Enfermedad del fuego salvaje: que es, síntomas, causas y tratamiento
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La enfermedad del fuego salvaje, científicamente llamada pénfigo, es una rara enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico produce anticuerpos que atacan y destruyen las células de la piel y las membranas mucosas como la boca, la nariz, la garganta o los genitales, formando ampollas o heridas que causan sensación de ardor. , ardor y dolor, siendo más común en adultos y personas mayores, aunque puede ocurrir a cualquier edad.
Los síntomas del incendio forestal pueden confundirse con los de otras enfermedades de la piel, como el penfigoide ampolloso, el lupus eritematoso y la enfermedad de Hailey-Hailey, por ejemplo. Por tanto, es importante que se consulte al dermatólogo o al médico de cabecera para que se pueda confirmar el diagnóstico de incendio forestal y, así, se pueda iniciar el tratamiento más adecuado para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.
Síntomas principales
El síntoma principal de los incendios forestales es la formación de ampollas que pueden romperse fácilmente y formar heridas que causan una sensación de ardor y ardor. Según dónde aparezcan las ampollas, la enfermedad de los incendios forestales se puede clasificar en dos tipos principales:
- Fuego salvaje vulgar o pénfigo vulgar: comienza con la formación de ampollas en la boca y luego en la piel o membranas mucosas como la garganta, la nariz o los genitales, que suelen ser dolorosas pero no pican. Cuando aparecen en la boca o garganta pueden dificultar la alimentación y provocar desnutrición;
- Fuego foliáceo salvaje o pénfigo foliáceo: Las ampollas generalmente se forman en el cuero cabelludo, la cara, el cuello, el pecho, la espalda o los hombros, afectan la capa más externa de la piel y pueden extenderse por todo el cuerpo causando ardor y dolor. Este tipo de fuego salvaje no provoca ampollas mucosas.
Si en la piel o mucosas aparecen ampollas que no cicatrizan es importante que se consulte al dermatólogo o al médico de cabecera, ya que es posible realizar una evaluación de los síntomas y están indicados análisis de sangre y biopsias. confirmar el diagnóstico de la enfermedad de los incendios forestales. Cuando la persona tiene molestias en la garganta, el médico también puede recomendar realizar una endoscopia para confirmar el incendio forestal común.
Posibles Causas
El fuego salvaje es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico reacciona contra la piel o las células mucosas, atacando y destruyendo estas células como si fueran extrañas al cuerpo, lo que da lugar a la aparición de ampollas y heridas.
Otra causa de incendios forestales, aunque es más rara, es el uso de medicamentos como inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o penicilinas, que pueden favorecer la producción de autoanticuerpos que atacan las células de la piel, lo que lleva al desarrollo de incendios de hojas silvestres.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento del fuego salvaje se realiza para controlar los síntomas, reducir la formación de ampollas y heridas y evitar complicaciones como desnutrición o infecciones generalizadas. Los medicamentos que el dermatólogo puede recomendar para el tratamiento son:
- Corticoesteroides como prednisona o prednisolona que reducen la inflamación y disminuyen la acción del sistema inmunológico, utilizándose en el tratamiento inicial y en casos leves;
- Inmunosupresores tales como azatioprina, micofenolato, metotrexato o ciclofosfamida, ya que ayudan a evitar que el sistema inmunológico ataque la piel o las células mucosas, y se utilizan en los casos en que los corticosteroides no mejoran los síntomas o en casos moderados a graves;
- Anticuerpo monoclonal como el rituximab, que actúa controlando la inmunidad y disminuyendo los efectos del sistema inmunológico en el organismo, utilizándose junto con corticosteroides o inmunosupresores para el tratamiento inicial en casos moderados o graves.
Además, el médico puede recomendar otros remedios como analgésicos, analgésicos, antibióticos para combatir infecciones o pastillas anestésicas para la boca.
Si el uso de algún medicamento fue la causa de las ampollas, interrumpir el uso del medicamento puede ser suficiente para tratar los incendios forestales.
En casos de desnutrición causada por una mala alimentación por ampollas y llagas en la boca o garganta, puede ser necesaria la hospitalización y el tratamiento con suero y nutrición parenteral, que se administra directamente en la vena, hasta que la persona se recupere.
Cuidados durante el tratamiento
Algunas precauciones son importantes durante el tratamiento para ayudarlo a recuperarse más rápido o para prevenir la recurrencia de los síntomas:
- Cuide las heridas según las indicaciones del médico o la enfermera;
- Use un jabón suave para lavar el cuerpo suavemente;
- Evite la exposición al sol, ya que la radiación ultravioleta puede provocar la aparición de nuevas ampollas en la piel;
- Evite los alimentos picantes o ácidos que puedan irritar las burbujas en la boca;
- Evite las actividades físicas que puedan dañar su piel, como los deportes de contacto.
En el caso de que un incendio forestal cause ampollas en la boca que impidan que la persona se cepille los dientes o use hilo dental, puede ser necesario un tratamiento especial para prevenir enfermedades de las encías o caries. Por ello, es importante consultar a un dentista para que se oriente sobre cómo realizar la higiene bucal, según la gravedad de cada caso.