La actividad física excesiva altera la hipertrofia muscular

Contenido

• Síntomas de ejercicio físico excesivo
• Consecuencias del ejercicio excesivo
• Qué hacer para tratar la compulsión al ejercicio

El ejercicio excesivo hace que el rendimiento del entrenamiento disminuya, lo que deteriora la hipertrofia muscular, ya que es durante el descanso cuando el músculo se recupera del entrenamiento y crece.

Además, realizar una actividad física excesiva es perjudicial para la salud y puede provocar lesiones musculares y articulares, agotamiento y fatiga muscular extrema, por lo que es necesario dejar de entrenar por completo para que el cuerpo se recupere.

Síntomas de ejercicio físico excesivo

El ejercicio físico excesivo se puede notar a través de algunos síntomas, como:

• Temblores y movimientos involuntarios en los músculos;
• Cansancio extremo;
• Pérdida de aliento durante el entrenamiento;
• Fuerte dolor muscular, que solo mejora con el uso de medicamentos.

Ante la presencia de estos síntomas se debe reducir la frecuencia e intensidad del entrenamiento para permitir que el organismo se recupere, además de la necesidad de acudir al médico para valorar la necesidad de tomar medicamentos o someterse a un tratamiento que ayude a la recuperación.

Consecuencias del ejercicio excesivo

El ejercicio físico excesivo provoca cambios en la producción de hormonas, aumento de la frecuencia cardíaca incluso durante el reposo, irritabilidad, insomnio y debilitamiento del sistema inmunológico.

Además de dañar el cuerpo, la actividad física intensa puede ser perjudicial para la mente y convertirse en una compulsión al ejercicio, en la que la obsesión por mejorar la apariencia del cuerpo genera ansiedad y estrés intensos.

Qué hacer para tratar la compulsión al ejercicio

Al identificar los síntomas de ejercicio físico excesivo o cambios en el funcionamiento del cuerpo, se debe buscar atención médica para evaluar si existen problemas en el corazón, músculos o articulaciones que deban ser tratados.

Además, es necesario detener la actividad física y comenzar lentamente (busque un profesional capacitado en educación física), después de que el cuerpo haya vuelto a funcionar bien. También puede ser necesario un seguimiento con un psicoterapeuta para tratar la obsesión por la actividad física y ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.

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