Fascitis necrotizante: que es, síntomas y tratamiento
Contenido
- Los síntomas de la fascitis necrotizante
- Posibles complicaciones
- Cómo se hace el diagnóstico
- Cómo tratar
La fascitis necrotizante es una infección bacteriana grave y poco común caracterizada por la inflamación y muerte del tejido que se encuentra debajo de la piel y que involucra los músculos, nervios y vasos sanguíneos, llamado fascia. Esta infección se produce principalmente por bacterias del tipo Estreptococo grupo A, siendo más frecuente debido a la Streptococcus pyogenes.
La bacteria es capaz de propagarse rápidamente, provocando síntomas que tienen una evolución muy rápida, como fiebre, aparición de región enrojecida e hinchada en la piel y que evoluciona a úlceras y oscurecimiento de la región. Por este motivo, ante cualquier signo indicativo de fascitis necrotizante, es importante acudir al hospital para iniciar el tratamiento y así evitar complicaciones.
Los síntomas de la fascitis necrotizante
La bacteria puede ingresar al cuerpo a través de aberturas en la piel, ya sea por inyecciones, uso de medicamentos aplicados en la vena, quemaduras y cortes. Desde el momento en que la bacteria puede ingresar al cuerpo, se disemina rápidamente, dando lugar a la aparición de síntomas que progresan rápidamente, siendo los principales:
- Aparición de una región enrojecida o hinchada en la piel que aumenta con el tiempo;
- Dolor severo en la región enrojecida e hinchada, que también se puede notar en otras partes del cuerpo;
- Fiebre;
- Aparición de úlceras y ampollas;
- Oscurecimiento de la región;
- Diarrea;
- Náusea;
- Presencia de pus en la herida.
La evolución de signos y síntomas indica que la bacteria se está multiplicando y provocando la muerte del tejido, denominada necrosis. Por tanto, si se percibe algún signo que pueda indicar fascitis necrotizante, es importante acudir al hospital para realizar el diagnóstico e iniciar el tratamiento.
aunque Estreptococo el grupo A se puede encontrar naturalmente en el cuerpo, la fascitis necrotizante no ocurre en todas las personas. Esta infección es más común en diabéticos, personas con enfermedades crónicas o malignas, mayores de 60 años, obesidad, que consumen fármacos inmunosupresores o que padecen enfermedades vasculares.
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Posibles complicaciones
Las complicaciones de la fascitis necrotizante ocurren cuando la infección no se identifica y no se trata con antibióticos. Por lo tanto, puede haber sepsis y falla orgánica, ya que las bacterias pueden llegar a otros órganos y desarrollarse allí. Además, debido a la muerte del tejido, también puede ser necesario extirpar la extremidad afectada para evitar la propagación de las bacterias y la aparición de otras infecciones.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de fascitis necrotizante se realiza mediante la observación de los signos y síntomas que presenta la persona, además de los resultados de las pruebas de laboratorio. Por lo general, se solicitan análisis de sangre e imágenes para observar la región afectada, además de la biopsia de tejido, que es importante para identificar la presencia de bacterias en el área. Comprenda qué es la biopsia y cómo se realiza.
A pesar de estar advertido que el tratamiento con antibióticos solo debe iniciarse tras el resultado de exámenes complementarios, en el caso de fascitis necrosante, el tratamiento debe realizarse lo antes posible debido a la severa y rápida evolución de la enfermedad.
Cómo tratar
El tratamiento de la fascitis necrotizante debe realizarse en el hospital, y se recomienda que la persona permanezca aislada durante algunas semanas para que no exista riesgo de transmitir la bacteria a otras personas.
El tratamiento se realiza con el uso de antibióticos por vía intravenosa (en la vena) para combatir la infección. Sin embargo, cuando la infección ya está más avanzada y existen signos de necrosis, puede estar indicada la cirugía para extirpar el tejido y así combatir la infección.