Que es y como tratar la distrofia muscular de Becker

Contenido
- Como se hace el tratamiento
- Síntomas principales
- Cómo se hace el diagnóstico
- Que puede causar distrofia
La Distrofia Muscular de Becker es una enfermedad genética que provoca la destrucción paulatina de varios músculos voluntarios, es decir, los músculos que podemos controlar, como los de las caderas, hombros, piernas o brazos, por ejemplo.
Suele ser más común en hombres y los primeros síntomas aparecen en la infancia o durante la adolescencia, comenzando con una ligera y paulatina pérdida de fuerza en casi todos los músculos del cuerpo, pero especialmente en los hombros y las caderas.
Aunque esta enfermedad no tiene cura, es posible tener tratamiento médico para aliviar los síntomas y tener una buena calidad de vida y una esperanza de vida de hasta 50 años.

Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la distrofia muscular de Becker se realiza para aliviar los síntomas de cada persona y, por tanto, puede variar en cada caso. Sin embargo, las formas más comunes de tratamiento incluyen:
- Remedios corticoides, como Betametasona o Prednisona: ayudan a reducir la inflamación muscular mientras protegen las fibras musculares y su volumen. De esta forma es posible mantener la función del músculo durante más tiempo;
- Fisioterapia: ayuda a mantener los músculos en movimiento, estirándolos y evitando que se tensen demasiado. Por tanto, es posible reducir el número de lesiones en las fibras musculares y articulaciones;
- Terapia ocupacional: son sesiones que enseñan a vivir con las nuevas limitaciones que provoca la enfermedad, entrenando nuevas formas de realizar actividades básicas de la vida diaria como comer, caminar o escribir, por ejemplo.
Además, aún puede ser necesario realizar una cirugía, especialmente si los músculos se acortan o se tensan mucho, para aflojarlos y corregir el acortamiento. Cuando aparecen contracturas en los músculos de los hombros o la espalda, pueden causar deformidades en la columna que también deben corregirse con cirugía.
En la fase más grave de la enfermedad, es común que aparezcan complicaciones más graves, como problemas cardíacos y dificultad para respirar, debido a la destrucción del músculo cardíaco y de los músculos respiratorios. En tales casos, se puede nombrar a un cardiólogo y un neumólogo para ayudar a adaptar el tratamiento.
Síntomas principales
Los primeros síntomas de la distrofia muscular de Becker suelen aparecer entre los 5 y los 15 años de edad y pueden incluir signos como:
- Dificultad gradual para caminar y subir escaleras;
- Caídas frecuentes sin motivo aparente;
- Pérdida de masa muscular;
- Debilitamiento de los músculos del cuello y los brazos;
- Cansancio excesivo;
- Pérdida de equilibrio y coordinación;
En la mayoría de los casos, el niño puede dejar de caminar hasta los 16 años, ya que la enfermedad progresa más rápido en las extremidades inferiores. Sin embargo, cuando los síntomas aparecen más tarde de lo normal, la capacidad de caminar puede mantenerse incluso entre los 20 y los 40 años.
Cómo se hace el diagnóstico
En la mayoría de los casos, el pediatra puede sospechar este tipo de distrofia solo evaluando los síntomas y observando la pérdida de tejido muscular, por ejemplo. Sin embargo, algunas pruebas de diagnóstico como la biopsia muscular, las pruebas cardíacas y las radiografías pueden ayudar a confirmar la presencia de distrofia muscular de Becker.
Que puede causar distrofia
La Distrofia Muscular de Becker surge debido a una alteración genética que inhibe la producción de la proteína distrofina, una sustancia muy importante para mantener intactas las células musculares. Así, cuando esta proteína se encuentra en cantidades bajas en el organismo, los músculos no pueden funcionar correctamente, comenzando a aparecer lesiones que destruyen las fibras musculares.
Debido a que es una enfermedad genética, este tipo de distrofia puede transmitirse de padres a hijos o surgir debido a una mutación durante el embarazo.