Hepatitis aguda: que es, síntomas, causas y tratamiento

Contenido
- Síntomas principales
- Cuando puede ser serio
- Cuando puede volverse fulminante
- Cuales son las causas
- Como confirmar
La hepatitis aguda se define como una inflamación del hígado que en la mayoría de los casos comienza repentinamente y dura solo unas pocas semanas. Hay varias causas de hepatitis, incluidas las infecciones por virus, el uso de medicamentos, el alcoholismo o los trastornos inmunitarios.
A pesar de las diversas causas, los síntomas que se presentan en la hepatitis aguda suelen ser similares, incluyendo malestar, dolor de cabeza, fatiga, falta de apetito, náuseas, vómitos, piel y ojos amarillentos. Generalmente esta inflamación progresa de forma benigna, presentando cura a las pocas semanas o meses, sin embargo, algunos casos pueden agravarse y progresar hasta la muerte.
Por tanto, siempre es necesario que, ante la presencia de síntomas que sugieran hepatitis, la persona debe someterse a una evaluación médica, para valoración clínica y solicitud de pruebas, como medición de enzimas hepáticas (ALT y AST) y ecografía abdominal. El tratamiento incluye reposo, hidratación y uso de medicamentos en casos específicos, según la causa.

Síntomas principales
Aunque pueden variar según la causa, los principales síntomas de la hepatitis son:
- Cansancio o fatiga;
- Pérdida de apetito;
- Fiebre;
- Dolor de articulaciones y músculos;
- Malestar;
- Dolores de cabeza;
- Náusea;
- Vómitos
Pasados unos días desde el inicio de las quejas, en algunos casos puede aparecer un color amarillo en la piel y en los ojos llamado ictericia, acompañado o no de picazón en la piel, orina oscura y heces blanquecinas. Posteriormente, es común seguir un período de recuperación, con disminución de signos y síntomas, evolucionando frecuentemente para curar la enfermedad.
En algunos casos, el proceso inflamatorio de la hepatitis puede durar más de 6 meses y convertirse en hepatitis crónica. Obtenga más información sobre la hepatitis crónica.
Cuando puede ser serio
Aunque no es común, cualquier hepatitis aguda puede volverse grave, especialmente cuando no se detecta temprano y cuando el tratamiento no se inicia correctamente. Si la hepatitis se agrava, puede comprometer el funcionamiento del hígado y los conductos biliares, lo que aumenta el riesgo de hemorragia, interfiere con la producción de proteínas o el funcionamiento del sistema inmunológico y puede afectar el funcionamiento de otros órganos del cuerpo.
Además, durante la fase aguda de la hepatitis, puede producirse una insuficiencia hepática aguda, que debe diagnosticarse precozmente ya que pueden ser necesarias intervenciones terapéuticas rápidas, como el trasplante de hígado.
Cuando puede volverse fulminante
La hepatitis fulminante aguda también se conoce como insuficiencia hepática aguda y aparece solo en casos raros de hepatitis que se desarrollan de manera muy intensa y deterioran todo el metabolismo del cuerpo. Es una de las enfermedades más graves del hígado y puede morir en el 70 al 90% de los pacientes, y el riesgo aumenta con la edad.
Los síntomas iniciales de la hepatitis fulminante son los mismos que los de una hepatitis común, sumando la presencia de orina oscura, ojos amarillos, alteraciones del sueño, voz inexacta, confusión mental y pensamiento lento, con riesgo de complicaciones como falla multiorgánica. Estas complicaciones pueden llevar a la muerte, y es muy importante buscar ayuda médica siempre que aparezcan síntomas que indiquen esta enfermedad. Obtenga más información sobre las causas y el tratamiento de la hepatitis fulminante.

Cuales son las causas
Entre las principales causas de hepatitis aguda se incluyen:
- Infección por el virus de la hepatitis A, B, C, D o E. Conocer las vías de transmisión y cómo prevenir la hepatitis viral;
- Otras infecciones, como citomegalovirus, parvovirus, herpes, fiebre amarilla;
- Uso de medicamentos, como ciertos antibióticos, antidepresivos, estatinas o anticonvulsivos. Obtenga más información sobre las causas de la hepatitis por medicamentos;
- Uso de paracetamol;
- Enfermedades autoinmunes, en las que el cuerpo produce anticuerpos de forma inapropiada contra sí mismo;
- Cambios en el metabolismo del cobre y el hierro;
- Cambios circulatorios;
- Obstrucción biliar aguda;
- Empeoramiento de una hepatitis crónica;
- Trastornos del metabolismo de las grasas;
- Cáncer;
- Agentes tóxicos, como drogas, contacto con productos químicos o consumo de ciertos tés.
Además, existe la denominada hepatitis transinfecciosa, que es causada por infecciones que no ocurren directamente en el hígado, sino que acompañan a infecciones generalizadas graves, como la septicemia.
Mire el siguiente video, la conversación entre la nutricionista Tatiana Zanin y el Dr. Drauzio Varella sobre cómo prevenir y tratar algunos tipos de hepatitis:
Como confirmar
Para confirmar la hepatitis aguda, además de analizar el cuadro clínico y los síntomas que presenta la persona, el médico puede solicitar pruebas capaces de detectar lesiones en el tejido hepático o cambios en el funcionamiento del hígado y de las vías biliares, como la alanina aminotransferasa (ALT). , antes conocida como TGP), aspartato aminotransferasa (AST, antes conocida como TGO), rango GT, fosfatasa alcalina, bilirrubinas, albúmina y coagulograma.
Además, se pueden solicitar pruebas de imagen para observar el aspecto del hígado, como ecografía o tomografía y, si no se aclara el diagnóstico, incluso es posible realizar una biopsia hepática. Obtenga más información sobre las pruebas hepáticas.