Descubra por qué el contacto íntimo en el agua puede ser peligroso
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Las relaciones sexuales en un jacuzzi, jacuzzi, piscina o incluso en agua de mar pueden ser peligrosas, ya que existe el riesgo de contraer irritaciones, infecciones o ardor en la zona íntima del hombre o la mujer. Algunos de los síntomas que pueden surgir pueden incluir ardor, picazón, dolor o secreción.
Esto se debe a que las aguas están llenas de bacterias y químicos que pueden provocar irritaciones e infecciones, y porque irónicamente el agua seca toda la lubricación natural de la vagina, lo que aumenta la fricción durante el contacto íntimo, lo que puede provocar quemaduras. Además, el agua tratada con cloro para eliminar impurezas y matar gérmenes, también puede ser peligrosa, ya que existe un período de espera de 8 a 12 horas donde está contraindicado el uso de agua.
Signos y síntomas de irritación o ardor.
Después de una relación sexual dentro de la bañera, jacuzzi o piscina, pueden aparecer signos y síntomas, similares a una dermatitis del pañal, como:
- Ardor en la vagina, vulva o pene;
- Enrojecimiento intenso en los genitales;
- Dolor durante el contacto íntimo;
- En las mujeres, el dolor puede irradiarse a la región pélvica;
- Picazón o flujo vaginal. Descubra lo que significa cada color de la secuencia haciendo clic aquí.
- Sensación de intenso calor en la región.
Además de estos posibles síntomas, el contacto íntimo con el agua también aumenta el riesgo de infecciones del tracto urinario, cistitis o pielonefritis.
Estos signos pueden aparecer durante el contacto íntimo y se mantienen, y pueden volverse incluso más graves horas después del contacto íntimo. Al observar estos signos, debes acudir a urgencias, explicando que tuviste una relación sexual en el agua, ya que esta información es importante para que los médicos puedan indicar el mejor tratamiento.
Además, la relación íntima en el agua no elimina el riesgo de contraer otras enfermedades de transmisión sexual, como gonorrea, sida, herpes genital o sífilis. Descubra todo sobre las enfermedades de transmisión sexual haciendo clic aquí.
Cómo tratar
Si el coito en el agua provoca síntomas como ardor, picor, secreción o dolor durante el contacto sexual, es posible que exista algo de ardor o irritación en la zona íntima, por lo que es importante consultar al médico. Lo único que se aconseja hacer mientras se espera la consulta, es colocar una compresa de agua fría en la zona íntima, que mantendrá la piel hidratada y fresca, aliviando los síntomas de ardor, dolor o malestar. La compresa usada debe estar limpia y para evitar que se pegue a la piel es importante mantenerla húmeda.
El médico debe observar personalmente la región, para que pueda realizar las pruebas necesarias y recomendar el mejor tratamiento.
Cuando hay ardor y picazón leve, es señal de que no hubo quemaduras graves, y el médico puede recomendar el uso de ungüentos con efecto calmante y cicatrizante, que deben aplicarse en la zona íntima a diario, hasta que los síntomas desaparezcan por completo. . Por otro lado, cuando hay síntomas de ardor, dolor, enrojecimiento y sensación de calor intenso en la región íntima, hay sospechas de quemadura química en la región íntima, como la provocada por el cloro por ejemplo. En esta situación, el médico puede prescribir el uso de antibióticos en forma de píldoras para tomar y ungüento para pasar en el área genital diariamente y también puede recomendarse la abstinencia sexual durante 6 semanas.
Si los síntomas no mejoran después de 2 días de tratamiento, se recomienda que consulte nuevamente a su médico para evaluar la situación. Este tipo de accidentes es más frecuente en personas con tendencia a las alergias cutáneas o con gran sensibilidad en la región íntima, pero siempre le puede pasar a cualquiera.
Cómo protegerse
Para evitar este tipo de molestias se recomienda no tener contacto íntimo con el agua, especialmente en una piscina, jacuzzi, jacuzzi o en el mar, ya que estas aguas pueden contener bacterias o productos químicos nocivos para la salud.
Usar condón en estas situaciones no será suficiente para evitar este tipo de problemas, ya que no son tan efectivos en el agua, con el riesgo constante de fricción que provoque la rotura del condón. Sin embargo, es bueno recordar que los condones son eficaces para proteger contra las enfermedades de transmisión sexual.