe un mayor riesgo de que el ritmo cambie durante más tiempo, aumentando las posibilidades de un paro cardíaco, por ejemplo.
Además, en las personas con fibrilación auricular, también existe el riesgo de que se formen coágulos, que pueden desprenderse y llegar al cerebro provocando un accidente cerebrovascular.
Opciones de tratamiento
Las opciones de tratamiento varían según los síntomas presentados, siendo los siguientes comportamientos más comunes:
- Choque eléctrico, cardioversión eléctrica o desfibrilación: tiene la función de reorganizar el ritmo cardíaco en algunos tipos de arritmias más urgentes, como en los casos de aleteo taquicardia auricular, fibrilación auricular y ventricular;
- Medicamentos: los principales fármacos que puede indicar el cardiólogo para controlar los síntomas y regular los latidos del corazón son Propafenona, Sotalol, Dofetilida, Amiodarona e Ibutilida;
- Implantación de marcapasos artificial: un marcapasos es un dispositivo compuesto por una batería de larga duración que tiene la función de hacerse cargo del corazón según lo programe el médico, regulando los latidos del corazón y permitiendo que la persona tenga una vida normal. Vea qué cuidado con el marcapasos;
- Cirugía de cauterización o ablación: donde se realiza una quemadura muy localizada y precisa, que evitará o dificultará nuevos ataques de arritmia. El procedimiento dura unas pocas horas y puede requerir sedación o anestesia general.
Otras medidas importantes para tratar y prevenir la arritmia son los cambios en el estilo de vida, es decir, se debe evitar el consumo de alcohol, drogas, bebidas con cafeína, té negro y cigarrillos. Además, es importante practicar actividades físicas con regularidad y tener una dieta equilibrada.
En nuestro pódcast, El Dr. Ricardo Alckmin, presidente de la Sociedad Brasileña de Cardiología, aclara las principales dudas sobre la arritmia cardíaca: