Hepatitis C y depresión: ¿cuál es la conexión?
Contenido
- ¿Cuál es el vínculo entre la hepatitis C y la depresión?
- La conexión de diagnóstico
- La conexión del tratamiento
- Entender la depresión y buscar ayuda
- La comida para llevar
La hepatitis C y la depresión son dos afecciones de salud distintas que pueden ocurrir al mismo tiempo. Vivir con hepatitis C crónica aumenta el riesgo de que también experimente depresión.
La hepatitis C es una infección viral del hígado. Una persona solo puede contraer hepatitis C a través de la exposición a ciertos fluidos corporales, como la sangre, de una persona que vive con la afección.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo común. Suele caracterizarse por sentimientos de tristeza y fatiga, entre otros síntomas.
Varios factores explican por qué aumenta el riesgo de depresión después de un diagnóstico de hepatitis C. Siga leyendo para obtener más información sobre la conexión entre la hepatitis C y la depresión.
¿Cuál es el vínculo entre la hepatitis C y la depresión?
Aunque la hepatitis C y la depresión pueden parecer no estar relacionadas, los investigadores han encontrado un vínculo entre ellas. El vínculo puede estar relacionado con los desafíos de vivir con la hepatitis C en sí, o los desafíos de tratarla.
La conexión de diagnóstico
Varios estudios han demostrado que las personas a las que se les diagnostica hepatitis C tienen tasas más altas de depresión en comparación con otros grupos.
En uno, los investigadores observaron que una persona con hepatitis C puede tener entre 1,4 y 4 veces más probabilidades de sufrir depresión, en comparación con las personas con hepatitis B o la población en general. También sugieren que alrededor de un tercio de las personas con hepatitis C también tienen depresión.
Pero las tasas de depresión son más altas en algunas investigaciones. Por ejemplo, en uno, los investigadores encontraron que el 86 por ciento de los participantes con hepatitis C también tenían depresión. En contraste, el 68 por ciento de los participantes con hepatitis B tenían depresión.
Los investigadores no saben con certeza por qué la hepatitis C y la depresión están relacionadas, pero una teoría se centra en los efectos directos de la enfermedad. Es común que las personas que se enteran de que tienen hepatitis C experimenten una variedad de emociones sobre el diagnóstico. Para algunos, esto puede incluir miedo a los efectos de la enfermedad y culpa por contraerla o transmitirla a otros.
Cuando la hepatitis C es crónica, puede causar síntomas que pueden ser difíciles de controlar, como agotamiento, dolor y náuseas. A su vez, estos pueden estar relacionados con la depresión.
La conexión del tratamiento
Alguna evidencia sugiere que ciertos medicamentos para la hepatitis C pueden causar depresión como efecto secundario del tratamiento. Por ejemplo, se observa que el interferón, un tratamiento común para la hepatitis C, está asociado con un riesgo de depresión del 30 al 70 por ciento como efecto secundario.
Otro mostró que las personas que desarrollan depresión durante la terapia con interferón pueden tener un mayor riesgo de experimentar depresión nuevamente después del tratamiento. Los investigadores sugieren que los proveedores de atención médica deben realizar un seguimiento después de la terapia con interferón para detectar síntomas de depresión.
Los medicamentos más nuevos para la hepatitis C, conocidos como medicamentos antivirales de acción directa, tienen menos efectos secundarios comunes que el interferón. Su médico puede aconsejarle sobre los tratamientos que tienen menos probabilidades de causar depresión como efecto secundario.
Tenga en cuenta que los medicamentos más nuevos para la hepatitis C curan completamente la afección en. También reducen drásticamente el riesgo de daño hepático a largo plazo y otras complicaciones.
Entender la depresión y buscar ayuda
Si vive con hepatitis C y le preocupa que pueda estar experimentando depresión, es importante buscar ayuda. La depresión puede afectar muchos aspectos de su vida, incluida la escuela o el trabajo, el sueño y la alimentación. Recibir tratamiento puede marcar la diferencia.
Algunos síntomas comunes de depresión incluyen:
- irritabilidad
- siempre sintiéndose triste, nervioso, desesperado o "vacío"
- estar cansado o fatigado
- sentimientos de inutilidad, culpa o impotencia
- perder interés en actividades y pasatiempos
- pérdida de peso o apetito reducido
- problemas para dormir
- dolores físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos o calambres
- problemas para levantarse por la mañana
- dificultad para tomar decisiones
- pensando en la muerte o el suicidio
Si tiene pensamientos suicidas, llame a la Línea Directa Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255 o use su chat en línea en vivo. Ambos servicios son gratuitos y están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. También puede ir al departamento de emergencias del hospital más cercano o llamar al número de emergencias local.
Si le preocupa la depresión o su bienestar emocional en general, hable con su médico, un consejero de salud mental u otro profesional de la salud. MentalHealth.gov también recomienda una línea de referencia de tratamiento.
Si le diagnostican depresión, su proveedor de atención médica puede sugerirle un tratamiento con medicamentos, psicoterapia o una combinación de ambos.
Es posible que también le resulten útiles algunos cambios en el estilo de vida. Por ejemplo, los enfoques de estilo de vida comunes para la depresión incluyen llevar un diario, meditación, yoga y otros tipos de ejercicio, comer una dieta nutritiva y pasar tiempo al aire libre. Tratar de dormir bien también es útil.
Es importante informar a sus proveedores de atención médica si está recibiendo tratamiento para la hepatitis C, la depresión o ambos. Los medicamentos y los cambios en el estilo de vida para la depresión no suelen interferir con los tratamientos para la hepatitis C, pero es mejor tener cuidado. Mantener informado a todo su equipo de atención médica sobre sus tratamientos puede ayudar a garantizar que su plan de tratamiento general sea eficaz.
La comida para llevar
Si vive con hepatitis C, es posible que tenga un mayor riesgo de depresión. Se encuentran disponibles tratamientos para ambas afecciones. Hable con su proveedor de atención médica sobre las mejores opciones para usted.
Algunos medicamentos pueden proporcionar una cura completa para la hepatitis C. Las terapias para la depresión pueden ayudarlo a aprender a controlar los síntomas y a sentirse mejor. Es posible que se recupere por completo de ambas condiciones.