"Esta vez fue diferente". Michelle perdió 46 libras.
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Historias de éxito en la pérdida de peso: el desafío de Michelle
Aunque no era una adolescente delgada, Michelle mantuvo su peso jugando en el equipo de fútbol de su escuela. Pero en la universidad, dejó de hacer ejercicio, desarrolló el hábito de comer pizza y refrescos a altas horas de la noche y aumentó de peso. Probó muchas dietas de moda pero ninguna funcionó, y pesaba 185 cuando se graduó.
Consejo de dieta: mi exceso de indulgencia
Después de la universidad, Michelle se mudó a Inglaterra durante dos años. No le gustó demasiado la comida, por lo que naturalmente comió menos y regresó a casa 20 libras menos. Pero en cuatro meses, Michelle había recuperado el peso que había perdido y más, llegando a casi 200 libras. "Me complací con toda la comida que me había perdido, como poutine [un plato canadiense de papas fritas, queso y salsa]", dice. Odiando la dirección en la que iba su vida, Michelle tomó una decisión. "No tenía trabajo ni novio, todavía vivía con mis padres y me sentía gorda", dice. "Lo único que pude empezar a cambiar de inmediato fue mi peso".
Consejo de dieta: ganar algo de impulso
Cuando se trataba de comida, Michelle no tenía fuerza de voluntad. "La comida rápida y los productos horneados eran mis mayores debilidades, así que eliminé ambos por completo", dice. También hizo sustituciones inteligentes. En lugar de desayunar panqueques y tocino, se pasó a la avena; para el almuerzo comió sándwiches de pavo en lugar de hamburguesas grasosas; y ella cambió pasteles por batidos. Al mismo tiempo, Michelle se unió al mismo gimnasio al que iban sus padres. "Mi primer día allí, apenas podía caminar media milla, pero me esforcé por ir un poco más y un poco más rápido en cada sesión", dice. De manera constante, comenzó a perder peso, perdiendo alrededor de 35 libras en seis meses. Deseosa de lucir más tonificada, Michelle comenzó a levantar pesas y, después de dos meses, perdió 11 libras más.
Consejo dietético: aprovechando las dulces recompensas
A Michelle a veces le preocupa que, al igual que en el pasado, no podrá mantener esos kilos. Pero se consuela con todo lo que ha aprendido. "He terminado con las dietas rápidas. Incluso si mi peso aumenta, tendré una estrategia sana y sana para perderlo de nuevo", dice. "Desde ese punto bajo hace dos años, también conseguí un gran trabajo y me mudé a mi propio lugar. Ahora estoy viviendo la vida que quiero vivir, y ese sentimiento es más dulce que todo el pastel del mundo".
Los secretos de Michelle Stick-With-It
1. Encuentre pequeñas formas de reducir "Si me apetece un sándwich de queso con toda la grasa, le pido al mostrador de delicatessen que lo corte en rodajas muy finas. Aún tengo el sabor, pero con menos calorías".
2. Planifique sus bocadillos diarios "Cada mañana decido exactamente qué voy a comer y cuándo. Tener un horario hace que sea más fácil evitar tomar bocadillos o golosinas adicionales".
3. Amplíe sus horizontes de ejercicio "Mi mamá toma una clase de baile, pero yo no lo consideraba un ejercicio 'real'. Luego lo probé. Era tan intenso que ahora lo hago todas las semanas".
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