¿Qué es el síndrome de Mallory-Weiss, causas, síntomas y tratamiento?
Contenido
El síndrome de Mallory-Weiss es una enfermedad caracterizada por un aumento repentino de la presión en el esófago, que puede ocurrir debido a vómitos frecuentes, tos intensa, antojos de vómitos o hipo constante, lo que resulta en dolor abdominal o en el pecho y vómitos con sangre.
El tratamiento del síndrome debe ser guiado por el gastroenterólogo o el médico de cabecera de acuerdo con los signos y síntomas que presente la persona y la gravedad del sangrado, y a menudo es necesario que la persona ingrese en el hospital para recibir una adecuada cuidar y evitar complicaciones.
Causas del síndrome de Mallory-Weiss
El síndrome de Mallory-Weiss puede ocurrir como consecuencia de cualquier condición que aumente la presión en el esófago, siendo las principales causas:
- Bulimia nerviosa;
- Tos profunda;
- Hipo constante;
- Alcoholismo crónico;
- Fuerte golpe en el pecho o el abdomen;
- Gastritis;
- Esofagitis;
- Gran esfuerzo físico;
- Reflujo gastroesofágico.
Además, el síndrome de Mallory-Weiss también puede estar relacionado con la hernia de hiato, que corresponde a una pequeña estructura que se forma cuando una porción del estómago pasa por un pequeño orificio, el hiato, sin embargo es necesario realizar más estudios para confirmar que La hernia de hiato también es una de las causas del síndrome de Mallory-Weiss. Obtenga más información sobre la hernia de hiato.
Síntomas principales
Los principales síntomas del síndrome de Mallory-Weiss son:
- Vómitos con sangre;
- Heces fecales muy oscuras y malolientes;
- Cansancio excesivo;
- Dolor abdominal;
- Náuseas y mareos.
Estos síntomas también pueden indicar otros problemas gástricos, como úlceras o gastritis, por ejemplo, por lo que se recomienda acudir a urgencias para realizarse una endoscopia, diagnosticar el problema e iniciar el tratamiento adecuado.
Como es el tratamiento
El tratamiento para el síndrome de Mallory-Weiss debe ser guiado por un gastroenterólogo o un médico de cabecera y generalmente se inicia al ingresar al hospital para detener el sangrado y estabilizar el estado general del paciente. Durante la hospitalización, puede ser necesario recibir suero directamente en la vena o recibir transfusiones de sangre para compensar la pérdida de sangre y evitar que el paciente entre en shock.
Así, luego de estabilizar el estado general, el médico ordena una endoscopia para ver si la lesión en el esófago continúa sangrando. Dependiendo del resultado de la endoscopia, el tratamiento es apropiado de la siguiente manera:
- Lesión hemorrágica: el médico usa un pequeño dispositivo que baja por el tubo de endoscopia para cerrar los vasos sanguíneos dañados y detener el sangrado;
- Lesión que no sangra: el gastroenterólogo prescribe medicamentos antiácidos, como omeprazol o ranitidina, para proteger el sitio de la lesión y facilitar la curación.
La cirugía para el síndrome de Mallory-Weiss solo se usa en los casos más graves, en los que el médico no puede detener el sangrado durante la endoscopia, lo que requiere cirugía para suturar la lesión. Después del tratamiento, el médico también puede programar varias citas y otros exámenes de endoscopia para asegurarse de que la lesión se esté curando correctamente.