Artropatía de Charcot, articulación de Charcot o pie de Charcot
Contenido
- ¿Qué es el pie de Charcot?
- Síntomas del pie de Charcot
- Etapa uno: fragmentación y destrucción
- Etapa dos: coalescencia
- Etapa tres: reconstrucción
- Causas del pie de Charcot
- Diagnóstico del pie de Charcot
- Fotos del pie de Charcot
- Tratamientos de Charcot para los pies
- Cirugía de pie de Charcot
- Q:
- UNA:
- Prevención del desarrollo del pie de Charcot
- La comida para llevar
Nervios, huesos y articulaciones
La osteoartropatía neuropática, o pie de Charcot, es un proceso inflamatorio que afecta los tejidos blandos, los huesos y las articulaciones del pie o el tobillo.
Una condición potencialmente limitante de la movilidad, el pie de Charcot se puede prevenir en algunos casos,
Siga leyendo para comprender su riesgo de tener el pie de Charcot, así como consejos para comportamientos proactivos que pueden ayudarlo a evitarlo o detener su progreso.
¿Qué es el pie de Charcot?
El pie de Charcot puede resultar de un entumecimiento completo o casi completo en uno o ambos pies o tobillos. Esta afección hace que los huesos del pie se debiliten, lo que los hace propensos a sufrir daños como fracturas y dislocaciones.
Debido a que el pie está adormecido, el dolor de las fracturas u otros traumatismos puede pasar desapercibido, lo que provoca daños adicionales al caminar y estar de pie.
A medida que los huesos continúan debilitándose, las articulaciones del pie pueden dislocarse o colapsarse, cambiando la forma del pie. La forma resultante se conoce como pie de mecedora, ya que el arco se extiende hacia abajo y hacia afuera, creando una apariencia de mecedora.
El pie de Charcot también puede provocar la aparición de llagas, que son difíciles de curar.
Si no se trata, el pie de Charcot puede provocar una deformidad grave, discapacidad o amputación.
Síntomas del pie de Charcot
El pie de Charcot ocurre en tres etapas:
Etapa uno: fragmentación y destrucción
Esta etapa inicial aguda está marcada por síntomas como enrojecimiento e hinchazón significativa del pie y el tobillo. El área también puede sentirse tibia o caliente al tacto en comparación con el otro pie.
Internamente, están comenzando a ocurrir hinchazón de tejidos blandos y pequeñas fracturas de huesos. El resultado es la destrucción de las articulaciones y el hueso circundante. Esto hace que las articulaciones pierdan estabilidad, lo que resulta en una dislocación. Los huesos pueden incluso endurecerse y ablandarse por completo.
Durante esta etapa, la planta del pie puede adquirir una apariencia plana o de mecedora. También pueden aparecer protuberancias óseas (prominencias plantares) en la planta del pie. Si no se trata, esta etapa puede durar hasta un año.
Etapa dos: coalescencia
Durante esta etapa, el cuerpo intenta curar el daño causado durante la primera etapa. La destrucción de las articulaciones y los huesos se ralentiza, lo que resulta en menos hinchazón, enrojecimiento y calor.
Etapa tres: reconstrucción
Durante esta tercera y última etapa, las articulaciones y los huesos del pie sanan. Desafortunadamente, no vuelven a su estado o forma original por sí mismos. Si bien el pie no sufre más daños, a menudo se deja deformado e inestable.
El pie también puede ser más propenso a la formación de llagas y úlceras, lo que podría provocar una mayor deformidad o, en algunos casos, la necesidad de amputación.
Causas del pie de Charcot
El pie de Charcot se presenta en personas que tienen entumecimiento en pies y piernas. Esta pérdida de sensibilidad es el resultado de un tipo de daño nervioso llamado neuropatía periférica.
El pie de Charcot está más estrechamente asociado como una complicación poco común de la diabetes, pero la neuropatía periférica se asocia con varias enfermedades. Éstas incluyen:
- diabetes
- trastorno por consumo de alcohol
- abuso de drogas
- lepra
- sífilis
- siringomielia
- polio
- infección, trauma o daño en los nervios periféricos
- VIH
- Enfermedad de Parkinson
- afecciones inflamatorias, como sarcoidosis o psoriasis
Diagnóstico del pie de Charcot
Durante la etapa uno, el pie de Charcot puede no ser diagnosticado ya que es posible que las radiografías aún no detecten el daño que comienza a ocurrir. Por esta razón, es importante que le informe a su médico si padece una afección médica que pueda provocar el pie de Charcot.
En sus últimas etapas, cuando ha progresado, las tecnologías de imágenes como los rayos X y las resonancias magnéticas pueden ser útiles.
Además de analizar sus síntomas, su médico buscará signos de neuropatía mediante un examen físico, una revisión de su historial médico y pruebas. Estos pueden incluir:
- Prueba de monofilamento Semmes-Weinstein 5,07 / 10 gramos, que analiza la sensibilidad a la presión y al tacto en fibras nerviosas grandes
- prueba de pinchazo, que evalúa la capacidad de sentir dolor
- prueba del neurómetro, que identifica la disfunción del nervio periférico como la neuropatía diabética
Su médico también evaluará sus reflejos tendinosos y analizará el tono muscular y la fuerza en su pierna y pie.
Fotos del pie de Charcot
Tratamientos de Charcot para los pies
El tratamiento para el pie de Charcot en su etapa inicial está orientado a reducir la hinchazón y el calor en el área, así como a estabilizar el pie manteniéndolo inmóvil. Es importante eliminar cualquier peso o presión sobre el pie para evitar que se produzcan daños adicionales. Esto a veces se denomina descarga.
Varios tratamientos no quirúrgicos de baja tecnología para el pie de Charcot pueden ayudar a detener su progresión. Éstas incluyen:
- llevar una férula protectora, un aparato ortopédico para caminar o una bota para caminar personalizada
- minimizar o eliminar todo el peso del pie afectado mediante el uso de una silla de ruedas, muletas o un patinete para caminar
- usando un aparato ortopédico para corregir la alineación del pie
- usar un yeso de contacto que se ajusta específicamente a su pierna y pie
Estos apoyos pueden ser necesarios durante varios meses o más. Durante ese tiempo, debe consultar regularmente a un médico, que controlará su progreso. Si solo se ve afectado un pie, se controlará el otro pie para detectar síntomas durante este tiempo.
Una vez que su pie haya sanado, es posible que le coloquen zapatos terapéuticos o calzado para diabéticos para reducir o eliminar sus posibilidades de contraer pie de Charcot en el futuro.
Cirugía de pie de Charcot
Su médico puede recomendarle una cirugía si su pie se ha vuelto significativamente inestable o si no se puede sujetar o apoyar de ninguna manera. También es posible que necesite cirugía si tiene una llaga o úlcera que no cicatriza. Las técnicas quirúrgicas incluyen:
- Osteotomía reconstructiva. También conocida como cirugía de realineación ósea, este procedimiento acorta o alarga un hueso del pie o del tobillo para alterar su alineación y la capacidad de soportar las articulaciones. Un cirujano acorta el hueso cortándolo o alarga el hueso agregándole una cuña de hueso.
- Fusión de tobillo. Este procedimiento utiliza tornillos, varillas o placas para bloquear la articulación del tobillo y evitar el movimiento.
- Exostectomía. Se trata de la eliminación de las prominencias plantares, que pueden provocar la formación de úlceras.
- Amputación y colocación de prótesis. Se quita el pie o parte del pie, seguido de la colocación de un dispositivo protésico.
Q:
¿Cuándo es normalmente necesaria la cirugía para los síntomas del pie de Charcot?
UNA:
La cirugía se realiza comúnmente cuando ocurren ulceraciones debido a prominencias óseas. Se quita el tejido muerto y se quita el hueso subyacente que causó la úlcera para que no vuelva a ocurrir.
La reconstrucción quirúrgica se realiza para estabilizar una articulación, como una fusión de tobillo.
Por último, algunas personas no responden a las modalidades de tratamiento habituales y terminan con una deformidad grave e infección continua. Esto puede requerir la amputación de una parte del pie o de todo el pie y el tobillo para que el paciente pueda colocarse una prótesis para mejorar su calidad de vida y evitar hospitalizaciones y cirugías adicionales.
William Morrison, MDAnswers representan las opiniones de nuestros expertos médicos. Todo el contenido es estrictamente informativo y no debe considerarse un consejo médico.Prevención del desarrollo del pie de Charcot
Es posible prevenir el pie de Charcot en algunos casos:
- Si tiene diabetes, mantener sus niveles de azúcar en sangre bajo control puede ayudar a reducir el daño a los nervios.
- Las personas que tienen diabetes o que están en riesgo de desarrollar neuropatía deben evitar daños o traumatismos en los pies siempre que sea posible: Evite los deportes o ejercicios que puedan afectar sus pies, como el kickball o el fútbol.
- Hágase un autoexamen diario para detectar síntomas tempranos.
- Si abusa del alcohol u otras sustancias, un programa de 12 pasos u otra intervención, como un entorno de rehabilitación, puede ayudar a detener el comportamiento que lo pone en riesgo de tener pie de Charcot.
- Siga las instrucciones de su médico y hágase chequeos profesionales con regularidad.
La comida para llevar
El pie de Charcot es una afección potencialmente devastadora, pero se puede evitar en algunos casos. La detección temprana es crucial para prevenir daños y posibles amputaciones.
Cuando se detecta temprano, el pie de Charcot a veces se puede corregir o detener mediante tratamientos conservadores y de baja tecnología. En otros casos, puede ser necesaria una cirugía.