Cirugía de rodilla: cuando esté indicada, tipos y recuperación
Contenido
- Cuando esta indicado
- Principales tipos de cirugía de rodilla
- 1. Artroscopia
- 2. Artroplastia
- 3. Cirugía de resección
- Cómo debe ser la recuperación
La cirugía de rodilla debe ser indicada por el ortopedista y suele realizarse cuando la persona presenta dolor, dificultad para mover la articulación o deformidades en la rodilla que no se pueden corregir con el tratamiento convencional.
Así, según el tipo de alteración que presente la persona, el ortopedista puede indicar el tipo de cirugía más adecuada, que puede ser artroscopia, artroplastia o corrección del eje de la pierna, por ejemplo.
Cuando esta indicado
La cirugía de rodilla está indicada cuando el dolor de rodilla es severo, el movimiento es limitado, existen deformaciones o cuando el cambio en la rodilla es crónico, no mejora con el tiempo o no hay respuesta al tratamiento previamente recomendado. Así, las principales indicaciones de la cirugía de rodilla son:
- Osteoartritis, que se caracteriza por la fricción entre los huesos por el desgaste del cartílago, que endurece la rodilla y hay dolor, que es más común en personas mayores de 50 años, aunque también puede ocurrir en personas más jóvenes;
- Artritis reumatoide, que es una enfermedad autoinmune que afecta las articulaciones, incluida la articulación de la rodilla, lo que produce dolor, hinchazón de la articulación, rigidez y dificultad para mover la articulación;
- Fracturas, que suelen estar asociados a la práctica de deportes, pero que también pueden ocurrir por accidentes o caídas, por ejemplo;
- Rotura del ligamento de la rodilla, lo cual ocurre debido a un gran esfuerzo repentino, que termina desestabilizando la articulación y resulta en mucho dolor, siendo importante que el tratamiento se instale rápidamente,
- Lesión de menisco, que puede ocurrir debido a la actividad física o incluso debido a la degeneración de esta estructura;
- Inestabilidad de la rodilla, donde la rodilla "se mueve" fuera de lugar.
Antes de realizar la cirugía, el ortopedista suele evaluar el historial médico de la persona e indica la realización de una serie de pruebas para determinar cuál es el mejor procedimiento quirúrgico según la causa del cambio de rodilla. Así, se realiza un examen físico, radiografía, análisis de sangre y resonancia magnética, lo que permite al médico evaluar el estado del hueso y los tejidos circundantes.
Principales tipos de cirugía de rodilla
Existen diferentes tipos de cirugía de rodilla que varían según el propósito del tratamiento y se pueden realizar para reemplazar la articulación o reparar cualquier cambio observado en los exámenes. Algunos de los principales tipos de cirugía de rodilla son:
1. Artroscopia
La artroscopia es un tipo de cirugía de rodilla en la que el médico utiliza un tubo delgado, con una cámara en su extremo, para evaluar las estructuras internas de la articulación y corregir los cambios identificados.
En este tipo de cirugía se realizan dos orificios por delante de la rodilla para que se inserte el tubo y suele corresponder a un procedimiento rápido y cuya recuperación también es rápida. Vea cómo es la recuperación después de la artroscopia.
2. Artroplastia
La artroplastia corresponde al reemplazo total o parcial de rodilla y es la última línea de tratamiento para los cambios de rodilla. Suele estar indicado cuando otros tratamientos recomendados por el ortopedista no mejoraron la calidad de vida de la persona.
3. Cirugía de resección
En este caso, el procedimiento quirúrgico tiene como objetivo extraer una parte dañada del hueso, tendón, cartílago o ligamento.
Cómo debe ser la recuperación
Después de la cirugía de rodilla, es importante que la persona siga las pautas del ortopedista, ya que así es posible acelerar la recuperación y prevenir el desarrollo de complicaciones. Después de la cirugía, es normal que la persona sienta dolor y, para ello, el ortopedista indica el uso de analgésicos que puedan ayudar a aliviar este síntoma.
Además, también se puede recomendar el uso de medicamentos para diluir la sangre y así prevenir la aparición de coágulos, así como indicar que la persona realiza movimientos con el pie y el tobillo inmediatamente después del procedimiento para favorecer el flujo sanguíneo local. para prevenir coágulos e hinchazón. Las medias de compresión también pueden estar indicadas en algunos casos.
También es habitual que la persona se someta a sesiones de fisioterapia para estimular el movimiento de la rodilla, evitando la rigidez y favoreciendo la mejora. El número de sesiones varía según el tipo de cirugía que se realizó y suele comenzar en el hospital.
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