Cáncer de hígado: síntomas, causas y tratamiento
Contenido
- Síntomas que pueden indicar cáncer
- Qué hacer en caso de sospecha
- Quién está más en riesgo
- Como se hace el tratamiento
- Cuales son los tipos
El cáncer de hígado es un tipo de tumor maligno que se origina en las células que forman el hígado, como los hepatocitos, las vías biliares o los vasos sanguíneos, y generalmente es bastante agresivo. Puede causar síntomas, que generalmente aparecen en las últimas etapas de la enfermedad, e incluyen dolor en el abdomen, náuseas, pérdida de apetito, pérdida de peso y ojos amarillos.
Las personas con grasa en el hígado, cirrosis hepática o que usan esteroides anabólicos tienen mayor riesgo de desarrollar este cáncer, que generalmente se identifica mediante un examen abdominal, como una ecografía o una tomografía, capaz de detectar uno o más nódulos en el hígado.
El tratamiento se realiza con cirugía y quimioterapia, según el tamaño y la gravedad de cada caso, y las posibilidades de curación son mayores cuando el tumor se identifica temprano, en las primeras etapas. Cuando ya no es posible lograr una cura para el cáncer de hígado, el tiempo de supervivencia es de aproximadamente 5 años, pero este valor puede variar según el grado de desarrollo de la enfermedad y otras enfermedades del paciente.
Síntomas que pueden indicar cáncer
Los síntomas más comunes que pueden surgir en el cáncer de hígado incluyen:
- Dolor en el vientre, especialmente en el lado derecho del abdomen;
- Hinchazón del vientre;
- Pérdida de peso sin causa aparente;
- Pérdida de apetito;
- Cansancio excesivo;
- Piel y ojos amarillos;
- Mareo constante.
Lamentablemente, estos síntomas suelen aparecer cuando el cáncer ya está bien desarrollado y, por tanto, en la mayoría de los casos, el cáncer de hígado se puede descubrir en una etapa avanzada, lo que disminuye sus posibilidades de curación.
Así, cuando existen factores de riesgo, como un consumo excesivo de alcohol o una enfermedad hepática, es importante tener citas periódicas con el hepatólogo para evaluar con frecuencia el hígado y observar los cambios que puedan surgir.
Qué hacer en caso de sospecha
En los casos en los que aparezca alguno de estos síntomas, o existan muchos factores de riesgo, es recomendable consultar a un hepatólogo para realizar pruebas diagnósticas, como ecografía abdominal, tomografía computarizada o resonancia magnética, para confirmar si existen cambios que puedan indicar la presencia de una enfermedad. mancha o nódulo que sugiere un tumor.
Es importante recordar que no todo bulto o quiste en el hígado indica cáncer, y debe esperar a que el médico analice sus características y pueda concluir si existe o no riesgo. Si se identifican cambios sospechosos, el médico puede ordenar una biopsia de un pedazo de hígado para verificar en el laboratorio si hay células cancerosas en el órgano. Comprenda cuándo el quiste en el hígado es peligroso.
Para los casos menos sospechosos, se recomienda repetir las pruebas periódicamente, cada año o cada 3 años, según cada caso, de manera que se pueda monitorear si hay crecimiento o desarrollo de nuevas características que puedan indicar cáncer.
Quién está más en riesgo
Aunque cualquier persona puede desarrollar cáncer de hígado, este tipo de cáncer es más común en personas con:
- Infección crónica por hepatitis B o hepatitis C;
- Cirrosis;
- Uso anabólico;
- Diabetes;
- Grasa de hígado;
- Consumo excesivo de alcohol.
Además, los casos de colitis ulcerosa o colangitis esclerosante a largo plazo también pueden desarrollar cáncer de hígado con mayor facilidad.
Como se hace el tratamiento
En casi todos los casos, el tratamiento del cáncer de hígado se realiza con cirugía para extirpar toda el área afectada. Sin embargo, puede ser necesario recibir quimioterapia o radioterapia antes de la cirugía para disminuir el tamaño del cáncer y facilitar su extirpación.
En los casos más graves, en los que el cáncer está muy desarrollado o se está diseminando a otros órganos, la quimioterapia y la radioterapia también se pueden usar solo después de la cirugía para tratar de eliminar las células cancerosas restantes.
Si hay otra enfermedad, como la cirrosis, extirpar una parte del hígado puede ser más complicado, por lo que su médico puede recomendar un trasplante de hígado para tratar de lograr una cura. Obtenga más información sobre esta forma de tratamiento.
Cuales son los tipos
El cáncer de hígado puede ser primario, es decir, cuando surge directamente en el hígado, o puede ser secundario, por metástasis o diseminación del cáncer desde otros órganos, como pulmones, estómago, intestino o mama, por ejemplo.
El tipo más común de cáncer de hígado primario es el hepatocarcinoma o carcinoma hepatocelular, que también es el más agresivo y se origina en las principales células que forman el hígado, llamadas hepatocitos. Otro tumor primario común es el colangiocarcinoma, que se origina en las vías biliares. Obtenga más información sobre los síntomas y el tratamiento del cáncer de vías biliares.
Otros tipos más raros de tumores incluyen carcinoma de hígado, angiosarcoma o hepatoblastoma variante fibrolamelar, por ejemplo.