Trastornos alimentarios que pueden surgir en la infancia.

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Los trastornos alimentarios frecuentes en la infancia y la adolescencia suelen iniciarse como reflejo de un problema emocional, como la pérdida de un familiar, el divorcio de los padres, la falta de atención e incluso la presión social por el cuerpo ideal.
Los principales tipos de trastornos alimentarios en la infancia y la adolescencia son:
- Anorexia nerviosa - Corresponde a la negativa a comer, que compromete el desarrollo físico y mental, lo que puede conducir a la muerte;
- Bulimia - Se come en exceso de forma descontrolada y luego se provoca el mismo vómito como compensación, generalmente, por miedo a engordar;
- Obligación alimentaria - No hay control sobre lo que come, come en exceso sin estar nunca satisfecho, lo que provoca obesidad;
- Trastorno de alimentación selectiva - Cuando el niño consume solo una variedad muy pequeña de alimentos, puede sentirse mal y vomitar cuando se siente obligado a comer otros alimentos. Vea más aquí y aprenda a diferenciarse de la rabieta de los niños.

El tratamiento de cualquier trastorno alimentario suele incluir psicoterapia y seguimiento nutricional. En algunos casos es necesario ser ingresado en clínicas especializadas y el uso de medicamentos recetados por el psiquiatra.
Algunas asociaciones, como GENTA, Grupo Especializado en Nutrición y Trastornos de la Alimentación, informan dónde están las clínicas especializadas en cada región de Brasil.
¿Cómo comprobar si su hijo tiene un trastorno alimentario?
Es posible identificar en la infancia y la adolescencia algunos signos que pueden indicar un trastorno alimentario, como:
- Preocupación excesiva por el peso y la imagen corporal;
- Pérdida o exceso de peso repentinos;
- Consuma dietas muy estrictas;
- Haz ayunos prolongados;
- No use ropa que exponga el cuerpo;
- Siempre coma el mismo tipo de comida;
- Use el baño con frecuencia durante y después de las comidas;
- Evite comer con su familia;
- Ejercicio físico excesivo.
Es fundamental que los padres presten atención a los comportamientos de sus hijos, ya que el aislamiento, la ansiedad, la depresión, la agresión, el estrés y los cambios de humor son habituales en los niños y adolescentes con trastornos alimentarios.