Cómo curar el dolor de garganta del bebé
Contenido
- 1. Cuidado general
- 2. Dar los medicamentos recetados
- 3. Alimentación adecuada
- Cómo identificar el dolor de garganta en el bebé.
- Cuando volver al pediatra
El dolor de garganta en el bebé generalmente se alivia con el uso de medicamentos recetados por el pediatra, como el ibuprofeno, que ya se puede tomar en casa, pero cuya dosis debe calcularse correctamente, en consulta con el pediatra, para el peso y edad del bebé. niño en este momento.
Además, la consulta con el pediatra también es muy importante para evaluar si existe algún tipo de infección que deba tratarse con antibióticos, como la Amoxicilina, que solo se puede utilizar bajo la guía del médico.
Sin embargo, los padres también pueden acelerar el tratamiento con algunas simples medidas caseras como lavarse la nariz con solución salina, darles mucha agua y ofrecerles alimentos blandos durante las comidas.
1. Cuidado general
Algunas precauciones simples que se pueden tomar siempre que el bebé o el niño tenga dolor de garganta son:
- Dale al bebé un baño tibio, cerrar la puerta y la ventana del baño: esto asegura que el bebé respire algo de vapor de agua, que fluidiza las secreciones y ayuda a aclarar la garganta;
- Lave la nariz del niño con solución salina, si hay secreciones: elimina las secreciones de la garganta, ayudando a aclararla;
- No deje que el niño camine descalzo y envuélvalo cuando tenga que salir de casa: la diferencia repentina de temperatura puede empeorar los dolores de garganta;
- Quédese con el bebé o el niño en casa si tiene fiebre: esto significa no llevar al bebé a la guardería o al niño a la escuela hasta que pase la fiebre. Esto es lo que debe hacer para bajar la fiebre del bebé.
Además, asegurarse de que su hijo se lave las manos con frecuencia también ayuda a tratar el dolor de garganta más rápido y evita la contaminación de familiares o amigos con la misma infección.
2. Dar los medicamentos recetados
Los remedios para el dolor de garganta solo deben usarse según las indicaciones de un pediatra, ya que las enfermedades causadas por virus no siempre necesitan medicación. Sin embargo, el pediatra puede recetar:
- Analgésicos como el paracetamol en forma de jarabe;
- Antiinflamatorios como ibuprofeno o acetominofeno en forma de jarabe;
- Descongestionante nasal como Neosoro o Sorine infantil, en forma de gotas o spray para niños mayores.
No se recomiendan antibióticos si la infección no es causada por bacterias. Tampoco se recomiendan los remedios para la tos ni los antihistamínicos porque no son eficaces en los niños pequeños y tienen efectos secundarios.
La vacuna contra la gripe es especialmente adecuada para niños que tienen asma, enfermedades cardiopulmonares crónicas, enfermedad renal, VIH o niños que necesitan tomar aspirina a diario. En niños sanos, hable con el pediatra antes de recibir este tipo de vacuna.
3. Alimentación adecuada
Además de los cuidados previos, los padres también pueden tener cierto cuidado con la comida para intentar reducir las molestias, como por ejemplo:
- Dar alimentos blandos, en el caso del bebé a partir de los 6 meses: son más fáciles de tragar, reduciendo las molestias y el dolor de garganta. Ejemplos de alimentos: sopa o caldo caliente, puré de frutas o yogur;
- Dar mucha agua, tés o jugos naturales al bebé: ayuda a fluidificar las secreciones y aclarar la garganta;
- Evite darle a su hijo alimentos demasiado calientes o fríos: los alimentos muy calientes o helados empeoran el dolor de garganta;
- Dele jugo de naranja para bebés: la naranja tiene vitamina C, que aumenta las defensas del organismo;
- Dar miel a niños mayores de 1 año: Ayuda a hidratar la garganta, aliviando las molestias.
Los dolores de garganta suelen desaparecer en una semana, pero si el niño está tomando los medicamentos recetados por el pediatra y se adoptan estas medidas caseras, es posible que se sienta mejor en unos 3 a 4 días.
Cómo identificar el dolor de garganta en el bebé.
Un bebé con dolor de garganta y dolor por lo general se niega a comer o beber, llora cuando come y puede tener secreciones o tos. Además:
En el bebé menor de 1 año también puede haber:
- Inquietud, llanto fácil, negativa a comer, vómitos, alteración del sueño y dificultad para respirar debido a flemas en la nariz.
En niños mayores:
- Dolor de cabeza, dolor en todo el cuerpo y escalofríos, flema y enrojecimiento de la garganta y dentro de los oídos, fiebre, náuseas, dolores de estómago y pus en la garganta. Ciertos virus también pueden causar diarrea.
En el caso de los niños mayores de 1 año, es más fácil identificar el dolor de garganta, ya que suelen quejarse de dolor en la garganta o el cuello al tragar, beber o comer algo.
Cuando volver al pediatra
Es aconsejable volver al pediatra si los síntomas empeoran, si no mejoran en 3 a 5 días o si otros síntomas como dificultad para respirar, fiebre alta, cansancio y somnolencia frecuente, pus en la garganta, dolor de oído o dolor de oído. Tos persistente debido a más de 10 días.