Cirugía para el prolapso uterino: cuándo está indicada, cómo se realiza y cómo es la recuperación
Contenido
- Como se hace la cirugia
- Recuperación de la cirugía por prolapso uterino
- Otras formas de tratamiento del prolapso uterino
La cirugía para tratar el prolapso uterino suele estar indicada en los casos en que la mujer es menor de 40 años y pretende quedar embarazada o en casos más graves, cuando el útero está completamente fuera de la vagina y provoca síntomas que impiden que la mujer realice sus actividades diarias, como malestar en la vagina, dolor durante el contacto íntimo, dificultad para vaciar la vejiga y dolor en la espalda, por ejemplo.
El prolapso uterino ocurre cuando los músculos responsables de sostener el útero se debilitan, lo que hace que el útero descienda. Esta situación es más común en mujeres mayores, sin embargo puede ocurrir en mujeres que han tenido varios partos normales, durante el embarazo o antes de la menopausia, por ejemplo. Comprenda qué es el prolapso uterino y cómo tratarlo.
Como se hace la cirugia
El tipo de cirugía para el prolapso uterino varía según la edad, el estado general de salud, la gravedad y la voluntad de quedar embarazada de la mujer. En el caso de las mujeres que pretenden quedar embarazadas, el médico opta por reparar el útero realizando un pequeño corte en la zona inferior del vientre que permite llegar a los órganos pélvicos, colocándolo en el lugar correcto y colocando prótesis, también llamadas redes, que mantiene los órganos pélvicos en su lugar.
En el caso de las mujeres que no desean quedar embarazadas, el médico puede optar por la extirpación completa del útero, también conocida como histerectomía, evitando que el prolapso vuelva a ocurrir. Este tipo de procedimiento se realiza principalmente cuando el prolapso uterino es severo o cuando la mujer está en la menopausia.
Recuperación de la cirugía por prolapso uterino
La recuperación de la cirugía para tratar el prolapso uterino varía según el tipo de cirugía, sin embargo, el tiempo medio de recuperación es de aproximadamente 6 semanas.
Durante este período, la mujer no debe tener relaciones sexuales y debe descansar, evitando actividades físicas intensas, que solo deben iniciarse después de la indicación del médico, lo que ocurre alrededor de las 10 semanas.
Además, durante la recuperación el ginecólogo programará varios chequeos para evaluar la cicatrización, asegurarse de que el útero permanezca en la posición adecuada e identificar los primeros signos de infección como enrojecimiento, hinchazón o dolor severo en la región genital.
Otras formas de tratamiento del prolapso uterino
En los casos de prolapso en los que el útero no está fuera de la vagina, el tratamiento generalmente no necesita realizarse con cirugía, que incluye solo:
- Los ejercicios de Kegel, que ayudan a fortalecer los músculos pélvicos que sostienen el útero, evitando su descenso y aliviando los síntomas;
- Uso de pesarios, que son pequeñas piezas, generalmente de plástico, que se insertan en la vagina, de manera temporal o definitiva, para sostener el útero en el lugar correcto, evitando que descienda por el canal vaginal;
- Control de peso corporal, la cual debe realizarse mediante una dieta balanceada y ejercicio regular para evitar el exceso de peso que debilita la musculatura pélvica, permitiendo el desarrollo del prolapso uterino.
Además, también es necesario evitar situaciones que aumenten la presión dentro del abdomen, como levantar objetos muy pesados, toser con demasiada fuerza o desarrollar estreñimiento, ya que facilitan el desarrollo de prolapso uterino.