Dolor de columna cervical: que puede ser y como tratarlo
Contenido
- 1. Tensión muscular
- 2. Golpes y accidentes
- 3. Desgaste de las articulaciones
- 4. Hernia de disco
- 5. Pico de loro
- Qué remedios se pueden utilizar
- Cuando ir al doctor
El dolor en la columna cervical, también conocido científicamente como cervicalgia, es un problema relativamente común y recurrente, que puede surgir a cualquier edad, pero que es más frecuente durante la edad adulta y la vejez.
Aunque la mayoría de las veces se trata de un dolor temporal, provocado por tensión muscular y no de gran importancia, en otros casos puede ser provocado por un problema más grave como la artritis o incluso la compresión de nervios, que provocan un dolor más persistente e intenso.
Así, siempre que el dolor en la región cervical tarde más de 3 días en mejorar, es importante consultar a un fisioterapeuta, ortopedista o incluso a un médico generalista, para intentar identificar si existe alguna causa que necesite tratamiento.
Algunas de las causas más comunes de dolor en la columna cervical incluyen:
1. Tensión muscular
La tensión muscular es la primera y más común causa de dolor en la región de la columna cervical que generalmente es causado por actividades o comportamientos diarios como una mala postura, trabajar sentado durante mucho tiempo, dormir en la posición incorrecta o contracción de los músculos de el cuerpo y el cuello durante el ejercicio físico.
Este tipo de causa también puede ocurrir durante períodos de gran estrés, ya que la tensión suele provocar la aparición de contracturas en la región cervical.
Que hacer: Una manera fácil de aliviar las molestias es estirar el cuello de 2 a 3 veces al día durante al menos 5 minutos. Sin embargo, la aplicación de compresas calientes en el sitio durante 10 a 15 minutos también puede ayudar. Vea algunos ejemplos de estiramiento que se pueden hacer.
2. Golpes y accidentes
La segunda gran causa de dolor de cuello es el traumatismo, es decir, cuando hay un fuerte golpe en el cuello, provocado por un accidente de tráfico o una lesión deportiva, por ejemplo. Por ser una región sensible y fácilmente expuesta, el cuello puede sufrir diversos tipos de traumatismos, que terminan generando dolor.
Que hacer: por lo general, el dolor es relativamente leve y se resuelve después de unos días con la aplicación de compresas tibias 15 minutos al día. Sin embargo, si el dolor es muy intenso o si aparecen otros síntomas, como dificultad para mover el cuello u hormigueo, es importante consultar a un médico.
3. Desgaste de las articulaciones
El desgaste articular es la principal causa de dolor cervical en las personas mayores y suele estar asociado a una enfermedad crónica como la artrosis cervical, por ejemplo, que provoca una inflamación entre las vértebras, generando dolor.
En el caso de la artrosis, además del dolor, también pueden surgir otros síntomas, como dificultad para mover el cuello, dolor de cabeza y la producción de pequeños clics.
Que hacer: Suele ser necesario someterse a fisioterapia para aliviar las molestias ocasionadas por la osteoartritis, sin embargo, el ortopedista también puede recomendar el uso de algunos medicamentos para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Comprenda mejor cómo se realiza el tratamiento de la artrosis cervical.
4. Hernia de disco
Aunque es menos común, las hernias de disco también se consideran una causa importante de dolor en la columna cervical. Esto se debe a que el disco empieza a presionar los nervios que pasan por la columna, generando un dolor constante e incluso otros síntomas como hormigueo en uno de los brazos, por ejemplo.
Las hernias de disco son más comunes después de los 40 años, pero pueden ocurrir antes, especialmente en personas que tienen una mala postura o que necesitan trabajar en posiciones menos cómodas, como pintores, sirvientas o panaderos.
Que hacer: El dolor causado por la hernia se puede aliviar aplicando compresas calientes en el lugar, así como tomando antiinflamatorios y analgésicos recomendados por el ortopedista. Además, generalmente también se requieren fisioterapia y ejercicios de juego de roles. Obtenga más información sobre las hernias de disco en el video:
5. Pico de loro
El pico del loro, científicamente conocido como osteofitosis, ocurre cuando una parte de la vértebra crece más de lo normal, provocando una protuberancia de hueso que se asemeja al pico del loro. Si bien esta protuberancia no produce dolor, puede terminar ejerciendo presión sobre los nervios espinales, lo que genera síntomas como dolor, hormigueo e incluso pérdida de fuerza.
Que hacer: el pico del loro siempre debe ser diagnosticado por un ortopedista y, habitualmente, el tratamiento se realiza con fisioterapia y remedios antiinflamatorios. Vea más sobre el pico del loro y cómo tratarlo.
Qué remedios se pueden utilizar
Para aliviar el dolor y asegurar que se esté realizando el tratamiento más adecuado, es muy importante consultar al médico, para diagnosticar la causa y, así, saber cuál es el mejor tratamiento.
Sin embargo, cuando es necesario tomar medicación, el médico suele indicar:
- Analgésicos, como el paracetamol;
- Antiinflamatorios, como diclofenaco o ibuprofeno;
- Relajantes musculares, como ciclobenzaprina o citrato de orfenadrina.
Antes de usar medicamentos, es importante probar otras formas de tratamiento más naturales, como el estiramiento frecuente del cuello y la aplicación de compresas calientes en el lugar del dolor.
Cuando ir al doctor
La mayoría de los casos de dolor en la región cervical mejoran con el reposo, los estiramientos y la aplicación de compresas calientes en 1 semana, sin embargo, si no hay mejoría, es muy importante consultar a un ortopedista o al menos a un médico de cabecera.
Además, también es importante acudir al médico cuando aparecen otros síntomas, como:
- Muy difícil mover el cuello;
- Hormigueo en los brazos;
- Sensación de falta de fuerza en los brazos;
- Mareos o desmayos;
- Fiebre;
- Sensación de arena en las articulaciones del cuello.
Estos síntomas generalmente indican que el dolor no es solo una contractura muscular y, por lo tanto, debe ser evaluado por el ortopedista.