¿Qué es el síndrome de Estocolmo y a quién afecta?
Contenido
- ¿Qué es el síndrome de Estocolmo?
- Cual es la historia?
- ¿Cuales son los sintomas?
- Síntomas del síndrome de Estocolmo
- Ejemplos de síndrome de Estocolmo
- Casos de alto perfil
- El síndrome de Estocolmo en la sociedad actual
- El síndrome de Estocolmo también puede surgir en estas situaciones.
- Tratamiento
- La línea de fondo
El síndrome de Estocolmo está comúnmente relacionado con secuestros y situaciones de rehenes de alto perfil. Aparte de los casos de delitos famosos, las personas normales también pueden desarrollar esta condición psicológica en respuesta a varios tipos de trauma.
En este artículo, analizaremos más de cerca qué es exactamente el síndrome de Estocolmo, cómo obtuvo su nombre, los tipos de situaciones que pueden llevar a que alguien desarrolle este síndrome y qué se puede hacer para tratarlo.
¿Qué es el síndrome de Estocolmo?
El síndrome de Estocolmo es una respuesta psicológica. Ocurre cuando los rehenes o víctimas de abuso se vinculan con sus captores o abusadores. Esta conexión psicológica se desarrolla a lo largo de los días, semanas, meses o incluso años de cautiverio o abuso.
Con este síndrome, los rehenes o víctimas de abuso pueden llegar a simpatizar con sus cautivos. Esto es lo opuesto al miedo, el terror y el desdén que se podría esperar de las víctimas en estas situaciones.
Con el paso del tiempo, algunas víctimas llegan a desarrollar sentimientos positivos hacia sus captores. Incluso pueden comenzar a sentir que comparten objetivos y causas comunes. La víctima puede comenzar a desarrollar sentimientos negativos hacia la policía o las autoridades. Pueden sentir resentimiento por cualquiera que pueda estar tratando de ayudarlos a escapar de la peligrosa situación en la que se encuentran.
Esta paradoja no ocurre con todos los rehenes o víctimas, y no está claro por qué ocurre cuando ocurre.
Muchos psicólogos y profesionales médicos consideran que el síndrome de Estocolmo es un mecanismo de supervivencia o una forma de ayudar a las víctimas a manejar el trauma de una situación aterradora. De hecho, la historia del síndrome puede ayudar a explicar por qué.
Cual es la historia?
Es probable que los episodios de lo que se conoce como síndrome de Estocolmo hayan ocurrido durante muchas décadas, incluso siglos. Pero no fue hasta 1973 que se dio nombre a esta respuesta a la trampa o al abuso.
Fue entonces cuando dos hombres retuvieron a cuatro personas como rehenes durante 6 días después de un robo a un banco en Estocolmo, Suecia. Después de que los rehenes fueron liberados, se negaron a testificar contra sus captores e incluso comenzaron a recaudar dinero para su defensa.
Posteriormente, psicólogos y expertos en salud mental asignaron el término “síndrome de Estocolmo” a la condición que ocurre cuando los rehenes desarrollan una conexión emocional o psicológica con las personas que los mantuvieron en cautiverio.
Sin embargo, a pesar de ser bien conocido, el síndrome de Estocolmo no está reconocido por la nueva edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Este manual es utilizado por expertos en salud mental y otros especialistas para diagnosticar trastornos de salud mental.
¿Cuales son los sintomas?
El síndrome de Estocolmo se reconoce por tres eventos o "síntomas" distintos.
Síntomas del síndrome de Estocolmo
- La víctima desarrolla sentimientos positivos hacia la persona que la mantiene cautiva o la abusa.
- La víctima desarrolla sentimientos negativos hacia la policía, las figuras de autoridad o cualquier persona que pueda estar tratando de ayudarla a alejarse de su captor. Incluso pueden negarse a cooperar contra su captor.
- La víctima comienza a percibir la humanidad de su captor y cree que tienen los mismos objetivos y valores.
Estos sentimientos suelen ocurrir debido a la situación emocional y de gran carga que ocurre durante una situación de rehenes o ciclo de abuso.
Por ejemplo, las personas que son secuestradas o tomadas como rehenes a menudo se sienten amenazadas por su captor, pero también dependen en gran medida de ellos para sobrevivir. Si el secuestrador o abusador les muestra algo de bondad, pueden comenzar a sentir sentimientos positivos hacia su captor por esta "compasión".
Con el tiempo, esa percepción comienza a cambiar y sesgar la forma en que ven a la persona que los mantiene como rehenes o los abusa.
Ejemplos de síndrome de Estocolmo
Varios secuestros famosos han dado lugar a episodios de alto perfil del síndrome de Estocolmo, incluidos los que se enumeran a continuación.
Casos de alto perfil
- Patty Hearst. Quizás lo más famoso es que la nieta del empresario y editor de periódicos William Randolph Hearst fue secuestrada en 1974 por el Symbionese Liberation Army (SLA). Durante su cautiverio, renunció a su familia, adoptó un nuevo nombre e incluso se unió a la SLA para robar bancos. Más tarde, Hearst fue arrestada y utilizó el síndrome de Estocolmo como defensa en su juicio. Esa defensa no funcionó y fue sentenciada a 35 años de prisión.
- Natascha Kampusch. En 1998, Natascha, que entonces tenía 10 años, fue secuestrada y mantenida bajo tierra en una habitación oscura y aislada. Su secuestrador, Wolfgang Přiklopil, la mantuvo cautiva durante más de 8 años. Durante ese tiempo, le mostró amabilidad, pero también la golpeó y amenazó con matarla. Natascha pudo escapar y Přiklopil se suicidó. Las noticias de la época informan que Natascha "lloró desconsoladamente".
- Mary McElroy: En 1933, cuatro hombres sujetaron a Mary, de 25 años, a punta de pistola, la encadenaron a las paredes de una granja abandonada y exigieron el rescate de su familia. Cuando fue liberada, luchó por nombrar a sus captores en el juicio posterior. También expresó públicamente su simpatía por ellos.
El síndrome de Estocolmo en la sociedad actual
Si bien el síndrome de Estocolmo se asocia comúnmente con una situación de rehén o secuestro, en realidad puede aplicarse a varias otras circunstancias y relaciones.
El síndrome de Estocolmo también puede surgir en estas situaciones.
- Relaciones abusivas. ha demostrado que las personas abusadas pueden desarrollar vínculos emocionales con su abusador. El abuso sexual, físico y emocional, así como el incesto, pueden durar años. Durante este tiempo, una persona puede desarrollar sentimientos positivos o simpatía por la persona que abusa de ella.
- Abuso infantil. Los abusadores frecuentemente amenazan a sus víctimas con daño, incluso con la muerte. Las víctimas pueden tratar de evitar molestar a su abusador cumpliendo. Los abusadores también pueden mostrar amabilidad que podría percibirse como un sentimiento genuino. Esto puede confundir aún más al niño y hacer que no comprenda la naturaleza negativa de la relación.
- Comercio de tráfico sexual. Las personas que son víctimas de la trata a menudo dependen de sus abusadores para sus necesidades, como comida y agua. Cuando los abusadores proporcionan eso, la víctima puede comenzar a atacar a su abusador. También pueden resistirse a cooperar con la policía por temor a represalias o por pensar que tienen que proteger a sus abusadores para protegerse a sí mismos.
- Entrenador de deportes. Participar en deportes es una excelente manera para que las personas desarrollen habilidades y relaciones. Desafortunadamente, algunas de esas relaciones pueden finalmente ser negativas. Las técnicas de entrenamiento duras pueden incluso volverse abusivas. El atleta puede decirse a sí mismo que el comportamiento de su entrenador es por su propio bien, y esto, según un estudio de 2018, puede convertirse en una forma de síndrome de Estocolmo.
Tratamiento
Si cree que usted o alguien que conoce ha desarrollado el síndrome de Estocolmo, puede encontrar ayuda. A corto plazo, el asesoramiento o el tratamiento psicológico para el trastorno de estrés postraumático pueden ayudar a aliviar los problemas inmediatos asociados con la recuperación, como la ansiedad y la depresión.
La psicoterapia a largo plazo puede ayudarlo a usted oa un ser querido con la recuperación.
Los psicólogos y psicoterapeutas pueden enseñarle mecanismos de afrontamiento saludables y herramientas de respuesta para ayudarlo a comprender qué sucedió, por qué sucedió y cómo puede seguir adelante. Reasignar las emociones positivas puede ayudarlo a comprender que lo que sucedió no fue culpa suya.
La línea de fondo
El síndrome de Estocolmo es una estrategia de afrontamiento. Las personas que son abusadas o secuestradas pueden desarrollarlo.
El miedo o el terror pueden ser más comunes en estas situaciones, pero algunas personas comienzan a desarrollar sentimientos positivos hacia su captor o abusador. Es posible que no quieran trabajar con la policía ni ponerse en contacto con ella. Incluso pueden dudar en volverse contra su abusador o secuestrador.
El síndrome de Estocolmo no es un diagnóstico oficial de salud mental. En cambio, se cree que es un mecanismo de afrontamiento. Las personas que son víctimas de abuso o trata de personas o que son víctimas de incesto o terror pueden desarrollarlo. El tratamiento adecuado puede ser de gran ayuda para la recuperación.