Descubra si puede volver a oír en caso de sordera profunda

Contenido
- Principales tratamientos para la sordera profunda
- 1. Audífonos
- 2. Implante coclear
- Obtenga más información sobre este tratamiento en: Implante coclear.
Es posible volver a escuchar en casos de sordera profunda, sin embargo, las posibilidades de poder oír con claridad y sin dificultad son bajas, y los casos más exitosos de recuperación de parte de la audición son los de sordera leve o moderada.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, es necesario utilizar audífonos o un implante coclear para permitir la conducción de los estímulos eléctricos al cerebro, que es lo que normalmente se ve afectado en la sordera profunda. Así, las cirugías u otro tipo de tratamientos pueden no producir ningún tipo de resultado, ya que solo corrigen cambios estructurales y por tanto no son muy utilizados.
Principales tratamientos para la sordera profunda
Los principales tratamientos que ayudan a mejorar la capacidad auditiva en casos de sordera profunda incluyen:
1. Audífonos
Los audífonos son el tipo de audífono más utilizado como primera forma de tratamiento en casos de sordera profunda, ya que su potencia se puede cambiar y regular fácilmente para adaptarse a la audición de cada paciente.
Generalmente, los audífonos se colocan detrás de la oreja con un micrófono que amplifica el sonido a una pequeña columna que se coloca dentro del oído, permitiendo que el paciente escuche un poco más claramente.
Sin embargo, este tipo de audífono, además de aumentar el sonido de la voz, también amplifica el ruido externo, como el ruido del viento o el tráfico, por ejemplo, y puede dificultar la audición en lugares con más ruido, como cine o conferencias.
2. Implante coclear
El implante coclear se utiliza en los casos más graves de sordera profunda, cuando el uso de audífonos no puede mejorar la capacidad auditiva del paciente.
Sin embargo, los implantes cocleares no siempre mejoran totalmente la audición, pero pueden permitirte escuchar algunos sonidos, facilitando la comprensión del lenguaje, especialmente cuando se asocia con la lectura de labios o el lenguaje de señas, por ejemplo.