Elastografía hepática: que es, para que sirve y como se hace
Contenido
- Para que sirve
- Como se hace el examen
- Ventajas sobre la biopsia
- Cómo entender el resultado
- ¿Puede salir mal el resultado?
- ¿Quién no debería realizar el examen?
La elastografía hepática, también conocida como Fibroscan, es un examen que se utiliza para evaluar la presencia de fibrosis en el hígado, lo que permite identificar el daño causado por enfermedades crónicas en este órgano, como hepatitis, cirrosis o presencia de grasa.
Se trata de un examen rápido, que se puede realizar en pocos minutos y no causa dolor, ya que se realiza mediante ecografía, sin necesidad de agujas ni cortes. La elastografía hepática también puede, en algunos casos, usarse para diagnosticar enfermedades, reemplazando la biopsia clásica, donde es necesario extraer células hepáticas.
Aunque este tipo de procedimiento aún no está presente en toda la red del SUS, se puede realizar en varias clínicas privadas.
Para que sirve
La elastografía hepática se utiliza para evaluar el grado de fibrosis hepática en personas con alguna enfermedad hepática crónica, como:
- Hepatitis;
- Grasa de hígado;
- Enfermedad hepática alcohólica;
- Colangitis esclerosante primaria;
- Hemocromatosis;
- Enfermedad de Wilson.
Además de usarse para diagnosticar e identificar la gravedad de estas enfermedades, esta prueba también puede usarse para evaluar el éxito del tratamiento, ya que puede evaluar la mejora o el empeoramiento del tejido hepático.
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Como se hace el examen
La elastografía hepática es similar a un examen de ultrasonido, en el que la persona se acuesta boca arriba y con la camisa levantada para exponer el abdomen. Luego, el médico, o el técnico, coloca un gel lubricante y pasa una sonda a través de la piel, aplicando una ligera presión. Esta sonda emite pequeñas ondas de ultrasonido que atraviesan el hígado y registran una puntuación, que luego es evaluada por el médico.
El examen dura un promedio de 5 a 10 minutos y generalmente no necesita preparación, aunque en algunos casos el médico puede recomendar un período de ayuno de 4 horas. Dependiendo del dispositivo que se utilice para realizar la elastografía hepática, se le puede llamar ecografía transitoria o ARFI.
Ventajas sobre la biopsia
Al ser un examen indoloro y no necesita preparación, la elastografía no supone riesgos para el paciente, a diferencia de lo que puede ocurrir durante la biopsia hepática, en la que el paciente tiene que ser hospitalizado para que se extraiga una pequeña pieza del órgano para su análisis.
La biopsia generalmente causa dolor en el sitio del procedimiento y hematoma en el abdomen y, en casos más raros, también puede causar complicaciones como hemorragia y neumotórax. Así, lo ideal es hablar con el médico para valorar cuál es la mejor prueba para identificar y controlar la enfermedad hepática en cuestión.
Cómo entender el resultado
El resultado de la elastografía hepática se presenta en forma de puntuación, que puede variar de 2,5 kPa a 75 kPa. Las personas que obtienen niveles por debajo de 7 kPa generalmente significan que no tienen problemas de órganos. Cuanto mayor sea el resultado obtenido, mayor será el grado de fibrosis en el hígado.
¿Puede salir mal el resultado?
Solo una pequeña parte de los resultados de las pruebas de elastografía pueden ser poco fiables, problema que se presenta principalmente en casos de sobrepeso, obesidad y vejez del paciente.
Además, el examen también puede fallar cuando se realiza en personas con un IMC de menos de 19 kg / m2 o cuando el examinador no tiene experiencia en realizar el examen.
¿Quién no debería realizar el examen?
El examen de la elastografía hepática generalmente no se recomienda en mujeres embarazadas, pacientes con marcapasos y personas con hepatitis aguda, problemas cardíacos y hepatitis aguda.