Hemorroides infectadas: qué buscar y cómo tratarlas
Contenido
- ¿Qué causa las hemorroides infectadas?
- ¿Cuales son los sintomas?
- Cómo diagnosticar una hemorroide infectada
- Cómo tratar una hemorroide infectada
- Cómo prevenir una hemorroide infectada
- ¿Cuál es la perspectiva?
Visión de conjunto
Las hemorroides son venas hinchadas en la parte inferior del recto. A menudo desaparecen por sí solos o con el tratamiento de productos de venta libre. Pero en casos raros, las hemorroides pueden infectarse.
Las hemorroides internas prolapsadas tienen más probabilidades de infectarse debido a problemas de flujo sanguíneo. Los procedimientos, como los litigios con bandas elásticas y la extirpación quirúrgica, también pueden aumentar el riesgo de infección.
Una hemorroide infectada requiere tratamiento médico para reducir las posibilidades de complicaciones. Siga leyendo para conocer las causas de las hemorroides infectadas y cómo tratarlas.
¿Qué causa las hemorroides infectadas?
En algunos casos, ciertos tipos de hemorroides y tratamientos para hemorroides pueden provocar infecciones.
Es más probable que las hemorroides se infecten cuando se restringe el flujo sanguíneo saludable al área. El flujo sanguíneo saludable al área rectal significa un suministro constante de glóbulos blancos y ciertas proteínas que forman parte del sistema inmunológico. Esto ayuda a reducir el riesgo de infección.
Las hemorroides internas rara vez se infectan. Una hemorroide interna es aquella que se forma en el recto. Ésta es la porción del intestino grueso que termina en el ano.
A veces, una hemorroide interna puede empujar hacia abajo desde el recto, lo que se conoce como hemorroide interna prolapsada.
Una hemorroide interna prolapsada a menudo se puede empujar suavemente hacia la pared del recto. Pero aún es más probable que se infecte que otros tipos.
Esto se debe a que se puede cortar el flujo sanguíneo a la vena. Esto se conoce como hemorroide interna estrangulada. Sin los nutrientes, el oxígeno y las células del sistema inmunológico que se encuentran en el torrente sanguíneo, se puede formar rápidamente una infección.
Es posible que tenga un mayor riesgo de hemorroides estranguladas y una infección posterior si padece una afección que reduce la circulación sana en el recto. Entre las condiciones que pueden causar un flujo sanguíneo reducido a la región se encuentran:
- diabetes
- Enfermedad de Crohn
- obesidad
- aterosclerosis (estrechamiento de las arterias)
- coágulos de sangre
Además, tener VIH u otra condición que debilite el sistema inmunológico puede aumentar el riesgo de hemorroides infectadas.
Las infecciones también pueden desarrollarse después de procedimientos que tratan las hemorroides. En particular, la ligadura con banda de goma a veces puede provocar una infección.
En este procedimiento, el médico coloca una banda alrededor de la hemorroide, cortando el suministro de sangre. La hemorroide pronto se caerá y la piel sanará.Durante este proceso, sin embargo, el tejido afectado es vulnerable a la infección de las bacterias en su intestino.
Un riesgo similar sigue a la cirugía para extirpar una hemorroide (hemorroidectomía), que generalmente se realiza si una ligadura con banda de goma no tiene éxito.
¿Cuales son los sintomas?
Todos los síntomas típicos de las hemorroides pueden estar presentes si tiene hemorroides infectadas. Estos síntomas incluyen:
- pequeñas cantidades de sangre en el inodoro o en el papel higiénico después de una evacuación intestinal
- hinchazón alrededor del ano
- picazón dentro y alrededor del ano
- dolor, especialmente al sentarse o hacer esfuerzo durante una evacuación intestinal
- un bulto debajo de la piel alrededor de su ano.
Pero una infección también puede provocar otros síntomas. Los signos de infección incluyen:
- fiebre
- dolor que empeora, incluso después del tratamiento estándar de hemorroides
- enrojecimiento alrededor del ano, especialmente cerca del sitio de la infección
Si sospecha que una hemorroide se ha infectado, consulte a un médico. Una infección puede provocar complicaciones graves, como peritonitis. Ésta es una infección potencialmente mortal de la pared abdominal y los órganos internos.
Cómo diagnosticar una hemorroide infectada
Para diagnosticar una infección por hemorroides, su médico revisará su historial médico y sus síntomas actuales. Los síntomas, como la fiebre, pueden ayudar a su médico a hacer un diagnóstico.
También se realizará un examen físico para verificar si hay signos visuales de infección, como enrojecimiento alrededor de las hemorroides. Si tiene una hemorroide interna prolapsada, su médico puede decidir extirparla antes de que se infecte.
También se realizan análisis de sangre, como un recuento de glóbulos blancos, si se sospecha una infección. Un leucocito bajo puede indicar una infección. Se pueden realizar pruebas adicionales, como un análisis de orina o radiografías, para buscar infecciones que se hayan diseminado a otras partes del cuerpo.
Cómo tratar una hemorroide infectada
Un antibiótico, como la doxiciclina (Doxteric), se usa para tratar una hemorroide infectada o tejido infectado causado por un procedimiento para extirpar una hemorroide.
Los antibióticos recetados para la peritonitis incluyen cefepime (Maxipime) e imipenem (Primaxin). El tipo específico de antibiótico que le receten dependerá de la gravedad de su infección y de cualquier problema o alergia que pueda tener con ciertos medicamentos.
En casos graves, puede ser necesaria una cirugía para extirpar tejido infectado alrededor de la hemorroide o tejido dentro del abdomen (si la infección se ha extendido). Esto se llama desbridamiento y puede ayudar al cuerpo a curarse de una infección.
Además de los medicamentos y los posibles procedimientos quirúrgicos, los remedios caseros pueden ayudar a aliviar los síntomas. Éstas incluyen:
- bolsas de hielo o compresas frías alrededor de su ano
- analgésicos orales, como acetaminofén (Tylenol) o ibuprofeno (Advil)
- almohadillas que contienen un agente anestésico.
Además, ajustar su dieta puede reducir el esfuerzo durante las deposiciones. Una dieta que incluya alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales, puede ayudar a mantener las heces blandas, añadir volumen y reducir el esfuerzo.
Siempre consulte con su médico antes de intentar cualquier tipo de tratamiento en el hogar. No quiere correr el riesgo de propagar la infección o interferir con el tratamiento médico que está recibiendo.
Cómo prevenir una hemorroide infectada
La mejor forma de prevenir una hemorroide infectada es evitar tener cualquier tipo de hemorroide. Además de una dieta alta en fibra (de 20 a 35 gramos diarios) y muchos líquidos, puede ayudar a prevenir las hemorroides al:
- mantener un peso saludable
- evitando sentarse durante horas a la vez
- hacer ejercicio con regularidad, incluida la actividad aeróbica, como caminar a paso ligero, jugar al tenis o bailar
- ir al baño tan pronto como sea necesario, porque retrasar una evacuación intestinal puede hacer que las heces sean más difíciles de evacuar
Si tiene hemorroides, puede reducir el riesgo de infección consultando a un médico tan pronto como tenga síntomas.
Los síntomas leves pueden tratarse con compresas y ungüentos de venta libre, así como con una buena higiene y un baño de asiento tibio. Seguir los consejos de su médico es esencial para asegurarse de que el tratamiento sea eficaz y reducir las posibilidades de una infección.
Si le recetan antibióticos después de un procedimiento, tome todo el tratamiento y no se detenga antes. Si tiene efectos secundarios por los antibióticos, llame al consultorio de su médico y vea si un medicamento alternativo puede funcionar.
¿Cuál es la perspectiva?
La gravedad de la infección determinará cuánto tiempo se tarda en curar y si el tratamiento requerirá más que antibióticos. Un curso de doxiciclina de una semana puede ser suficiente, pero una infección grave puede requerir un curso más prolongado o medicamentos adicionales.
Hacer un seguimiento con su médico durante el tratamiento reducirá sus probabilidades de complicaciones.
Si tiene antecedentes personales o familiares de hemorroides, es más probable que desarrolle hemorroides en el futuro. Sin embargo, tener una hemorroide infectada una vez no significa que una hemorroide posterior tenga más probabilidades de infectarse. La clave es prestar atención a los síntomas y al tratamiento desde el principio.
Si desarrolla síntomas de una hemorroide interna prolapsada, debe consultar a un médico. Y si no está seguro de tener una hemorroide infectada, sea precavido y vaya a ver a su médico.