9 remedios caseros para la grasa del hígado

Contenido
- 1. Té verde
- 2. Té de alcachofa
- 3. Té de cardo
- 4. Té de ajo con limón
- 5. Té de jengibre, cacao y canela
- 6. Té de albahaca con romero
- 7. Té de girasol
- 8. Té de ispagula
- 9. Jugo de melón y menta
- Prueba de conocimientos
- Hígado graso: ¡pon a prueba tus conocimientos!
Algunos remedios caseros como el té verde, el té de alcachofa o el jugo de melón con menta pueden ayudar a tratar la grasa en el hígado, porque ayudan a reducir los niveles de colesterol malo y triglicéridos en la sangre, o porque protegen y regeneran las células del hígado. Hígado, mantener el órgano sano.
Además, estos remedios caseros, cuando se usan con regularidad, ayudan a aliviar los síntomas típicos de la grasa hepática, como náuseas, vómitos o hinchazón del estómago. Vea otros síntomas de hígado graso.
Es importante recordar que los remedios caseros deben utilizarse únicamente para complementar el tratamiento indicado por el médico, que normalmente incluye el uso de medicación, una dieta equilibrada con poca o ninguna grasa y ejercicio regular.
1. Té verde

Algunos estudios muestran que el té verde, científicamente conocido como Camellia sinensis, tiene en su composición compuestos fenólicos, como la epigalocatequina, que tiene propiedades antioxidantes, ayudando a disminuir el colesterol malo y los triglicéridos, que pueden acumularse en el hígado, provocando o empeorando el grado de hígado graso.
Además, el consumo de té verde puede ayudar a reducir las enzimas hepáticas, ALT y AST, que suelen aumentar cuando hay grasa en el hígado.
El té verde puede usarse en forma de tés, infusiones o extracto natural, y debe usarse con consejo médico porque el uso excesivo puede causar el efecto contrario y dañar el hígado.
Ingredientes
- 1 cucharadita de hojas de té verde o 1 sobre de té verde;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparo
Agrega las hojas o el sobre de té verde a la taza con agua hirviendo y deja reposar por 10 minutos. Colar o retirar el sobre y beber. Este té se puede consumir de 3 a 4 veces al día, o según consejo médico.
El té verde no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o lactantes, por personas que tengan insomnio, hipertiroidismo, gastritis o hipertensión arterial. Además, debido a que contiene cafeína en su composición, se debe evitar beber este té al final del día o en una cantidad superior a la recomendada ya que puede provocar efectos secundarios como insomnio, irritación, sensación de ardor en el estómago, cansancio o palpitación del corazon.
2. Té de alcachofa

El té de alcachofa es rico en antioxidantes, como la canela y la silimarina, que ayudan a proteger el hígado del daño de los radicales libres, además de estimular el crecimiento de nuevas células sanas en el hígado, lo que puede ayudar a combatir la acumulación de grasa en el hígado.
Ingredientes
- 15 g de hojas secas de alcachofa;
- 500 mL de agua hirviendo.
Modo de preparo
Agrega las hojas de alcachofa al agua hirviendo y deja reposar durante 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas de té al día, de 15 a 20 minutos antes de las comidas.
3. Té de cardo

Té de cardo, conocido científicamente como Silybum marianum, tiene una sustancia activa, la silimarina, que tiene un poderoso efecto antioxidante y puede ayudar a promover la regeneración de las células del hígado, reducir la inflamación y beneficiar a las personas con enfermedad hepática, y puede usarse para ayudar en el tratamiento de la grasa hepática.
Además, este té contiene propiedades astringentes, facilitadoras de la digestión y estimulantes del apetito, que alivian algunos de los síntomas de la grasa en el hígado como la pérdida de apetito, náuseas y vómitos.
Ingredientes
- 1 cucharadita de frutos de cardo;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparo
Agrega los frutos del cardo en la taza de agua hirviendo. Deje reposar durante 15 minutos, cuele y beba de 3 a 4 tazas al día, 30 minutos antes de las comidas.
4. Té de ajo con limón

El ajo tiene en su composición alicina que tiene acción antioxidante y ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y triglicéridos, reduciendo así el riesgo de acumulación de grasa en el hígado.
Ingredientes
- 3 dientes de ajo, pelados y cortados por la mitad;
- 1/2 taza de jugo de limón;
- 3 tazas de agua;
- Miel para endulzar (opcional).
Modo de preparo
Hervir el agua con el ajo. Retirar del fuego y agregar jugo de limón y miel. Retire el ajo y sirva a continuación. El ajo tiene un sabor fuerte, por lo que puedes agregar media cucharadita de jengibre en polvo o 1 cm de raíz de jengibre a la preparación del té. El jengibre puede mejorar el efecto del té de ajo, ya que también ayuda a reducir el colesterol malo. Sin embargo, no debe ser consumido por personas que usan anticoagulantes.
5. Té de jengibre, cacao y canela

Este té tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a reducir el daño causado por los radicales libres en las células del hígado, además de mejorar los niveles de las enzimas hepáticas ALT y AST, la resistencia a la insulina y reducir la acumulación de grasa en el hígado.
Ingredientes
- 1 cm de raíz de jengibre en rodajas o rallada;
- 1 pizca de canela en polvo;
- 1 pizca de cacao en polvo;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparo
Ponga a hervir el agua y agregue el jengibre. Hervir durante 5 a 10 minutos. Retire el jengibre de la taza y beba el té en 3 a 4 dosis divididas durante el día. Otra opción para hacer té es reemplazar la raíz con 1 cucharadita de jengibre en polvo.
Este té no debe ser utilizado por personas que consuman fármacos antihipertensivos, anticoagulantes o antidiabéticos, ya que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios de estos fármacos o hemorragias.
6. Té de albahaca con romero

El té de albahaca con romero es rico en ácido ursólico y ácido carnósico que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiadipogénicas, reduciendo la acumulación de grasa en el hígado.
Además, este té mejora la digestión y ayuda a reducir las náuseas, que es un síntoma que puede presentarse en quienes tienen grasa hepática.
Ingredientes
- 10 hojas de albahaca;
- 1 cucharadita de romero;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparo
Agrega las hojas de albahaca y el romero en el agua hirviendo. Tape y deje reposar por 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas al día.
Este té no debe ser tomado durante el embarazo, ni por mujeres en fase de lactancia ni por niños menores de 12 años.
7. Té de girasol

El té de girasol, también conocido como fenogreco, contiene un aminoácido, conocido como 4-hidroxi-isoleucina, que permite bajar los valores de glucosa, colesterol malo y triglicéridos, lo que permite prevenir la acumulación de más grasa en el hígado.
Ingredientes
- 25 g de pipas de girasol.
Modo de preparo
Batir las semillas en la licuadora hasta que se conviertan en polvo o comprar la semilla en polvo lista. Luego agregue jugos, sopas o ensaladas durante todo el día.
Esta planta no debe ser utilizada por mujeres embarazadas o lactantes.
8. Té de ispagula

El té de ispagula tiene propiedades que reducen los niveles de colesterol en sangre y controlan la cantidad de grasa en el cuerpo. Así, evita el aumento de grasas en el hígado, especialmente cuando se asocia a una dieta equilibrada y a la práctica de ejercicio físico.
Ingredientes
- 10 g de corteza de ispagula;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparo
Agregue la cáscara de ispagula a la taza de agua hirviendo y déjela reposar aproximadamente 10 minutos. Colar y beber hasta 2 veces al día. Este té debe ser evitado por quienes padecen estreñimiento o tienen un problema inflamatorio intestinal, como diverticulitis o enfermedad de Crohn, por ejemplo.
9. Jugo de melón y menta

La menta es una planta medicinal muy utilizada para diversos problemas, pero es excelente para tratar problemas digestivos. Posee sustancias amargas que ayudan a revitalizar la salud del hígado y la vesícula biliar, aliviando síntomas como náuseas y sensación de vientre hinchado.
Además, cuando se agrega al melón, da como resultado un jugo muy refrescante y sabroso.
Ingredientes
- ¼ de melón;
- 1 puñado de menta.
Modo de preparo
Batir los ingredientes en una batidora hasta obtener una mezcla homogénea. Si es necesario, agregue un poco de agua para que el jugo sea más líquido. Bebe el jugo tan pronto como lo prepares.
Prueba de conocimientos
Evalúe su conocimiento sobre cómo cuidar adecuadamente su hígado graso respondiendo estas preguntas rápidas:
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Hígado graso: ¡pon a prueba tus conocimientos!
Iniciar la prueba
- Come mucho arroz o pan blanco y galletas rellenas.
- Consuma principalmente verduras y frutas frescas porque son ricas en fibra y bajas en grasas, lo que reduce el consumo de alimentos procesados.
- Disminución de colesterol, triglicéridos, presión arterial y peso;
- No hay anemia.
- La piel se vuelve más bella.
- Permitido, pero solo en días de fiesta.
- Prohibido. El consumo de alcohol debe evitarse por completo en el caso de hígado graso.
- Comer una dieta baja en grasas para perder peso también reducirá el colesterol, los triglicéridos y la resistencia a la insulina.
- Hágase análisis de sangre y ultrasonido con regularidad.
- Beba mucha agua con gas.
- Alimentos ricos en grasas como salchichas, salchichas, salsas, mantequilla, carnes grasas, quesos muy amarillos y alimentos procesados.
- Frutas cítricas o piel roja.
- Ensaladas y sopas.