¿El lupus es curable? Vea cómo controlar los síntomas
Contenido
- Cómo controlar el lupus
- 1. Protección solar
- 2. Analgésicos y antiinflamatorios
- 3. Corticoides
- 4. Otros reguladores de la inmunidad
- 5. Opciones naturales
- Cuidado del lupus en el embarazo
El lupus es una enfermedad inflamatoria crónica y autoinmune que, aunque no es curable, se puede controlar con el uso de fármacos que ayuden a disminuir la acción del sistema inmunológico, como los corticoesteroides e inmunosupresores, además de cuidados como la aplicación de protector solar. ejemplo, de acuerdo con las pautas del reumatólogo o dermatólogo, lo que ayuda a controlar y prevenir crisis, según las manifestaciones de la enfermedad en cada persona.
Todos los pacientes con lupus necesitan atención médica, pero la enfermedad no siempre está activa y, por lo general, es posible mantener las actividades cotidianas normales, como el trabajo o las actividades de ocio, por ejemplo.
Los principales síntomas que aparecen en esta enfermedad incluyen manchas rojas en la piel, especialmente en áreas expuestas a la luz como cara, orejas o brazos, caída del cabello, fiebre baja, pérdida de apetito, dolor e hinchazón en las articulaciones y disfunción renal, por ejemplo. Consulte la lista completa de síntomas del lupus para identificar esta enfermedad.
Cómo controlar el lupus
Aunque el lupus no tiene cura, la enfermedad se puede controlar haciendo un seguimiento con un reumatólogo, quien orientará el uso de medicamentos para reducir la inflamación, que varía según el tipo de enfermedad, los órganos afectados y la gravedad de cada caso. Las opciones de tratamiento, que también están disponibles a través del SUS, son:
1. Protección solar
El uso de protector solar con un SPF de al menos 15, pero preferiblemente superior a 30, es una forma importante de evitar la formación de lesiones cutáneas presentes en el lupus de tipo discoide o de tipo sistémico con manifestaciones cutáneas. El protector solar o bloqueador debe aplicarse siempre por la mañana y volver a aplicarse al menos una vez más a lo largo del día, dependiendo de la iluminación local y la posibilidad de exposición.
Además, el uso de ropa y sombreros es importante para prevenir la acción de los rayos ultravioleta sobre la piel, cuando se encuentra en ambientes soleados.
2. Analgésicos y antiinflamatorios
Los medicamentos para aliviar el dolor pueden ser antiinflamatorios, como el diclofenaco, o analgésicos, como el paracetamol, que son muy útiles para los períodos en los que se necesita controlar el dolor, especialmente cuando la enfermedad afecta las articulaciones.
3. Corticoides
Los corticosteroides, o corticosteroides, son fármacos que se utilizan ampliamente para controlar la inflamación. Pueden ser de uso tópico, en pomadas utilizadas sobre lesiones cutáneas para ayudar a su mejoría y dificultar el aumento de tamaño de heridas y ampollas.
También se utilizan en forma oral, en tableta, elaborada en casos de lupus, tanto leve como grave o situaciones de exacerbación de enfermedad sistémica, en las que puede haber daño a las células sanguíneas, función renal, o deterioro de órganos como el corazón. , pulmones y sistema nervioso, por ejemplo.
La dosis y el tiempo de uso dependen de la gravedad de la situación, para cada caso. Además, existe la opción de los corticoides inyectables, más utilizados en casos severos o cuando hay dificultad para tragar el comprimido.
4. Otros reguladores de la inmunidad
Algunos medicamentos que pueden usarse junto con corticosteroides o usarse por separado, para controlar la enfermedad, son:
- Antimaláricos, como la cloroquina, principalmente en enfermedades articulares, siendo útil tanto para el lupus sistémico como para el discoide, incluso en la fase de remisión para mantener la enfermedad bajo control;
- Inmunosupresores, tales como ciclofosfamida, azatioprina o micofenolato de mofetilo, por ejemplo, se usan con o sin corticosteroides, para debilitar y calmar el sistema inmunológico para un control más eficaz de la inflamación;
- Inmunoglobulina, es un fármaco inyectable, elaborado en casos graves en los que no hay mejora de la inmunidad con otros fármacos;
- Agentes biologicos, como Rituximab y Belimumab, son nuevos productos de ingeniería genética, también reservados para casos severos en los que no hay mejoría con otras alternativas.
5. Opciones naturales
Algunas actitudes diarias, practicadas en casa, junto con el tratamiento, también son importantes para ayudar a mantener la enfermedad bajo control. Algunas opciones son:
- No fumar;
- Evite las bebidas alcohólicas;
- Practique actividad física de 3 a 5 veces por semana, durante los períodos de remisión de la enfermedad;
- Consuma una dieta rica en omega-3, presente en el salmón y las sardinas, por ejemplo, 3 veces por semana;
- Consume alimentos antiinflamatorios y fotoprotectores, como el té verde, el jengibre y la manzana, por ejemplo, además de otros tipos de frutas y verduras.
Vea este video, con más opciones y consejos, para aprender a comer bien y vivir mejor con esta enfermedad:
Además, es fundamental mantener una dieta equilibrada, evitando el consumo de alimentos ricos en azúcar y grasas, ya que contribuyen al aumento de los niveles de triglicéridos, colesterol y azúcar, que pueden provocar aumento de peso y diabetes, que puede descontrolar la enfermedad. .
Otras precauciones incluyen evitar vacunas con virus vivos, excepto bajo consejo médico, monitorizar los valores de calcio y vitamina D en sangre, que pueden disminuir con el uso de corticoides, someterse a fisioterapia para prevenir y tratar el dolor articular, además de evitando el estrés, que puede influir en los brotes de la enfermedad.
Cuidado del lupus en el embarazo
Es posible quedar embarazada cuando se tiene lupus, sin embargo, preferiblemente, debe ser un embarazo planificado, en un momento menos grave de la enfermedad, y debe ser monitoreado durante todo el período por el obstetra y reumatólogo, debido a la posibilidad de exacerbación. de la enfermedad.
Además, los medicamentos se ajustan para el embarazo y durante la lactancia, de modo que sea lo más tóxico posible para el bebé, generalmente con el uso de corticoides en dosis bajas.