Crecimiento mamario durante el embarazo
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El crecimiento de las mamas durante el embarazo comienza entre la sexta y octava semana de gestación debido al aumento de las capas grasas de la piel y al desarrollo de los conductos mamarios, preparando los senos de la mujer para la lactancia.
Normalmente, las mamas alcanzan su mayor volumen alrededor del 7º mes de embarazo y, por tanto, es normal que la talla del sujetador aumente en uno o dos números y que la mujer empiece a experimentar dolor y malestar en las mamas. Para evitar molestias, es importante que la mujer tenga un sujetador con un tamaño adecuado y que tenga tirantes anchos para asegurar el soporte, además de evitar sujetadores que contengan férula, ya que puede lastimar los senos.
Cómo disminuir las molestias
Es normal que el agrandamiento de los senos durante el embarazo cause molestias en la mujer, por lo que es importante elegir un sostén que sea cómodo, con tirantes anchos, que asegure un buen soporte, y que no tenga férula, ya que puede tensar y lastimar los senos. Además, se recomienda que tengas una cremallera para ajustar la talla y que los senos queden completamente dentro del sujetador. Vea más consejos sobre cómo cuidar adecuadamente sus senos durante el embarazo.
El calostro, la primera leche que amamanta al bebé, comienza a producirse alrededor del 3º - 4º mes de gestación y en los últimos meses de gestación puede salir una pequeña cantidad de las mamas, por lo que la embarazada ya puede comprar los sujetadores de lactancia que también son excelentes para usar durante el embarazo. Si el calostro gotea de los senos, la mujer embarazada puede usar discos de lactancia para evitar que el sostén se moje.
Otros cambios en los senos durante el embarazo
Hay otros cambios en los senos durante el embarazo, además de su crecimiento, como:
- Picazón en los senos a medida que crecen;
- Estrías en los senos debido al estiramiento de la piel;
- Abultamiento de las venas mamarias;
- Pezones más grandes y oscuros de lo normal;
- Dolor e incomodidad en los senos;
- Aparecen pequeñas "bolas" alrededor de la areola;
- Irritación en el pliegue inframamario o entre las mamas.
Estos cambios no siempre ocurren y varían de una embarazada a otra. Si las mamas no crecen tanto, no significa que la embarazada no podrá amamantar, ya que el tamaño de las mamas no está relacionado con el éxito de la lactancia.