Cómo se hace el diagnóstico de cáncer de intestino
Contenido
- 1. Búsqueda de sangre oculta en las heces
- 2. Colonoscopia
- 3. Colonoscopia virtual por tomografía computarizada
- 4. Enema opaco
- 5. Retosigmoidoscopia
- 6. Prueba de ADN fecal
El diagnóstico de cáncer de intestino se realiza mediante pruebas de imagen, como colonoscopia y rectosigmoidoscopia, y mediante examen de heces, especialmente el examen de sangre oculta en heces. Estas pruebas suelen ser indicadas por el médico cuando la persona presenta signos y síntomas de cáncer de intestino, como presencia de sangre en las heces, cambios en el ritmo intestinal y pérdida de peso. A continuación, se explica cómo reconocer los síntomas del cáncer de intestino.
Por lo general, estas pruebas se solicitan para personas mayores de 50 años, que tengan antecedentes familiares de enfermedad o que tengan algún factor de riesgo, como obesidad, diabetes y una dieta baja en fibra, por ejemplo. Sin embargo, estas pruebas también se pueden recomendar incluso si no hay síntomas, solo como una forma de detección, ya que el diagnóstico en las primeras etapas de la enfermedad aumenta las posibilidades de curación.
Como existen varias pruebas que investigan la presencia de este tipo de cáncer, el médico debe solicitar la más adecuada para cada persona, teniendo en cuenta factores como el estado de salud, el riesgo de cáncer y el coste de la prueba. Las principales pruebas realizadas son:
1. Búsqueda de sangre oculta en las heces
La prueba de sangre oculta en heces es la más utilizada en la detección del cáncer de intestino, ya que es práctica, económica y no invasiva, requiriendo solo la recolección de una muestra de heces por parte de la persona, la cual debe ser enviada al laboratorio para su análisis.
Esta prueba tiene como objetivo identificar la presencia de sangre en las heces que no es visible, lo que puede ocurrir en las primeras etapas del cáncer de intestino y, por lo tanto, está indicado que las personas mayores de 50 años se realicen la prueba anualmente.
Si la prueba de sangre oculta es positiva, el médico debe indicar que se deben realizar otras pruebas para confirmar el diagnóstico, siendo la colonoscopia principalmente indicada, ya que además del cáncer, el sangrado también puede ser causado por pólipos, hemorroides, diverticulosis o fisura. anal, por ejemplo.
Actualmente, esta prueba se realiza con una nueva técnica, denominada prueba inmunoquímica, que es más ventajosa que el método tradicional, ya que detecta cantidades menores de sangre y no sufre interferencias de alimentos, como la remolacha.
Obtenga más información sobre la investigación de sangre oculta en heces.
2. Colonoscopia
La colonoscopia es una prueba diagnóstica muy eficaz para identificar cambios intestinales, ya que es capaz de visualizar todo el intestino grueso y, si se observan cambios, aún es posible durante el examen eliminar lesiones sospechosas o extraer una muestra para biopsia. Por otro lado, la colonoscopia es un procedimiento que requiere preparación intestinal y sedación.
Por tanto, la colonoscopia está indicada para personas que presenten resultados alterados en el análisis de sangre oculta, sean mayores de 50 años o presenten signos o síntomas sugestivos de cáncer de intestino, como estreñimiento o diarrea injustificada, presencia de sangre y mucosidad en las heces. Obtenga más información sobre el examen de colonoscopia.
3. Colonoscopia virtual por tomografía computarizada
La colonoscopia virtual es un examen que crea imágenes tridimensionales del intestino mediante tomografía computarizada, pudiendo observar tanto la pared externa del intestino como su interior.
Es una gran prueba, ya que puede detectar lesiones como cáncer o pólipos sin necesidad de sedación, como en la colonoscopia. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, la colonoscopia virtual es cara, requiere preparación del intestino y siempre que se detectan cambios puede ser necesario complementar la investigación con colonoscopia.
4. Enema opaco
El enema opaco es una prueba de imágenes que también ayuda a identificar cambios en el intestino que pueden surgir durante el cáncer. Para hacerlo, es necesario introducir un líquido de contraste por el ano y luego hacer una radiografía que, debido al contraste, es capaz de formar imágenes de colon y recto.
Actualmente, esta prueba no se usa mucho para detectar el cáncer de intestino, ya que además de la complejidad a realizar, puede causar algunas molestias o dolor. Además, no permite la extracción de muestras para biopsia en el laboratorio y, a menudo, se reemplaza por tomografía y colonoscopia.
Comprenda cómo funciona este examen y cómo prepararse.
5. Retosigmoidoscopia
Para realizar este examen se utiliza un tubo rígido o flexible con una pequeña cámara de video en la punta, la cual se introduce por el ano y es capaz de observar el recto y la parte final del intestino grueso, permitiendo la detección y remoción de sospechas lesiones. Esta prueba es más adecuada para personas mayores de 50 años, cada 3 o 5 años, junto con la búsqueda de sangre oculta en las heces.
Aunque también es un examen capaz de identificar el cáncer de intestino, no suele ser solicitado por el médico, ya que la colonoscopia aporta más información.
6. Prueba de ADN fecal
La prueba de ADN fecal es una nueva prueba para detectar el cáncer de intestino, también dirigida a personas mayores de 50 años o según el consejo médico, ya que puede identificar cambios en el ADN de las células que indican cáncer o lesiones precancerosas, como pólipos.
Sus ventajas incluyen no necesitar ninguna preparación ni cambios en la dieta, solo recolecta una muestra de heces y envíala al laboratorio. Sin embargo, siempre que se identifican cambios sospechosos, se requiere la confirmación con otra prueba, como una colonoscopia.